lunes, 10 de abril de 2017



Esfera Política
Ricardo Vázquez Salazar
 
¡No más partidos políticos!
Imposible apartarnos de abordar lo que está sucediendo alrededor del mundo. La situación se torna demasiado tensa, se vislumbra más grave de lo que pudiera parecer. Las agresiones en distintas latitudes del planeta originan nerviosismo, en especial el lamentable ataque químico en Siria que acabo con la existencia de decenas de niños, la reacción de Estados Unidos en contra de ese país, alerta e involucra a varias naciones que se amenazan entre sí y ponen en riesgo un conflicto de dimensiones inimaginables.
Expertos analistas internacionales han coincidido y externado su preocupación que Donald Trump ha cumplido todas sus amenazas. En diciembre pasado, un mes antes de tomar posesión como presidente estadounidense, Trump tuiteó: “Estados Unidos debe reforzar y expandir enormemente su capacidad nuclear hasta que el mundo entre en razón respecto a las armas nucleares”.
Dick Cheney, exvicepresidente de EU reveló en una ocasión: “Al presidente de EU lo sigue en todo momento, 24 horas al día, un ayudante militar que lleva un maletín que contiene los códigos nucleares que utilizaría, y estaría autorizado a utilizar, en caso de un ataque nuclear contra EU. Él pudiera lanzar el tipo de devastador ataque que el mundo jamás ha presenciado. No tiene que consultar con nadie. No tiene que llamar al Congreso. No tiene que verificar con los tribunales”.
Los poderes del presidente son aún más extensos que los descritos por Cheney. EU no está comprometido con una doctrina de “no usar primero” en relación con las armas nucleares. Por lo tanto, Trump pudiera ordenar un ataque nuclear contra un adversario, incluso si EU no hubiera sido atacado. La idea de que Trump es demasiado errático para tener su dedo sobre el mítico botón nuclear se planteó repetidamente durante la campaña electoral presidencial. Hillary Clinton señaló que sólo transcurrirían cuatro minutos entre el momento en el que el presidente diera la orden de un ataque nuclear y el lanzamiento de misiles por parte de EU. Debido a que el presidente electo Trump es el comandante en jefe, nadie en una posición inferior en la cadena de mando tendría la autoridad legal para revocar su orden. Apuntó Gideon Rachman, columnista de Financial Times.
Propio de estos días.
Judas Iscariote después de haber traicionado a Jesús y darse cuenta del daño que le había causado se arrepintió, devolvió las 30 monedas producto de la felonía y se ahorcó. Los que traicionaron al pueblo veracruzano: los saqueadores de las arcas públicas durante el fidelato-duartismo, aún al percatarse de todo el desastre que ocasionaron, catástrofe que costó la vida de muchas personas inocentes, no se arrepienten, tampoco devuelven el dinero mal habido de manera voluntaria, mucho menos se quitan la vida; no deciden cortarse las venas, al contrario, optan por dejárselas largas igual que las uñas, están realizando todo tipo de movimientos para desvirtuar la adquisición de bienes producto del enriquecimiento ilícito y continuar haciendo de las suyas. 
Las finanzas públicas veracruzanas registran un déficit que impacta en todas las áreas en perjuicio de la población. Es de lo que muchos no toman conciencia y buscan pegarse a la ubre presupuestal de la manera más fácil y cómoda, porque la ley así lo permite.   
Lo describió el Premio Nobel de Literatura José Saramago: “Vivimos una democracia secuestrada, condicionada y amputada”.
Así, la partidocracia, representa un verdadero y pesado lastre para la democracia mexicana.
El surgimiento de nuevos partidos políticos significa una rabanera concentración de poder en manos de unos cuantos; nacen y se reafirman como simples agencias de colocación de cargos públicos, carentes de ideales y principios, despojados de valores y de compromisos con la sociedad.
En esa tesitura que la Carta Magna otorga todas las facilidades a cualquiera para crear un partido político, hay quienes no desaprovechan la oportunidad de formar uno nuevo, que por desgracia, lo constituyen completamente ajeno al interés público como debería ser, lo hacen con la simple intención de vivir de la política, es decir, del dinero de la población.
Pues bien, agárrese usted amable lector. No obstante las graves carencias públicas, herencia de los desgobiernos de Fidel y Duarte, este fin de semana se acaba de dar a conocer que tres  asociaciones políticas estatales han entregado al Organismo Público Local Electoral, OPLE, de Veracruz, su manifestación de registro para constituirse como partidos políticos. Fue la consejera Eva Barrientos Zepeda, presidenta de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos, quien informó de las organizaciones que aspiran a obtener el reconocimiento oficial: Izquierda Veracruzana, Partido Socialista de Veracruz y Asociación Política Liberal Veracruzana Benito Juárez.
No se puede precisar cuántos años tengan que transcurrir para reparar todo el daño causado por las dos nefastas anteriores administraciones estatales. Tal vez se requieran alrededor de cuatro, seis años o más, y destinar todos los recursos necesarios para resarcir por completo las afectaciones en salud, educación, en el campo, infraestructura carretera, urbana y demás.
Resultaría patético que en vez de construir, equipar y rehabilitar hospitales y escuelas, construir carreteras o reactivar el agro, se tenga que desviar ese dinero para satisfacer las ambiciones de unos cuantos, al entregarlo a tres nuevos partidos políticos, de llegar a autorizarse.
¿En serio no hay nada que puedan hacer para evitar que los veracruzanos tengan que soportar una carga mayor de la que ya han estado sufriendo?
¡No es justo!       
rvazquez002@yahoo.com.mx