lunes, 18 de mayo de 2015

Todo se viraliza

Por: Zaira Rosas

zairosas.22@gmail.com

 

La primera vez que decidí abrir una red social quizás tenía 12 años, me parecía increíble poder hacer amigos de todas partes, subía fotos de todo lo que hacía y sí, aceptaba cualquier solicitud de amistad. También estoy casi segura de que en ese momento mis padres no tenían idea de que yo contaba con una red social, porque en ese entonces ni siquiera creo que haya existido tal término y mucho menos la palabra #Selfie #HashTag ni Facebook, aunque estaba a punto de ser inventado.

Hoy en día, tener un perfil en internet parece sumamente común. He tenido la oportunidad de escuchar a gente decir que “si no estás en Facebook no existes”, y sin duda el internet y los avances tecnológicos son maravillas que han hecho nuestra vida más simple, lo sé porque pertenezco a la generación que comenzó corriendo en los parques y terminó en maratones con una consola, esa generación que poco a poco se hizo amiga de la tecnología para terminar como su amante o hasta esclava.

En 2008 ocurrió uno de los secuestros más sonados en el país al hijo del Empresario Alejandro Martí, mucho se rumoró respecto a cómo ocurrió, Una de las principales hipótesis apuntaba a que el adolescente hablaba de todo en Hi5. Con sus publicaciones era un blanco fácil del crimen organizado. Han pasado casi 7 años de aquel evento que consternó a todo el país, y aunque el tiempo pasó las cosas no han cambiado mucho.

En la actualidad 9 de cada 10 internautas están en redes sociales, la mayoría de personas pasa más de 2 horas en la red, alrededor de 12 millones de usuarios son menores de edad, y pocos cuentan con una verdadera supervisión de lo que hacen mientras navegan. Muchos jóvenes creen que subir una fotografía puede ser algo normal, un hecho del día a día. El problema está en la falta de conciencia de todo lo que una foto implica. En la red de Instagram existe una famosa cuenta llamada RichKidsOfMexico en la cual todas las fotos que se suben son de personas adineradas del país, lo increíble es que las fotografías han costado el trabajo de algunos políticos y figuras públicas que tuvieron que renunciar por el exhibicionismo de sus hijos.

Y si ahondamos un poco más, descubriremos que infinidad de publicaciones son un perfil de vida, que al caer en manos equivocadas puede transformarse en un secuestro, estafa, o delitos sexuales. Actualmente existe un término llamado Grooming, se llama así al ciberdelito de persuadir a un menor de edad a tener relaciones sexuales, esto pasa con frecuencia cuando las personas entablan charlas con desconocidos que después de estudiar el comportamiento de la persona pueden parecer alguien cercano. Una vez que algo está en la red nunca desaparece, todo se viraliza. Por ello, los padres de familia deben ser responsables de vigilar las actividades de sus hijos, cuando estos no son conscientes de los peligros que enfrentan, pero sobre todo hacerles saber que detrás de una simple #Selfie, o un CheckIn de Foursquare está su vida, que vale mucho más que la popularidad cibernética.