UN DOMINGO EN EL ISSSTE
Por Manuel del Ángel Rocha
O mejor dicho un domingo en el
área de urgencias del ISSSTE, o para ser más específicos, a la entrada del
anexo del Hospital Civil Luis F. Nachón, que el innombrable Gonzalo Morgado
Huesca, ex delegado de esa institución le rento a la Secretaria de Salud en
tiempos de Juan Antonio Nemi Dib. No es
nuevo que se escriba sobre las pésimas condiciones
de los centros de salud en el estado, como tampoco que se enumeren detalles
sobre las irregularidades que sufren los
pacientes que ingresan a hospitalizarse por padecimientos extremos a su salud.
Porque las correcciones son la última instancia para salvar la vida, y la prevención ha desaparecido prácticamente como medio para ir midiendo los
niveles de afectación o buena salud en los derechohabientes, ya sea en el
Seguro Social, el ISSSTE, o la Secretaria de Salud. Cada paciente acude a un centro de salud
porque se siente enfermo, de lo contrario para que ir a consulta.
La burocracia en los hospitales
tampoco es cosa nueva, lo denunció con conocimiento de causa y pruebas
irrefutables Nemi Did, y le costo el trabajo. El gobernador Javier Duarte
prefirió ponerse de lado del sindicato y su corrupta dirigencia, en lugar de
hurgar y meter la cárcel, entre otros, a la lideresa de la Jurisdicción Sanitaria de Orizaba Ángela
Soto Maldonado, cuando se había demostrado la existencia de aviadores, robo de
gasolina, trámite de viáticos sin que se justificaran, ocultamiento y venta en
el mercado negro de medicamentos caros para enfermedades especificas, así
como tráfico en la
asignación de plazas laborales. Los
“callos pisados” por el ex secretario indujeron a una respuesta inusual del
sindicato, que tomó las calles y exigió
“mejores condiciones laborales”, que están en todo su derecho de hacerlo, solo
que aquí había mano negra en las movilizaciones, sino que le pregunten al
secretario de Gobierno Erik Lagos Hernández, porque se fue Nemi Dib, y se
acabaron las protestas. Que casualidad!.
Pero acudiendo a un llamado de
apoyo solidario, estuvimos durante doce horas en el citado lugar, el anexo de
la Clínica Hospital del ISSSTE de Xalapa, para
confraternizar con el paciente hospitalizado, que había ingresado la
noche del día sábado por golpes y
contusiones, ocurridas en un accidente automovilístico. De entrada, la inexistente sala de espera
para los familiares de los pacientes, además
de umbrosa y disfuncional, no
cuenta con el espacio para la estadía de decenas de personas que se congregan
en espera de noticias de sus enfermos. Se arremolinan y apretujan para subir a
los pisos posteriores del viejo edificio Nachón, remodelado para su renta, aunque su
planta principal también sea insuficiente para atender a su población hospitalaria. El movimiento de personas es
intenso, y de manera recurrente mas de un familiar increpa a la persona que sin uniforme esta en una área parecida a admisión hospitalaria; cajas, archiveros,
servilletas, platos, refrescos, folders, expedientes por doquier, dan una
imagen de absoluto desorden. Aun
así, quien hace las veces de
trabajadora social, pretende ser
eficiente sin lograrlo, la carga de trabajo o la incapacidad la rebasan. Desde
las nueve de la mañana la responsable de
urgencias emite una orden para el traslado del paciente a la Clínica del ISSSTE
en San Bruno, donde ordena le tomen placas para descartar daño en la columna
vertebral, en las cervicales, porque allá sí cuentan con equipo especializado
para la realización de radiografías, rayos X y tomografías. Pero como la
ranchera de Sabina, y nos dieron las 10, las 11, las 12, y la 1 y las 2, y las
3, y así hasta las 8 de la noche, que producto
de la presión y la insistencia, los
operadores de la ambulancia, camillero y chofer, tomaron la orden, de 4 que había en el mostrador para realizar
el traslado, precisando a los familiares de los otros pacientes en espera, que
las otras se realizarían hasta el lunes.
Dudo que el novel Delegado del
ISSSTE Renato Alarcón, este enterado de
lo que ocurre en sus nosocomios, sobretodo si el “capitán chanclas”, le heredó
parte de su equipo de trabajo. Ni calidad, ni calidez, ni eficiencia, en el
servicio medico, todo lo contrario, solo burocracia e improvisación, y eso que
se trata de la institución médica que atiende
a la población derechohabiente con mayor nivel educativo y cultural; maestros,
abogados, secretarias de toda la burocracia federal en el estado. Por
increíble que parezca, no se ve por donde la libre Veracruz, con delegados
marrulleros, o incipientes delegados o funcionarios, que ungidos en el sector salud, solo habrá mayor opacidad
e ineficiencia en detrimento de miles de enfermos veracruzanos.