El
problema está en la mente
Por:
Zaira Rosas
El sexenio de nuestro
Presidente Enrique Peña Nieto se ha caracterizado por sus frases y comentarios
desatinados, por hablar la mayor parte del tiempo de un país distinto al
percibido por la mayoría de mexicanos y por su incapacidad para responder a
preguntas simples o darles la vuelta. En días pasados su frase de la semana
fue: “Quienes digan que vivimos en un país que
está en crisis, crisis es seguramente lo que pueden tener en sus mentes, porque
no es lo que está pasando”.
Señor
Presidente, en efecto, tengo una gran crisis en mi mente, pero es producto de
mi realidad constante, de saber que hay 55 millones de personas en pobreza y
los programas que se diseñan para abatirla sólo funcionan para contenerla, pero
la realidad es que 48 de cada 100 mexicanos nacen pobres porque las condiciones
de desigualdad no se superan, al contrario, se vuelven cada vez más evidentes
tal como lo explica el neozelandés Toby Morris en uno de sus cómics.
Además de
la pobreza mi mente se llena de angustia por el dolor de todos los padres que
buscan a sus hijos, por el impacto que provocan los descubrimientos constantes de
fosas clandestinas, por el enojo de la falta de justicia en el país, por la
libertad a los criminales por el simple hecho de ser influyentes y no
pertenecer a ese porcentaje que lucha por sobrevivir, sino al 1% que acumula
las riquezas del 90% de la población. Mi mente está en crisis por ver el
sacrificio de mi país, porque mientras su esposa e hijas se lucen con vestidos
sumamente costosos de diseñador, hay niños que no tienen un hogar digno ni un
abrigo para el frío. Y el problema no son los miles de pesos invertidos en su
guardarropa, el problema es que se paga del erario público.
Vivo en una
crisis constante porque tengo memoria, porque no puedo olvidar a los
periodistas acribillados, a los que han callado y amenazado, no puedo olvidar
los problemas de educación en México, las injusticias contra maestros ni los
crímenes hacia estudiantes y aunque a usted se le olviden los libros que han
marcado su vida a mí no se me olvidan los atropellos de sus reformas ni la
necesidad de mejorar de fondo nuestro sistema educativo.
El
presidente señala que el eje de su administración ha sido impulsar a un México
próspero, ¿cuántos mexicanos caben en ese país que cree gobernar? porque he
visto prosperar a empresas como Grupo Higa, a su gran amigo Luis Videgaray, a
algunas figuras del espectáculo que tienen la oportunidad de viajar en el avión
presidencial, sí ese avión que nos costó más de 3 mil millones de pesos y que
no tenía ni Obama, e incluso a gobernadores que se jactaban de ser sus amigos,
pero a México no lo veo prosperar.
Veo a un
México limitado, no porque me centre en los aspectos negativos sin saber
valorar su talento, al contrario, creo que nuestra mente indiferente ha sido la
causante de fuga de talentos, que la ceguera e inmovilidad del miedo nos ha
hecho callar ante las injusticias más simples como la violación a una menor o
las desapariciones constantes. En efecto en la mente de los padres de Daphne,
de los desaparecidos, los voluntarios en la búsqueda de fosas y los periodistas
amenazados debe haber una crisis inmensa, la diferencia es que todas las
víctimas de la crisis que usted se niega a reconocer están tratando de aportar
soluciones reales, buscan acabar con un sistema corrupto, encontrar justicia o
hasta brindar seguridad por su cuenta porque se han hartado del miedo, mientras
tanto al otro lado del poder queremos seguir fingiendo que nada pasa y señalando
a culpables que dejamos ir, visitando a los pobres sólo cuando se acerca
temporada de elecciones y pretendiendo que en el país no hay crisis, todo es
mental.