La disputa por Duarte
Por Salvador Muñoz
La detención de Javier Duarte de Ochoa remonta al chiste del
conejo caído justo en la línea fronteriza, donde un cazador mexicano y uno
gringo se disputan el trofeo… los yunistas y panistas lo hacen suyo y por otro
lado, los anti-yunistas consideran que es un logro de la PGR.
Hay notas que reportan que la Auditoría Superior de la
Federación en noviembre de 2014 interpuso denuncias por diversas
irregularidades en la administración del Gobierno estatal.
Quién no recuerda que Miguel Ángel Yunes Linares, en su arranque
de campaña, un tres de abril del 2016, interpuso denuncia ante la Fiscalía de
Veracruz, contra Javier Duarte de Ochoa y compañía por presunto
enrique-cimiento ilícito estimado en 35 mil millones de pesos.
El 24 de mayo de 2016, el portal Animal Político exhibe el
reportaje Empresas Fantasma, donde desde el Gobierno estatal utilizan el nombre
y firma de promotores del voto del PRI, crean empresas que registran como
proveedoras del gobierno y un grupo de funcionarios, cercanos al gobernador, se
asegura de que les otorguen a las “empresas” contratos, vía adjudicaciones
directas o licitaciones cerradas.
El 19 ó 21 de septiembre del mismo año, la PGR atrae por
conexidad, la denuncia que interpuso Yunes Linares. Días después, el 13 de
octubre, la Procuraduría obtiene una orden de aprehensión por dos delitos en
contra de Javier Duarte de Ochoa: operaciones con recursos de procedencia
ilícita y delincuencia organizada. Dos días después, Duarte de Ochoa huía de
Veracruz en calidad de Gobernador con Licencia.
Sería uno mezquino no aceptar que tanto la Auditoría
Superior de la Federación así como el mismo Miguel Ángel Yunes Linares, y sin
duda, el trabajo periodístico de Animal Político, de un modo u otro, fueron
activos importantes para que las autoridades federales (entiéndase éstas, como
el presidente de la República y los titulares de la PGR y SAT) se vieran
obligados a voltear sus ojos al Gobierno de Javier Duarte de Ochoa y es posible
que al de otras entidades.
Ahora, una vez dados esos primeros pasos, las denuncias
contra Javier Duarte de Ochoa (tanto judiciales como periodísticas), era
menester que las autoridades encargadas de atender el asunto, trabajaran en
ello.
(Paréntesis: De acuerdo, Yunes Linares hizo lo que tenía que
hacer, pero alabanza en propia boca…)
En lo particular, desde este espacio y la columna Números
Rojos de Brenda Caballero, se siguió el esfuerzo que elementos de la Agencia de
Investigación Criminal de la PGR y del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional iniciaron en octubre, después de que se libera la orden de aprehensión
contra Duarte de Ochoa.
La hipótesis que se planteó desde un principio por parte de
este equipo, al final, dio resultado: La familia.
Quizás algunos recuerden cuando el señor Tony Macías, una
vez que se hizo cargo de sus nietos tras la fuga de su yerno, intentó varias
veces evitar que la AIC de la PGR realizara su labor de espera, con la idea de
que tanto Javier Duarte como Karime Macías llegaran un día al domicilio de los
suegros para ver a sus hijos.
Quizás algunos recuerden la mudanza a Tuxtla Gutiérrez, de
la familia Macías Tubilla con nietos… y allá iban a la caza del ex Gobernador
los de la PGR...
Quizás recuerden el cateo a la casa de Mónica y hasta la
visita al Justo Juez de las consuegras para pedir el milagro… y siempre atentos
los de la PGR en espera de que llegara Javier.
Al final, el hecho tangible, palpable, asible, es decir, la
detención de Javier Duarte, fue ejecutada por la Interpol en cooperación con la
PGR donde al final, la hipótesis de la familia rindió frutos… aunque esta
historia aún no concluya.
Lo cierto es que la detención de Duarte de Ochoa no debe ser
vista como el chiste del conejo, donde las partes involucradas se lo disputan
con una patada en los… “desos”.
smcainito@gmail.com