EL MES DE LOS
LIBROS (II).
¿Estaba loco don Quijote de la Mancha ?
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
La presente columna es
una continuación y a la vez mi respuesta a las preguntas que dejé abiertas en
la publicación de la semana pasada las cuales fueron: ¿Qué nos estará tratando
de decir Cervantes? ¿Será que quien era considerado loco, realmente no lo era?
Si usted mi apreciado lector no ha leído la anterior columna, le digo que
naturalmente me estoy refiriendo a Miguel de Cervantes Saavedra y al personaje
que lo inmortalizó llamado Alonso Quijano, mejor conocido como don Quijote de
la Mancha.
El planteamiento en
esta ocasión es ¿Estaba loco don Quijote de la Mancha? o cuales fueron las
circunstancias y razones de fondo, para que
Cervantes creara en su novela a un personaje que en momentos era cuerdo
“Alonso Quijano” y en la mayoría del tiempo loco “Don Quijote de la Mancha”.
Los estudios doctos
sobre el Quijote nos enseñan que uno de los motivos principales para que
Cervantes creara loco a Don Quijote fue la locura del mundo, es decir, a través
de un loco de ficción, Cervantes desnudó la locura de la realidad.
Para que sea más claro lo
antes narrado, lo argumentaré con algunos ejemplos fáciles de comprobar. Si
Cervantes hubiese descrito a don Quijote como un hombre normal, cuerdo, no
hubiera sobrevivido ni el escritor ni el personaje, al escritor lo hubiera perseguido
la santa inquisición y al personaje no lo hubieran dejado cabalgar por todos
los rincones del mundo, porque no iban a permitir se imprimiera la obra.
Lo anterior señalado es
uno de los principales factores para que Cervantes dijera que la obra no era
suya, sino de Cide Hamete Benengeli un escritor moro, con lo cual se comprendía
que no tendría ningún respeto ni temor a la religión reinante, y
consecuentemente a Cervantes no podrían acusarlo de hereje, porque él solo está
transcribiendo textualmente la obra de otro escritor, pero además, la obra era
inofensiva porque se trataba de un pobre loco que solo provocaría risa.
La grandeza y habilidad
de Cervantes va más allá, creando un personaje loco, que en muchos momentos de
locuras actuó con más sabiduría, prudencia, sensatez, honradez y limpieza de
espíritu que los cuerdos, el escritor nos estaba desnudando con Don Quijote
quienes realmente somos los locos.
Por eso Cervantes y el
propio Don Quijote al final se ríen de
todos nosotros, porque nos demuestran que se hizo pasar por loco, y que la locura es nuestra por no comprender
en la vida los ideales, el mundo leyendo a un personaje loco quiso reírse y
distraerse y cuando el personaje nos dice “yo sé quién soy” los que quedamos
desnudos somos los aparentemente cuerdos.
En la segunda parte de
don Quijote publicada en 1615, un año antes de la muerte de Cervantes, en la
introducción nos anticipa un final triste, difícil, pero que nos confirma que Don
Quijote siempre supo quién era: “si la
primera parte es la historia de la búsqueda, la segunda es la del encuentro.
Desde el principio de la tercera salida don Quijote sabe que es “famoso”.
Sancho gobierna, y su amo se confirma en su papel: pero es también la historia
del inevitable y doloroso desengaño para los dos, “yo no nací para ser
gobernador Sancho,” ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano”.
Seria Don Quijote ¿un
burlador burlado?, la grandeza de esta novela es tan vigente que
don Quijote vale toda una vida, por algo el maestro Carlos Fuentes la leía una
vez al año y por algo el escritor José de la Colina siempre ha manifestado que
el Quijote es su Biblia.
De manera general
sabemos los motivos centrales de la locura de don Quijote, el loco que se hizo
pasar por loco jugó con nosotros, pero, ¿De a dónde surgió la inspiración de
Cervantes para escribir esta mágica novela?, porque es todo “un elogio a la locura” y esto ya me sonó
a Erasmo de Róterdam.
Como sé quién soy, si
mi locura por la literatura y ficción sigue vigente, lo veremos la próxima
semana, por ahora sigamos disfrutando del mes de los libros.
Correo electrónico:
miguel_naranjo@hotmail.com