miércoles, 1 de abril de 2015


Cristóbal, un caso de
éxito de inclusión

Xalapa, Ver.- Cristóbal Ernesto Zarco Moreno tiene 10 años y cursa el cuarto grado en la Escuela Primaria José Vasconcelos de la ciudad capital, gracias a la educación incluyente que se fomenta en Veracruz tiene la posibilidad de convivir con sus compañeros sin que el trastorno del espectro autista, con el que fue diagnosticado cuando tenía dos años, le impida desarrollar sus conocimientos y habilidades.

El plantel al que acude es uno de los 741 en los que la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) cuenta con servicio de educación especial, a través de una Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (Usaer), así que todos los días, ya sea de manera personal o por monitoreo, tiene el respaldo de una docente especializada para que su aprendizaje sea lo más a la par que el de Nacho y Ángel, compañeros de salón y a quienes considera sus mejores amigos.

El pasado 26 de marzo, el Senado de la República aprobó la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la condición del Espectro Autista, número 442. En el estado, las políticas públicas gubernamentales enfocadas a educación contemplan conceptos como la inclusión, atienden aspectos legales como los Derechos de los Niños y conmemoran algunas fechas específicas como este 02 de abril, declarado el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La población con autismo atendida en los servicios de Educación Especial Estatal son 215 y con Asperger (Síndrome que forma parte de los trastornos del espectro autista), 134, los cuales se encuentran en 15 zonas: Tantoyuca, Xalapa, Veracruz, Papantla, Coatepec, Orizaba, Acayucan, Santiago Tuxtla, Banderilla, Chicontepec, Tuxpan, Altotonga, Totutla y Xalapa foráneas.

“¿Te gusta la escuela? Sí. ¿Juegas con tus amigos? Sí”, respondió Cristóbal con entusiasmo e inquieto por querer dar inicio a las actividades que le tiene preparadas la maestra. Con rapidez hace ejercicios de español relacionados con el uso del agua y escribe fracciones matemáticas, todas acertadas.

A lo lejos, con amor y emoción, su mamá, Gladys del Carmen Moreno Ramos, observa los avances de su único hijo, quien también utiliza tecnología avanzada (tableta electrónica) para completar su formación. Ahí, reconoció la labor que las autoridades gubernamentales en Veracruz llevan a cabo para hacer realidad una educación incluyente, sin distingo a los niños con autismo.

“No sólo ha sido la SEV, primero nos acercamos al DIF estatal, ahí nos dijeron dónde podía estudiar mi hijo; recibimos terapias en el Centro de Rehabilitación e Inclusión Social de Veracruz (Creever) y de ahí nos enviaron a la Unidad de Orientación al Público (UOP), donde nos dirigieron a la Escuela José Vasconcelos, ya que contaba con Centro de Atención Múltiple (CAM), el cual fue sustituido con una Usaer desde el año pasado”.

Sabe que los avances de Cristóbal son en parte por el gusto, compromiso y preparación de la maestra de la Unidad, junto con su docente titular, pero también se requiere de la atención de los padres para augurar éxito a los niños con autismo.

“Uno como papá se tiene que informar y capacitar, y reconocer que los pequeños pueden hacerlo, son más capaces que uno, por eso no nos debe cegar el amor de madre. Al principio lo sobreprotegía, pero veo que tiene muchas capacidades, habilidades, y uno no les dura toda la vida y tienen que salir adelante”, expresa Gladys.