OPINIÓN
Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
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A tan solo 133 días.
A tan solo 133 días de que llegue a su fin el segundo periodo
de gobierno de la “fidelidad”, el ambiente político en la entidad, no es como
se esperaba, está peor.
Como es del conocimiento de todos los que habitamos en este Estado, ya
desde hace aproximadamente dos años, se veía venir un final de sexenio nada
tranquilo, debido a todas las atrocidades que estaban cometiendo la mayoría de
los integrantes de la presente administración estatal. Situación que quedó
superada con creces a partir del inicio del proceso electoral 2015 – 2016, a
través del cual, por la razón de todos conocida, perdió el Partido
Revolucionario Institucional después de haberlo gobernado más de 80 años, el
Estado de Veracruz, una de las entidades más importantes electoralmente
hablando por el número de votos que representa para las elecciones
presidenciales. Siendo también muy grave durante el proceso, no solamente la
falta de apoyo de parte del llamado “gobierno del estado”, hacia el candidato
de su partido, el PRI, sino hacia los abanderados de otros partidos. Situación
que se puede considerar que sino fue definitiva para el resultado final de la
elección, si de alguna forma sirvió para ponerle rocas en el camino al
excelente candidato tricolor. Pues desde que se anunció la alianza entre el
Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática, para contender por
la gubernatura de Veracruz, teniendo como candidato a Miguel Ángel Yunes Linares.
Los comentarios en casi todos los medios de comunicación por parte de los
verdaderos analistas políticos, eran en el sentido de que sería muy difícil que
la alianza “Para mejorar Veracruz” pudiera obtener el triunfo.
Ya definido el resultado de la elección, teniendo como gobernador electo
a Miguel Ángel Yunes Linares, quien ocupará el cargo de Ejecutivo del Estado de
Veracruz, exactamente dentro de 133 días, el próximo uno de diciembre, el
ambiente político veracruzano ha cambiado, ahora está peor.
Y no es que lo consideremos así. Así lo estamos viviendo. Ya que desde
el anuncio del triunfo de la alianza “Para recuperar Veracruz”, el actual
Gobernador está dedicado a llevar a cabo acciones que lleven a esta saqueada
entidad al fracaso en lo económico, en lo social, en seguridad, en salud, en lo
educativo y por consecuencia lógica en lo político. Parece que odia a la
población veracruzana, pues todas estas acciones que está llevando a cabo, al
final tendrán su repercusión en la vida de los aproximadamente 8 millones de
habitantes de una, sino es que la más, rica entidad federativa de México, pero
que durante los dos últimos sexenios por su alto índice de corrupción lo han
posicionado en los últimos lugares de productividad del país y con índices de
pobreza altos.
Un ejemplo de lo mal que se están haciendo las cosas en este momento, es
lo que está pasando con el importante impuesto del 3% a la nómina. Dineros no
del gobierno del Estado, dineros de los veracruzanos. De los empresarios
integrantes de una clase trabajadora que con esfuerzo de años, han llegado a
tener lo que tienen. Que son los verdaderos generadores de empleos, cuando las
autoridades que si son competentes generan las condiciones para el crecimiento
económico del estado o estados del país.
Pero lamentablemente este importante impuesto lo están tratando de mal
utilizar, no usándolo para lo que realmente fue creado. Lo que está motivando
el rechazo de su pago, con toda razón.
Después de todo lo que ha pasado, aquí y las decisiones que se están
tomando en el Gobierno Federal, tanto políticas como jurídicas en contra de la
corrupción, creo es el momento de que aquí en Veracruz, no solamente pongan sus
barbas a remojar, sino que recapaciten en su actitud de soberbia e impunidad. Hasta
el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com