lunes, 20 de marzo de 2017


El SAT aplica la Ley
 
Por Helí Herrera Hernández


            Toda la propaganda gubernamental, a raíz del aumento a los precios de los combustibles ha versado en todos los medios de comunicación, sobre la obligación que tuvo el gobierno federal de hacerlo debido a un >hoyo financiero< que se generó por la depreciación del peso frente al dólar y la caída en la  producción del hidrocarburo de nuestro país, dado que no refinamos toda la gasolina y diesel que requerimos e importamos volúmenes importantes. Así, miles de anuncios en la radio y televisión todos los días anuncian que de no haberlo hecho el Ejecutivo se vería presionado a parar gran parte de los programas gubernamentales de ayuda social a las clases menesterosas, que en su conjunto se traducen en casi 200 mil millones de pesos.

         Usted debe recordar al momento de leer este artículo ese spot: “de no haber subido el precio de las gasolinas el gobierno federal tendría que haber suspendido varios programas sociales destinados a las gentes mas pobres de México”, tratando de generar una conciencia de justificación social sobre semejante aberración, pero lo que no dicen es que esos 200 mil millones de pesos a que hacen referencia, bien pudiera obtenerlos el gobierno federal cobrándoles los impuestos legales que deben pagar las empresas en nuestro país, pero que debido al perfil de gobierno que tenemos este prefiere apretar a los pobres y marginados de México, no perdonándonos ni un solo peso de los que le debemos de pagar al fisco federal,  y privilegiar a los hombres y mujeres empoderados económicamente condonándole impuestos.

         Lo explico: desde 2014 el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información ha denunciado 14 veces  al Sistema de Administración Tributaria –SAT- ante la Secretaria de la Función Publica, por no acatar el ordenamiento de abrir los datos sobre las empresas a los que ese ente recaudador de impuestos se los ha perdonado, frente a la petición que hicieron las organizaciones animal político y artículo 19.

         El pasado martes 14 el SAT se amparo (otra vez), contra esa resolución que lo obligaba a publicar quienes se han visto beneficiados con el programa de condonación o cancelación de adeudos fiscales, que solo en 2013 favoreció a 36 empresas por un monto de 80 mil millones de pesos de impuestos.

         El Juez Primero de Distrito en materia administrativa en la ciudad de México dicto sentencia y determinó que el SAT (brazo inquisidor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público),  atentó contra el derecho a la justicia al negarse a transparentar los datos con el amparo concedido por la justicia federal, negándole al pueblo de México (principalmente a los que si pagamos puntualmente como personas físicas todos, y morales algunos más, impuestos),  conocer las empresas o industrias que NO y, principalmente a los hombres y mujeres beneficiadas donde no dudo que están Emilio Azcarraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, María Asunción Aramburozabala, entre las 14 familias multimillonarias que hay en esta nación, con el apoyo, como lo observamos, del gobierno federal.

         Desde 2014 el INAI ha denunciado en 14 ocasiones al SAT ante la Secretaria de la Función Pública por no acatar el ordenamiento de abrir los datos, aunque hay que apuntarlo, que en ningún caso ha habido sanciones, a pesar que en la resolución del Juez Primero de Distrito señalo que las resoluciones son vinculatorias, definitivas e inatacables.

         El argumento del Sistema de Administración Tributaria para negar los datos es que se trata de información clasificada como >reservada y protegida< por el secreto fiscal, y que revelarla implica transgredir los derechos de los contribuyentes, no tomando en consideración que el interés público esta por encima de  del interés privado, razón por las que tanto las organizaciones civiles artículo 19 y Animal Político anunciaron que interpondrán  un recurso legal que ataque tal subterfugio, a fin que una segunda instancia obligue al SAT acatar las resoluciones del Instituto Nacional de Acceso a la Información y a conocer la lista de esta casta de mexicanos superiores a todos nosotros.

         Según información oficial, desde 2007 se han condonado o cancelado casi 200 mil millones de pesos (lo que dice Peña Nieto que se requerían para no subir la gasolina y de esa forma no provocar inflación), en adeudos fiscales. Tan solo entre 2015 y 2016 la condonación a unas cuantas empresas ascendieron a quince mil millones de pesos.

         Sobre este asunto es increíble creer que un gobierno que acusa falta de recursos económicos para impulsar el desarrollo de México siga concentrando, con sus políticas públicas de perdón de impuestos, la riqueza en unas cuantas manos mientras a la masa social le suben el precio de los combustibles, que implica alzas en todas las mercancías y servicios, provocando mas pobreza económica, de salud y educativa en mas de 80 millones de compatriotas.

         En tan solo siete años, 15 contribuyentes recibieron el perdón de sus adeudos fiscales por mas de 46 mil millones de pesos debido a diversos programas de amnistía que fueron aprobados por el Poder Legislativo (adivinó, con los votos del PRI, PAN, verdes, panal), según el portal huffingtonpost.com.mx

         Estos privilegios fiscales favorecieron a compañías como Sabritas, Gamesa, Scotiabank, televisa de Emilio Azcarraga Jean (le perdonaron 3 mil 334 millones de pesos tan solo en 2013), Grupo Posadas de Carlos Azcarraga Andrade y Gastón Azcarraga Tamaño (1,026 mdp), casas GEO de Luis Orvañanos Lascuarin (3073 mdp) y Palacio de Hierro y Petrobras de Alberto Bailleres (dueño del ITAM), por mencionar solo algunas, mientras al pueblo le aumentaban el IVA y le creaban otros mas.

         Ya es costumbre de estos gobiernos neoliberales aplicar la ley del embudo en México. Lo ancho para los ricos y lo estrecho para los pobres, y así seguirá mientras no sepamos distinguir entre los candidatos y candidatas conservadores de derecha y los social-demócratas, y/o salgamos a votar en cada elección, porque quedarse en casa cruzados de brazos ya hemos visto a quien ha favorecido en todos estos años.