O
P I N
I Ó N
Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
-El “vómito
negro” funcionó. Parece que sí.
Estamos casi a la
mitad de las campañas del importante proceso electoral por medio del cual se
renovarán los 212 gobiernos municipales de esta entidad, que tendrá una
influencia determinante para la elección del próximo gobernador de este Estado,
la que a su vez, tendrá una importante influencia en la elección del próximo
Presidente de la República.
Elección, la
actual, se está dando en medio de situaciones muy graves para la vida tanto de
la sociedad veracruzana, como para la economía y en especial en el aspecto de
la seguridad pública y el político de este Estado.
Pues desde que
inició el mal llamado “gobierno del cambio” en estas tierras, que a la fecha no
sabemos porque se autodenomina así, pues no ha habido realmente un cambio, a la
actual administración panista-perredista, que tiene bajo su responsabilidad
Miguel Ángel Yunes Linares, se le ha
pasado el poco tiempo que detentará el poder, en venganzas de tipo personal y
en algunos casos, por desgracia los menos, en aplicación de la justicia. Pero
en beneficiar a la población veracruzana, nada. Pues los índices de
criminalidad en todos sus aspectos en lugar de haber ido a la baja, como se
prometió que sucedería desde el pasado 1 de diciembre del 2016, van a la alza y
lo hacen en forma alarmante. Según información proporcionada por el Sistema
Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Por lo que por lo
menos aquí en Veracruz, las fuerzas del orden de nivel estatal y federal que
supuestamente están operando y se reúnen cada semana con el titular del Poder
Ejecutivo del Estado, para evaluar cómo va la complicada situación, por el
momento están quedando muy mal.
Así pues, mientras
el poder gubernamental estatal se la pasa, a manera de taparle el ojo al macho
y perdiendo el poco tiempo que estará en Palacio de Gobierno de Xalapa (19
meses), atacando a todos aquellos que no se pueden defender, como es el caso
del doctor Flavino Ríos Alvarado, la sociedad veracruzana sufre a diario
levantones, secuestros, asaltos en la vía pública y en sus hogares. Así como
también lo que queda del comercio organizado, la creciente ola de asaltos a
mano armada la mayoría de ellos, que a diario sufren a lo largo y ancho del
territorio veracruzano, en los lugares en donde están sus negociaciones.
Situaciones que
parece no importarle al responsable de esta administración estatal, pues en
lugar de eficientar y dejar de exhibir como corporaciones ineficientes a las
fuerzas del orden del Estado y también a las de la Federación, coordinándolas
como lo dice el nombre de sus reuniones semanales. Le da toda la atención a la
persecución de los que considera dentro de sus delirios como enemigos
personales. Como ejemplo de lo señalado, tenemos en estos días el caso de la ex
servidora pública de la asaltada
Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Caro Jessica Moreno Torres, cuyo
pecado es, ser cuñada del que hasta el momento todo indica será el próximo
Presidente de la República, el líder del Movimiento de Regeneración Nacional
(MORENA), Andrés Manuel López Obrador. Tratando de fincarle responsabilidades
de tipo económico, las que como puede que sean ciertas, puede también que no.
Pero cuando se tiene el poder, todo se puede, en especial cuando la mayor parte
de los servidores públicos que están en funciones, todo le deben a su ex
priista gobernador.
Otro de los asuntos
que están en los medios locales, estatales, nacionales e internacionales - impresos, hertzianos y electrónicos- la trampa en que cayó la ex legisladora
local Eva Cadena, por su inexperiencia y también poca honestidad, que tiene
como principal intención bajar el nivel de aprobación que tiene el dirigente de
MORENA a nivel nacional, pues el miedo de que gane aquí un buen número de
alcaldías, no solamente pondrá en entredicho la eficiencia del manejo político
electoral del Partido Acción Nacional aquí, también la elección presidencial.
Así a manera de
resumen tenemos un proceso electoral con persecuciones de servidores públicos
menores a excepción del doctor Flavino Ríos Alvarado, caso de total venganza
política. Pero y la pregunta es: ¿Y los peces gordos cuándo? A excepción del
ladrón Javier Duarte de Ochoa que ya está preso en Guatemala, por acciones de
aquel país y la Procuraduría General de la República (PGR), los demás, están
aquí y no les pasa nada. Solamente hay que ver en la LXIV Legislatura local y
también en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión e iniciar los
procesos de desafuero. Lo que son procesos apegados a la ley. Pero será como lo
manejamos en este espacio el pasado lunes, el llamado “vómito negro” ¿funciono?
Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com