TIERRA
DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez
¿De qué hablamos cuando hablamos de
corrupción? (2/2)
A nivel
internacional, debemos parafrasear que un fantasma recorre el mundo: el
fantasma de la guerra, y tal parece que sin querer queriendo todos contribuimos
a su manifestación, empezando desde la violencia intrafamiliar hasta llegar al
uso de las nombradas “madre de todas las bombas” estadounidense y “el padre de
todas la bombas” rusas. Pal caso significa destrucción, aniquilación, adiós
mundo cruel, y no hay vuelta de hoja.
En el terreno nacional, ya lo
mencionamos, la guerra es de todos los días, tiempos violentos en cada rincón,
en cada odio que se nos acumula bajo nuestra piel y, de pronto, estallamos, y
nos dejamos llevar: ojo por ojo… Cada vez más desconocemos al prójimo y nos desenchufamos
nosotros mismos.
Hay mucha gente en el mundo, pero
todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios, escribió Rainer María Rilke. Ante el aumento de máscaras
y simulaciones, quién carajos tira la primera piedra. Y pensar que celebramos este
mes Día del Niño. Por Dios, qué mundo les estamos dejando. ¿Habrá mundo?
Fatídico futuro, si lo hay.
Rafael Chirbes decía que a la gente le da
todo igual; mientras no le tiren la basura del otro lado del muro, ni le llegue
el olor de podredumbre a la terraza, se puede hundir el mundo en mierda.
¿Quién está libre de corrupción? Risa y
coraje me da lo expresado por el ex presidente Salinas de Gortari, que México
enfrenta el problema de las “ies”: inseguridad, injusticia e insuficiente
crecimiento. ¡Mira quién habla! Pero dejando a un lado su larga cola historial,
nuestro país padece otras “ies”: impunidad, ingenuidad, ineficiencia,
intolerancia, ignorancia... y hasta imbecilidad. Conceptos aplicados según el
contexto y como le quede el saco.
Estamos
de la chingada. ¡Morenaza!, ¿esperanza de México? ¿Pa dónde jalar? ¿A qué color
le apuesta? ¿Acaso no perciben el tufo que emana de la alcantarilla sociedad
–suciedad-, por cada poro de los engaña veintes políticos mexicanos y, cuidado,
¡es contagioso!
Ramón de Campoamor escribió: “En este
mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se
mira”. Ustedes perdonen, pero Hitler dijo (¿se repite la historia?): “Las
grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña”.
Los días y los temas
¿Política
mexicana o política a la mexicana? No es lo mismo “chuleta mexicana que chuleta
a la mexicana”; tampoco es lo mismo “huele atrás que atrás te huele”. En la política
hecha en México, sabemos muy bien que las leyes tienen boquetes y están
abolladas; que seguiremos unos a chingar y otros a no dejarse. Chingones actores
políticos… ¿Será que todos somos Eva? ¿O sólo nuestros políticos, autoridades,
clase empresarial y religiosa son Eva?
¿Quién dirige el espectáculo? ¿Quién
mueve la cuna?
De cinismo y anexas
Por el Día Internacional del Libro, va
“El extranjero”, de Charles
Baudelaire:
-¿A
quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu
hermana o a tu hermano?
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!