Los Políticos
Las vidas de Duarte
Por Salvador Muñoz
¿Cuántas vidas tiene un Gato? ¿Siete? ¿Nueve? Bueno, quizás
de eso nos podría hablar Ricardo Landa, quien en esa famosa caída del caballo,
es seguro que debió haber perdido una vida.
Cuentan una anécdota de ello cuando lo trasladaron al Centro
de Especialidades Médicas. Había dos funcionarios acompañándolo, pero sólo
recuerdo a uno que es el protagonista de la historia, aparte de Ricardo Landa.
El doctor que atendió al entonces subsecretario de Gobierno
decía a los funcionarios que Landa había sufrido un fuerte golpe en la cabeza y
quizás no recordaría nada de lo ocurrido horas antes y en esos momentos, y como
para corroborar la versión del galeno, Ricardo Landa gemía “¿Dónde estoy? ¿Quiénes
son? ¿Qué me pasó?”
Erick Lagos se acercó al doctor y le preguntó: “¿Está seguro
que no va a recordar nada?” y el médico respondió: “Seguro”, y Erick Lagos se
volteó y le dijo a Ricardo Landa, con todas sus ganas: “¡Chinga tu madre!
¡chinga tu madre!”
Pero bueno, el chiste es que este Gato en ese accidente,
perdió una vida.
II
Nemi Dib, Carvallo, Héctor Yunes y hasta Bermúdez han pasado
situaciones complicadas en el uso de aeronaves donde en alguna ocasión hasta se
habló que a alguno de estos personajes acá citados, a uno de los helicópteros
que usaron, manos extrañas pusieron azúcar en el abastecimiento de combustible.
La destreza de los pilotos evitó “desgracia que lamentar”
(sí, es un lugar común, porque de seguro, habrá quienes consideren que algunos
de estos citados no es monedita de oro) pero no logró que, si fueran felinos
sus pasajeros, tuvieran una vida menos.
Por supuesto, las damas no escapan de ello y ¡aguas! esas
cabalgatas ya dan mala espina.
Muy mal anduvo la diputada de Nueva Alianza Jacqueline
García Hernández, tras sufrir una caída del caballo… realmente estuvo muy mal,
pero tuvo que pagar con una vida de gato la nueva oportunidad.
Situación no tan complicada la que vivió Elena Córdova
Molina, secretaria técnica del Programa El Campo en Nuestras Manos de Sagarpa,
cuando en su primera vez que montó a caballo, éste se desbocó ¡y la pura
suerte! ¡cayó de pie! Sí, es seguro que igual le pasaron la factura con una
vida de gato menos.
Frida Celeste Rosas Peralta ya salió del hospital y convalece
en su casa tras haber sufrido una caída del caballo que si bien, la mantuvo
quietecita mientras se desinflamaba lo que tenía que desinflamarse de su
espalda, un maullido le ha de recordar que restó a su gato cósmico una vida.
III
Pero si estos personajes aquí citados han corrido con
suerte, ¡qué me pueden decir de Javier Duarte de Ochoa! ¿Que tiene más vidas
que un gato? En términos políticos, sí. Al menos, desde el inicio de este año,
ya lo han “renunciado” la cantidad de veces, ya le han “solicitado licencia”
igual cantidad de veces, ya lo han “enfermado” más veces… y todavía es el
Gobernador.
Hasta pareciera un reto personal a casi dos meses de que
concluya su mandato: terminarlo con vida.
Hace una semana hubo quienes pusieron “a horas de que Duarte
solicite licencia…” y para los veracruzanos ansiosos de que así fuera, se han
convertido en las horas más largas de sus vidas.
Con la PGR encima, con el SAT encima, con un juicio
mediático encima, con un juicio partidista encima, con un juicio social encima,
se entiende el porqué Duarte de Ochoa tenga más vidas que un gato ¡porque se
defiende como gato panzarriba!
Se recalca: tiene dos meses para terminar su mandato… el
asunto es que con tanto madrazo que le dan por día, ¡quién sabe si le alcancen
las vidas de gato para llegar a diciembre! ¡Miau!
smcainito@gmail.com