domingo, 26 de octubre de 2014

Insurgencia Nacional y
Desprestigio Internacional.



Por Helí Herrera Hernández.



Con todo y que sabíamos los críticos a don Enrique Peña Nieto que no iba a resolver la situación por la que atraviesa México, por los compromisos que trae con los Organismos Financieros Internacionales, y que su gobierno iba a favorecer a la clase privilegiada de siempre, a cambio del empobrecimiento de decenas de millones de compatriotas, y de la entrega de la riqueza nacional a los trusts mundiales, jamás me imagine, lo confieso, que en menos de dos años el descrédito a sus políticas públicas iban a rebasar las fronteras, y se iba a ganar, lo que es peor, la repulsa mundial, inclusive, de sus propios aliados. La gota que derramo el vaso fue el asesinato y desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa Guerrero, que sin querer ha unido a la comunidad nacional sin distingos, exigiendo la aparición con vida de los 43 jóvenes estudiantes de la escuela normal rural de Iguala. Las calles de la ciudad de México y de muchas centenas más del país el 22 de octubre se inundaron con miles y miles de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad nacional Autónoma de México, de la Universidad Metropolitana, de Universidades privadas, de normales públicas como la sucedida en la capital federal de esta nación, la semana pasada, donde cerca de 50 mil recorrieron las arterias vitales como Paseo de la Reforma, Insurgentes y otras para demandarle a Peña Nieto la entrega de los 43, vivos, el castigo a los responsables materiales e intelectuales y el combate frontal a la corrupción que es, la culpable de estos horrores que vemos. La semana pasada, artistas e intelectuales manifestaron su solidaridad con la desaparición de los 43 normalistas en el Festival Internacional Cervantino (el más importante de México que se celebra año con año en Guanajuato). Los visitantes al teatro principal se encontraron un mensaje en sus asientos: “”a nombre del director Jan Fabre de la compañía Troubleyn, de los cantantes y bailarines, queremos dedicar la presentación de esta noche a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero”” afirmo el director Belga Fabre, al que se sumaron el pintor Francisco López Toledo, Héctor Aguilar Camin (imagínese usted para que éste ideólogo de televisa se adhiera), así como el cantante del grupo Mana Fernando Olvera, Saúl Hernández de la legendaria banda Caifanes, el actor Damian Alcazar, Tito, vocalista del grupo Molotov, Damian Alcazar, Diego Luna, entre cientos de ellos. La tercera asamblea interuniversitaria acaba de convocar a todas las normales, tecnológicos, politécnicos y universidades del país, para un paro nacional a partir del 5 de noviembre, que esta siendo respaldado de inmediato por los directivos de éstas que, por lo que dicen los sociólogos y politicólogos de concretarse, encenderá la mecha que muchos no queremos que suceda, porque podría ser el caos donde no sabríamos como concluiría. Esta insurgencia nacional que estamos viviendo por estos lamentables hechos están generando, a su vez, un repudio internacional contra el gobierno Peñanietista. El pasado 23 de octubre el Parlamento Europeo condeno los sucesos ocurridos en Iguala Guerrero y llamo a la Unión Europea a exigirle al gobierno Federal de don Enrique el esclarecimiento total y castigo a los responsables de estos asesinatos y desapariciones. El 24 de este mismo mes, la Organización de las Naciones Unidas a través de la oficina del alto comisionado para los derechos humanos, lamento que los mecanismos instrumentados por las autoridades mexicanas hasta este momento, no hayan sido exitosos para encontrar a los estudiantes normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre. “”El país puede írsele entre los dedos a Enrique Peña Nieto coinciden The Economist y The New Yorker”, periódicos más que influenciables en el mundo y abundan afirmando “”La crisis en México, provocada por el asesinato de tres estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y la desaparición de otros 43 alumnos de esa escuela, ha provocado dudas sobre –la credibilidad ganada- por Enrique Peña Nieto, y la percepción de que “el país puede írsele entre los dedos aumenta””. Seguramente estos importantes periódicos no están perdiendo de vista lo que esta sucediendo en México y más, cuando los saqueos a las cadenas de tiendas norteamericanas Walmart, bodega Aurera, o a las nacionales como Soriana, Comercial Mexicana, Coppel, entre muchas otras, se esta convirtiendo en el pan de cada día, en acciones que pueden multiplicarse entre más pase el tiempo y no esclarezcan los lamentables hechos. No es ajeno al mundo la violencia que vive nuestra nación desde hace largos años. Las decenas de miles de muertes, las decenas de miles de desaparecidos, los enfrentamientos diarios entre el hampa y el ejército nacional y la marina; la corrupción que permea los cuerpos policíacos en los tres niveles de gobierno, la corrupción gubernamental, el nulo crecimiento económico incapaz de generar empleo, la caída de los salarios, la no reactivación del mercado interno, el alza a las extorsiones y secuestros que tienen hartos a nuestros compatriotas, son elementos para que el Parlamento Europeo, La ONU y otros organismos internacionales den sus opiniones desacreditando al presidente Peña, colocándolo en peligro de que le estalle el país. La insurgencia nacional esta ya aquí, en casi todo México. Nunca como hoy las marchas de ciudadanos unidas con obreros, artistas, intelectuales, pequeños y medianos empresarios, trabajadores del campo y la ciudad habían cobrado tanta fuerza como hoy, después del trauma que nos ha dejado el observar como a unos jóvenes, donde el requisito para ingresar a la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa es SER POBRES, que duerman en el suelo y sobrevivan con lo poco que puedan comer, son secuestrados, asesinados y desaparecidos. El desprestigio internacional ha envuelto al gobierno neoliberal de Peña colocándolo en serio peligro de desestabilizarse y con ello, negarle los apoyos que la comunidad internacional le da para sostenerlo.