domingo, 26 de marzo de 2017

Esfera Política
Ricardo Vázquez Salazar
Apostarle al olvido de un ominoso pasado
En  Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Sinaloa es el Cártel de Las Flacas, un conjunto de féminas que trafica droga, secuestra y mata; el número de integrantes se incrementa. Operan portando costosas joyas y “cuernos de chivo”, actúan con mayor sigilo que los hombres. En suelo veracruzano es el Cártel de Las Reinis y Barbies, las que contagiadas de indolencia y desprecio a la población, surgieron con Fidel y se robustecieron con Duarte.
En esa época en que los recursos púbicos eran de todos, no fueron de nadie y terminaron siendo de unos cuantos. En el silencio y la oscuridad, Barbies y Reinis hicieron del sexo, dinero y poder su doctrina; participaron del atraco a las arcas estatales y municipales, sin faltar su valiosa aportación para causar un despiadado daño a los veracruzanos. Permanecen en el dinamismo político y se muestran tal cual. 
Lo tiempos han cambiado, la población ha madurado, insistimos una vez más, los veracruzanos son distintos a hace seis años; es lo que la clase política está renuente a entender y aceptar.
 A 70 días de las elecciones para decidir alcaldías, la clase política se exhibe arcaica, permanece estacionada en el pasado, no está a la altura de las circunstancias actuales, de una sociedad que ha evolucionado.   
El proceso electoral avanza a todo vapor, los partidos políticos hacen que la selección de candidatos vuelva a mostrar los mismos vicios, les está costando trabajo encajar en el presente escenario estatal.      
Las inconformidades por la elección de aspirantes a una alcaldía encienden los ánimos de la militancia en todos los partidos; rechazos y desbandadas por la designación de candidatos con un pasado tortuoso, de personajes que llevan en la frente el inconfundible sello de la in-fidelidad y del duhartazgo, que no cumplen las exigencias de un electorado lastimado y humillado; por lo mismo, es de reconocer el arrojo de quienes se atreven a contender con la bandera del tricolor, de poner en juego grandes cantidades de dinero, factor fundamental en toda candidatura.  
En ese tejemaneje político se encuentra la alianza PAN-PRD, en determinados municipios expone y le apuesta a la amnesia de los votantes, sin tomar en cuenta que pone en riesgo todo lo ganado, sin percatarse que lo que los electores aborrecen es todo vestigio del ominoso pasado.  
Como si no tuvieran ya demasiado, a los alvaradeños les ofrecen continuidad del duartismo. El amigo del alma, el “brother” de Javier Duarte: Octavio Ruíz Barroso, alcalde de Alvarado, conocido en el medio oficial además de formar parte de la lista de investigación de los 44 presuntos prestanombres de Duarte, como un sujeto soberbio, egocéntrico, pagado de sí mismo como sólo él puede comportarse; ahora pretende perpetuarse gobernando ese municipio, cuna del Huapango de Moncayo, considerado el “segundo himno” de México por su belleza y representatividad nacional.
Ruíz Barroso ha conseguido para su esposa, Marliz Platas de Ruíz, la candidatura por parte del PRD en coalición con el PAN para la presidencia municipal de Alvarado.
Los alvaradeños consideran como un monumento a la corrupción el muelle que Octavio Ruíz le mando a construir al eterno fugitivo Javier Duarte; una obra de más de un millón de pesos, para que Duarte se trasladara a esa localidad en su lujosa lancha italiana para celebrar en su suntuoso penthouse sus famosas “fiestecitas” romanas, como las que hacía en Tuxpan, igual con el apoyo del alcalde.     
El penthouse lo aseguró y recuperó la PGR. Con un valor de siete u ocho millones pesos, el inmueble está ubicado a la orilla del mar en Alvarado, el cual Octavio Ruíz dijo desconocer al momento de cuestionarlo. Igual que Pedro.  
Marliz Platas fue candidata por el PRI a diputada local en las pasadas elecciones. Los dirigentes del partido Morena la acusaron de utilizar los colores de ese partido. Aún así perdió la elección.
Marliz esta vez va a contender por la alcaldía de Alvarado, claro, con otra camiseta, apostándole al olvido de haber formado parte de un pasado ominoso.
En la localidad El Arbolillo, municipio de Alvarado, los colectivos de búsqueda de desaparecidos encontraron una fosa clandestina de la que se asoman restos humanos, 47 cráneos y se especula que haya más en ocho fosas clandestinas, en un extensión de 120 metros cuadrados, colindante con la Laguna de Alvarado. También ahí “nadie se dio cuenta de nada”, “no pasa nada” sostuvieron en todo momento.  
rvazquez002@yahoo.com.mx