lunes, 18 de mayo de 2015



Operación “barba roja”

Por Helí Herrera Hernández.
plazacaracol@hotmail.com
twitter: HELÍHERRERA.es

            Apostándole todas sus canicas al abstencionismo, el partido Revolucionario Institucional y su máximo jefe Enrique Peña Nieto ven con preocupación la elección del próximo 7 de junio donde no solo se renueva la Cámara Baja del Congreso de la Unión, sino infinidad de varios cargos de elección popular, entre ellos 8 gubernaturas.

         A escasos 19 días de la jornada electoral no pintan nada bien las cosas para los tricolores. Sus estrategas saben que entre más mexicanos dejen de ir a votar más probabilidades tienen de alzarse con victorias, por virtud del voto duro que poseen, y si los pronósticos de los especialistas en materia electoral dicen que el techo de votantes será del 49 por ciento y el piso del 40, el PRI tiene amplias posibilidades de no derrumbarse estrepitosamente, aunque aún, en ese escenario, perderá muchísimas curules comparadas con las que hoy tienen en la legislatura que está por salir en agosto.

         Afirman varios candidatos tricolores que su derrota o triunfo va a radicar, además, en la compra de voto a pie de urna, y que para lograrlo ya cuentan con 60 millones de pesos que desde la –casa blanca- les enviaron, por lo que serán cruciales para todos ellos las últimas 72 horas previas al día de la elección, y de vida o muerte las primeras 5 de la jornada electoral.

         Así las cosas, concluido el período para realizar actos de proselitismo que la ley electoral marca el miércoles 3 de junio, la maquinaria priísta se moverá de día y de noche para buscar a los líderes de las colonias, de los sindicatos, de los jefes de manzana, de las organizaciones afines a su partido para iniciar el reparto monetario, y que estos “trabajen” toda la noche previa al 7 de junio para tener lista la “operación barba roja”, que operará desde las 8 de la mañana en todas las casillas electorales del país.

         Aún con todo esto, hay lugares donde ni siquiera un milagro podrá hacer que los candidatos del PRI triunfen. Tal es el caso de la gubernatura de Nuevo León, donde la política de las barbis tan impulsada en los últimos años por ese partido en todos lados, sufrirá una derrota estrepitosa en manos de un candidato independiente –Jaime Heliodoro Rodríguez Caderón, mejor conocido como el bronco-,  a quien ese instituto político en contubernio con Televisa y Joaquín López Dóriga enderezaron una campaña difamatoria hace dos semanas, en horario triple x de esa empresa, con el claro propósito de desprestigiarlo y hacer que caiga en el ánimo de los nuevoleoneses.

         Ni así, la conductora de noticias de televisión Ivonne Liliana Álvarez García ha logrado aproximarse en todas las encuestas al candidato independiente, que ha centrado su campaña en advertirle a los ciudadanos de aquel estado el mal gobierno del presidente de la república, del propio gobernador de esa entidad, y que los “rostros bonitos” (en referencia a la candidata del PRI que solo es eso), no garantizan desarrollo económico, bienestar social y paz pública.

         De las 9 gubernaturas en juego el Partido en el poder pierde Nuevo león, corre el riesgo de hacerlo en Baja California Sur, Michoacán, Guerrero y Sonora, donde si hoy fueran las elecciones las ganaría la oposición, y en una de esas también San Luis Potosí y Querétaro.

         Se confirma pues lo que escribí hace ocho semanas en este mismo espacio donde afirme que el partido que más votos perderá en la elección del 7 de junio será exactamente el PRI, seguido del PRD, del PANAL y del Partido del Trabajo, y que los institutos políticos que elevarán sus porcentajes de votación será el PAN (increíblemente mucho miles de votos de aquellos ciudadanos y ciudadanas que votaban por el partido tricolor, hoy desencantados lo harán por el blanquiazul, en una situación incomprensible dado que éste partido también es responsable de lo que le pasa a México), Morena y Movimiento Ciudadano.

         Aquí mismo en el Estado de Veracruz, donde antes de iniciarse el proceso electoral afirmaban los dirigentes estatales priístas que habría carro completo, y que por muy mal que les fuera perderían cuando mucho tres distritos electorales hoy, a 19 días de las elecciones podemos afirmar que pueden morder polvo en uno de los dos distritos del Puerto de Veracruz (por lo menos una Barbie pierde), el de Córdoba, Orizaba (a pesar de la tiburomanía ya que el candidato es el dueño del club de futbol escualo), Huatusco, Cosamaloapan, Coatzacoalcos, Papantla, Tantoyuca y en una de esas hasta Martínez de la Torre.

         En un escenario de abstencionismo del 60 por ciento el partido Revolucionario Institucional solo perdería, en efecto, tres distritos electorales. Si sale a votar el 45% de los veracruzanos el PRI pierde 5, y si sale a votar el 50% ese partido pierde 8 diputaciones.

         Por eso inicie este artículo afirmando que el mejor aliado del PRI es el abstencionismo y que a ello apuesta la mitad de su fortuna; la otra mitad la gastara en la compra del voto en los tres días previos a la jornada electoral, primordialmente el 7 de junio, a pie de urna, sin importarles que sea un delito electoral hacerlo (pregúntele al partido verde si le quita el sueño violar la ley una y mil veces), aplicando aquel slogan que les ha dado por varias décadas resultados: El fin justifica los medios.