jueves, 4 de mayo de 2017

Esfera Política
Ricardo Vázquez Salazar
 
Para gobernar Xalapa
A un mes de que el electorado tome decisiones en cada municipio para elegir a la persona que le habrá de otorgar su confianza como primera autoridad, a lo largo y ancho de la entidad veracruzana se viven condiciones muy distintas al resto del país, por todo lo ocurrido con la pasada administración estatal, que en algunos municipios hubo alcaldes que de una forma u otra, en diferentes aspectos contribuyeron al desastre ocasionado.
Desde ediles que le celebraban fiestecitas romanas al anterior gobernador, con cargo al erario; los que se colocaron de tapete para facilitarle cualquier acto de corrupción, los que le construyeron lujosos inmuebles, hasta los que nunca dejaron de nadar de a muertito y “no sabían” de la existencia de fosas clandestinas, ni de la presencia de la delincuencia organizada en sus municipios.
Xalapa es todavía más peculiar, por tratarse de la capital del estado, sí, pero algo más, la mayoría de los ciudadanos, directa o indirectamente fueron testigos de los abusos, excesos, del atraco desenfrenado a las arcas estatales, y de lo más estúpido: de la ostentación de enriquecimiento ilícito, de quienes de la noche a la mañana su estilo de vida alcanzó un estatus económico inconcebible, sin tener ningún recato para exhibirlo.      
Todo esto lo tienen muy presente Alejandro Montano Guzmán, está consciente de ello, conoce perfectamente a lo que se enfrenta al haber aceptado la candidatura a la alcaldía de Xalapa por el Partido Revolucionario Institucional, instituto en el que ha militado toda su vida.
En el arranque de su campaña, Alejandro Montano muestra como siempre ha sido así, claros matices de sensatez y sensibilidad, reconoce que entró a la contienda electoral “porque nadie quería”.   
“Les pido con humildad que me den su confianza. Yo no me siento cercano a los que engañaron a Veracruz, quiero aportar mi experiencia como ciudadano responsable”, expresó el abanderado priista.
Montano Guzmán hizo lo que otros debieron haber hecho y no lo hicieron: pidió perdón a nombre de su partido, el PRI, por los actos ilícitos incurridos por funcionarios priístas en el pasado.
A Montano, su ADN y su formación militar le dieron carácter, es de una sola pieza, sin dobleces ni titubeos, ajeno a la simulación y despojado de poses. 
Durante su función como secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Miguel Alemán, en esa época los veracruzanos vivían con tranquilidad, la gente salía a la calle con toda confianza. La experiencia de Montano resultaría sumamente valiosa en estos momentos.
Sabe que no la tiene nada fácil, que son un pesado lastre los partidos que lo postulan, el PRI y el Verde; que no cuenta con el apoyo del aparato estatal. Pero tiene algo muy apreciable en estos días: el dominar un área prioritaria como es la seguridad, y las agallas que se requieren para gobernar el municipio, la voluntad para trabajar y dar resultados, en beneficio de los xalapeños.
rvazquez002@yahoo.com.mx