viernes, 28 de abril de 2017

Esfera Política
Ricardo Vázquez Salazar
Los “niños” siniestros, viejos prematuros
Leyeron o escucharon el versículo que dice: “Sean como niños”. Pero estos entendieron mal o lo desvirtuaron y se hicieron como “niños”, sí, pero siniestros. Se dedicaron a causar destrozos con los que atentaron en contra de los veracruzanos. Cronológicamente no existió tal infancia, los engendros del fidelato despuntaron en una etapa de juventud avanzada, en el duartazo se consolidaron en la descomposición total.
Y pensar que todos y cada uno de los que conforman la maléfica camada se auto promovieron y expresaban: ¡Ya me vi! Recibían elogios de que en el futuro inmediato los imaginaban ubicados en la silla principal de la calle Enríquez; tuvieron aspiraciones de llegar a conquistar el sueño de gobernar Veracruz.
Le dieron un enorme zarpazo al erario público en todas las áreas, no hubo una que escapara al desgarre que afectó considerablemente la vida de los veracruzanos, principalmente a los de más escasos recursos.
Desde el poder centralizado en la Secretaría de Finanzas, lo mismo que en las unidades administrativas en cada una de las secretarías, de Salud, Educación, Desarrollo Social, Desarrollo Agropecuario y el resto, los “niños” perversos hicieron de las suyas, arrasaron con todo el dinero público.
No hay semana en que medios de comunicación nacionales no hagan mención de Adolfo Mota, Tarek Abdalá, Alberto Silva, Édgar Spinoso, Juan Manuel del Castillo, Erick Lagos, Jorge Carballo. Algunos de estos formados en la famosa oficinita de dos por dos, como auxiliares de Fidel Herrera, en el Senado de la República, de la que tanto hablaba con orgullo el actual reo Javier Duarte, de haber sido su escuela.
La incertidumbre y la angustia los está consumiendo, saben que si bien de momento no lleguen a ser desaforados, y aunque falte poco más de un año para que se les termine la inmunidad legislativa federal y local, es una situación que no los deja conciliar el sueño.
Por otro lado, tal y como lo comentamos, que no teníamos la menor duda de que la DEA y el FBI le seguía los pasos a Javier Duarte, que posiblemente lo traían corto, no sería nada extraño que las mismas autoridades estén tras los rastros de los que adquirieron residencias en The Woodlands, en Houston, pues para los encargados de la seguridad y la justicia estadounidenses, les puede llamar la atención que se trata de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y por consiguiente delincuencia organizada. Con mayor razón porque han de saber que el ex secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Arturo Bermúdez, quien adquirió propiedades en ese complejo residencial,  se encuentra en prisión.   
Los otrora “niños” engendros políticos de Herrera y Duarte, no pueden despojarse de la intranquilidad por el enriquecimiento ilícito y sobre su futuro que les depara; esto los hizo envejecer prematuramente a gran velocidad. Basta observar las imágenes de hace dos años a las actuales, que detrás la aparente sonrisa, han encanecido, la frente se les amplió, la preocupación en el rostro los delata.  
Los “niños” de Fidel y Javier, aficionados a Los Simpson, en especial de Burns Montgomery y de sus expresiones, singular -como todos los personajes de esa serie televisiva-, magnate propietario de la Planta de energía nuclear de Springfield, en la que labora Homero Simpson; mejor conocido como el señor Burns, adicto a los estupefacientes, utiliza su poder y riquezas para hacer lo que le place sin pensar en sus consecuencias, abrigado por la impunidad, es característico por sus frases cáusticas: "Hay que desviar el suministro del orfanato. ¿Ante quién van a protestar? ¿Sus padres?", o la otra de "¿Un dólar a cambio de la felicidad eterna? Mmmm prefiero quedarme con el dólar".
rvazquez002@yahoo.com.mx