(1)
La tarde del martes
11 de noviembre del 2014 el estacionamiento de la Plaza Patio en Coatzacoalcos
se llenó de un ruido ensordecedor con tenebroso olor –más que a pólvora- a cansancio,
hartazgo social producto de la violencia e impunidad imperantes y –sobre todo-
a un dolor tan poderoso que lo carcome todo.
José Férez Kuri,
Subdirector de Mantenimiento en la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento
(CMAS) en la antigua población de Puerto México, fue arteramente asesinado por
un grupo de delincuentes que escaparon sin mayor trámite en dirección a la
avenida Universidad, hacia el poniente de la ciudad.
(2)
Porteño de origen,
vecino siempre de Coatzacoalcos, miembro y jefe de familias respetadas, de
bien, queridas en Coatzacoalcos, la muerte de José Férez Kuri caló hondo y de
inmediato en la ciudad de mayor influencia política y económica en el Sur de
Veracruz.
Las redes sociales
elevaron el tono de la queja cotidiana.
El coraje se
canalizó en una crítica feroz contra las autoridades.
Recién se habían desplegado
unos mil elementos de seguridad para operar en los inminentes Juegos
Panamericanos que tendrían una de sus Subsedes en Coatzacoalcos.
(3)
Dos días más tarde,
el jueves 13 de noviembre, los presuntos asesinos del querido personaje
coatzacoalquense fueron detenidos y el viernes 14 se dieron a conocer los
detalles por parte del Procurador –hoy Fiscal General- Luis Angel Bravo
Contreras.
Se informó que los delicuentes
formaban una banda de robacarros; se detalló que el asesinato del funcionario
de CMAS fue provocado por su resistencia a entregar la camioneta Toyota RAV-4
de su propiedad.
(4)
Dos datos
importantes se vincularían a esta historia:
a) La declaración atribuida a los detenidos en el sentido
de que fueron ellos mismos quienes asaltaron y asesinaron al maestro
universitario Anthony Jiménez Cárdenas -–el 6 de mayo del 2014– así como al motociclista Emilio Cabrera
Martínez -el 29 de Mayo del mismo año-.
b) El propio viernes 14 de noviembre, cuando Luis Angel
Bravo Contreras ofreció la rueda de prensa para dar por resuelta la búsqueda de
los asesinos de José Férez Kuri y –de paso- ofrecer respuestas a familias que
exigían justicia desde mayo, en Veracruz eran inaugurados los XXII Juegos
Centroamericanos y del Caribe realizados por primera vez en nuestra entidad.
(5)
¿Casualidad?
¿Justicia pronta y
expedita?
¿Accionar efectivo
del Procurador y su equipo de agentes del ministerio público y ministeriales
ante la presión de un sector poderoso de Coatzacoalcos, Subsede de una justa
deportiva internacional?
Más dudas: ¿Se
habría capturado con la misma eficacia y en las mismas fechas a los asesinos de
un maestro universitario y un humilde motociclista de no haber ocurrido la
tragedia de la familia Férez Kuri?
(6)
Los anteriores eran
cuestionamientos especulativos que fueron archivados por el reportero por
carecer de un sustento estricto que los justificase.
No obstante el
pasado lunes 30 de marzo, otra vez en Coatzacoalcos, ocurrió un detonante que
dio vida a las mismas preguntas.
Ya no se trata de
dudas especulativas.
Ahora estamos ante
hechos muy semejantes y conductas “demasiado casuales” que generan interrogantes
directas al Fiscal Luis Angel Bravo Contreras:
¿Se manipulan en
Veracruz los procesos de procuración de justicia en función del calendario
político?
¿Estamos ante una Procuración de Justicia que en su
búsqueda de ser pronta y expedita se convierte en oportunista?
(7)
A las 12:10 horas
del lunes 30 de marzo, sobre la avenida Sonora número 723 de la colonia
Petrolera de Coatzacoalcos, el gobernador Javier Duarte de Ochoa encabezó la
inauguración de la Unidad Especializada de Combate al Secuestro.
Renato Sales
Heredia, Coordinador Nacional Antisecuestros de la Secretaría de Gobernación
estuvo presente.
También el impulsor
de la UECS, el Fiscal Luis Angel Bravo Contreras, quien al momento de ofrecer
su discurso respectivo aprovechó para informar que unas horas antes –durante la
madrugada del mismo lunes 30 de marzo- elementos de la Unidad en proceso de
inauguración capturaron a un grupo de 8 secuestradores que el martes anterior
-24 de marzo- plagiaron a una madre y su hijo en Cosoleacaque.
Por la liberación de
la pareja los secuestradores pedían una cantidad muy elevada de dinero,
confirmó el Fiscal –extraoficialmente se habló de 30 millones de pesos-.
Sin embargo, luego
de la denuncia de la familia afectada se liberó a las víctimas y se desmembró
la banda sin haber pagado un peso y sin disparos, manifestó –orgulloso- Luis
Angel Bravo.
Se trató de una
buena noticia con antecedentes en una pésima noticia: es decir se liberó sanas
y salvas a dos víctimas (noticia a favor) de un delito que se ha incrementado
sobremanera en el Sur de Veracruz: el secuestro (noticia negativa).
(8)
No estamos ante
hechos y desenlaces que merezcan aplausos como tampoco aporta nada denostar por
denostar a funcionarios públicos.
A todos:
periodistas, políticos y sociedad nos conviene ser objetivos, concretos,
aportadores de datos y análisis.
Debemos –entre
todos- construir verdades encauzadas a encontrar salida del laberinto tortuoso que
habitamos por la inseguridad.
Ante este panorama y
desde tal perspectiva, es importante subrayar la “extraña casualidad” de dos
momentos clave en el calendario de nuestra procuración de justicia vinculados a
resultados efectivos que se anuncian con bombo y platillo de sabor amargo.
¿Por qué la
extrañeza?
Revisemos:
-
En noviembre del
2014 ocurre la captura de los asesinos de un funcionario a dos días de los
hechos y a un día de que se inaugure un evento internacional que tenía puestos
los ojos del mundo sobre el poder político veracruzano.
-
En marzo del 2015
el rescate de una madre e hijo secuestrados se genera a unas horas de que el
más alto funcionario federal en el área de combate al secuestro encabece un
evento junto al gobernador veracruzano y justo en este contexto se realiza el
anuncio respectivo.
(9)
Hay más hechos, más
datos, más dudas.
Esperemos -empero-
que la realidad nos traiga buenas noticias y acalle nuestra inquietud.