Operación “barba roja”
Por Helí Herrera Hernández.
plazacaracol@hotmail.com
twitter: HELÍHERRERA.es
Apostándole todas sus canicas al
abstencionismo, el partido Revolucionario Institucional y su máximo jefe
Enrique Peña Nieto ven con preocupación la elección del próximo 7 de junio
donde no solo se renueva la Cámara Baja del Congreso de la Unión, sino
infinidad de varios cargos de elección popular, entre ellos 8 gubernaturas.
A
escasos 19 días de la jornada electoral no pintan nada bien las cosas para los
tricolores. Sus estrategas saben que entre más mexicanos dejen de ir a votar
más probabilidades tienen de alzarse con victorias, por virtud del voto duro
que poseen, y si los pronósticos de los especialistas en materia electoral
dicen que el techo de votantes será del 49 por ciento y el piso del 40, el PRI
tiene amplias posibilidades de no derrumbarse estrepitosamente, aunque aún, en
ese escenario, perderá muchísimas curules comparadas con las que hoy tienen en
la legislatura que está por salir en agosto.
Afirman
varios candidatos tricolores que su derrota o triunfo va a radicar, además, en
la compra de voto a pie de urna, y que para lograrlo ya cuentan con 60 millones
de pesos que desde la –casa blanca- les enviaron, por lo que serán cruciales
para todos ellos las últimas 72 horas previas al día de la elección, y de vida
o muerte las primeras 5 de la jornada electoral.
Así
las cosas, concluido el período para realizar actos de proselitismo que la ley
electoral marca el miércoles 3 de junio, la maquinaria priísta se moverá de día
y de noche para buscar a los líderes de las colonias, de los sindicatos, de los
jefes de manzana, de las organizaciones afines a su partido para iniciar el
reparto monetario, y que estos “trabajen” toda la noche previa al 7 de junio
para tener lista la “operación barba roja”, que operará desde las 8 de la mañana en todas las
casillas electorales del país.
Aún
con todo esto, hay lugares donde ni siquiera un milagro podrá hacer que los
candidatos del PRI triunfen. Tal es el caso de la gubernatura de Nuevo León,
donde la política de las barbis tan impulsada en los últimos años por ese partido
en todos lados, sufrirá una derrota estrepitosa en manos de un candidato
independiente –Jaime Heliodoro Rodríguez Caderón, mejor conocido como el
bronco-, a quien ese instituto político
en contubernio con Televisa y Joaquín López Dóriga enderezaron una campaña
difamatoria hace dos semanas, en horario triple x de esa empresa, con el claro
propósito de desprestigiarlo y hacer que caiga en el ánimo de los
nuevoleoneses.
Ni
así, la conductora de noticias de televisión Ivonne Liliana Álvarez García ha
logrado aproximarse en todas las encuestas al candidato independiente, que ha
centrado su campaña en advertirle a los ciudadanos de aquel estado el mal
gobierno del presidente de la república, del propio gobernador de esa entidad,
y que los “rostros bonitos” (en referencia a la candidata del PRI que solo es
eso), no garantizan desarrollo económico, bienestar social y paz pública.
De
las 9 gubernaturas en juego el Partido en el poder pierde Nuevo león, corre el
riesgo de hacerlo en Baja California Sur, Michoacán, Guerrero y Sonora, donde
si hoy fueran las elecciones las ganaría la oposición, y en una de esas también
San Luis Potosí y Querétaro.
Se
confirma pues lo que escribí hace ocho semanas en este mismo espacio donde
afirme que el partido que más votos perderá en la elección del 7 de junio será
exactamente el PRI, seguido del PRD, del PANAL y del Partido del Trabajo, y que
los institutos políticos que elevarán sus porcentajes de votación será el PAN
(increíblemente mucho miles de votos de aquellos ciudadanos y ciudadanas que votaban
por el partido tricolor, hoy desencantados lo harán por el blanquiazul, en una
situación incomprensible dado que éste partido también es responsable de lo que
le pasa a México), Morena y Movimiento Ciudadano.
Aquí
mismo en el Estado de Veracruz, donde antes de iniciarse el proceso electoral
afirmaban los dirigentes estatales priístas que habría carro completo, y que
por muy mal que les fuera perderían cuando mucho tres distritos electorales
hoy, a 19 días de las elecciones podemos afirmar que pueden morder polvo en uno
de los dos distritos del Puerto de Veracruz (por lo menos una Barbie pierde),
el de Córdoba, Orizaba (a pesar de la tiburomanía ya que el candidato es el
dueño del club de futbol escualo), Huatusco, Cosamaloapan, Coatzacoalcos,
Papantla, Tantoyuca y en una de esas hasta Martínez de la Torre.
En
un escenario de abstencionismo del 60 por ciento el partido Revolucionario
Institucional solo perdería, en efecto, tres distritos electorales. Si sale a
votar el 45% de los veracruzanos el PRI pierde 5, y si sale a votar el 50% ese
partido pierde 8 diputaciones.
Por
eso inicie este artículo afirmando que el mejor aliado del PRI es el
abstencionismo y que a ello apuesta la mitad de su fortuna; la otra mitad la
gastara en la compra del voto en los tres días previos a la jornada electoral,
primordialmente el 7 de junio, a pie de urna, sin importarles que sea un delito
electoral hacerlo (pregúntele al partido verde si le quita el sueño violar la
ley una y mil veces), aplicando aquel slogan que les ha dado por varias décadas
resultados: El fin justifica los medios.