lunes, 22 de diciembre de 2014


DE FACHADAS Y BALCONES
FLORIDOS                                                        

Leona Vicario y los leones
Por Nora Guerrero
Ante la celebración del aniversario cuarto de la fundación del Club de Leones Xalapa “Leona Vicario”, padrino del Concurso de Fachadas y Balcones Floridos de Xalapa, me es obligado cumplir con el compromiso de divulgar la ejemplar participación de esta ilustre mexicana en la causa libertaria de México.       

Reconocida como Heroína de la Independencia, Primera voz de la libertad de expresión y Primera periodista de México, la Mujer Fuerte de la Independencia, Única  mujer en la historia de México que recibe funerales de Estado, Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria es que pasa a la historia nuestra, Doña María Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, mejor conocida como Leona Vicario.

Nació en 1798, en el seno de una familia acomodada de padre español y madre criolla. Quedó huérfana a los 17 años, al cuidado de su tío que le procuró buena administración de sus bienes y una educación esmerada. Aliada desde el principio de la causa insurgente y amante de las letras, publicó en El Ilustrador Nacional que después pasó a ser El Ilustrador Americano, único medio por el que se informaba de los aconteceres libertarios. Vicario financiaba con su propia fortuna lo mismo armamento que la imprenta en apoyo a José María Morelos y Pavón.

 Leona fue informante de los insurgentes pues, su posición en la alta sociedad le permitía enterarse de cuanto ocurría en la corte virreinal. Desafió peligros, dio cobijo a fugitivos, envió medicinas, dinero… En esas lides se enamoró del abogado Andrés Quintana Roo con quien no la dejó casarse el tío por considerarlo un joven rebelde y sin riqueza.

Descubiertas sus actividades, Leona fue enviada al Colegio de Belén de Las Mochas, donde las recluidas eran tratadas en forma inhumana. De allí la rescataron los rebeldes, disfrazada de esclava.

Ya liberada y gracias a su carácter fuerte y decidido, casó con Quintana Roo. Pugnó por publicar el periódico El Federalista, gran medio de oposición al gobierno de Anastasio Bustamante. Ella se convirtió en primer corresponsal de guerra por traer el correo de los insurgentes y formó parte de la organización Los Guadalupes, entre los que figuraban Hidalgo y Morelos.

 Con su esposo vivió los avatares de la guerra por lo que dio a luz a su primera hija en una cueva. Huyeron mucho tiempo hasta que en 1818 el matrimonio fue capturado, aceptando recibir el indulto por la seguridad de su hija. Sinembargo, Leona continuó en la trinchera  desde los periódicos El Ilustrador Americano y el Semanario Patriótico Americano.

En 1823 y consumada la Independencia, por iniciativa del General Morelos, el Congreso de la República compensó materialmente a Vicario. Con esto, financió el Periódico El Federalista, desde el cual se dedicó al periodismo - con Quintana Roo- hasta el día de su muerte, por lo que es considerada Primera Periodista de México.

A su muerte, el 21 de Agosto de 1842, Leona Vicario recibe funerales de Estado y cuatro días después, tras plebiscito, es declarada “Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria”. En 1900, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres y  en 1948, su nombre fue inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro.

La ejemplar mexicana luchó para conquistar la libertad y dio congruencia a las palabras que acuñó: “Me llamo Leona y quiero vivir libre, como una fiera”. ¡Flores y olivo para Doña Leona Vicario!