TIERRA
DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez
Y la corrupción va…
Lo he dicho
en otras ocasiones, por celebraciones no paramos. Cada día es día de algo o de
alguien, nacional o internacional; las hay por causas realmente nobles y resultados
urgentísimos; otras como sacadas de la manga; unas más por ocurrencia
gubernamental –cada idiotez-, sin olvidarnos de las conmemoraciones ideadas por motivaciones
comerciales “desconocidas”. Repito, por festividades no paramos y el mundo
sigue igual, encaminado hacia lo peor, con un pie, o los dos, en el borde del
abismo, y continuamos con charlatanerías, con buenos deseos y minúsculas
acciones concretas, simplemente porque hemos aprendido a que todo nos vale
madres, nos cobijamos en la indiferencia, recurrimos a lo que ya es imposible
desterrar: la corrupción, y no hay quien escape de ella, ya sea activa o
pasivamente.
Todos, sí, estamos hasta la madre,
encabronados, pero pocos estamos dispuesto a asumir nuestra responsabilidad que
es hacer frente a la corrupción, sean las consecuencia que sean, vaya, aunque
nos lleven los pingos. Antes bien, actuamos de tal o cual manera porque creemos
que es pequeñito el pecado y no pasa nada.
Es bueno protestar, gritar, pero hay
que hacerlo con la acción consecutiva y con el ejemplo. De nada sirven las
palabras vacías, carentes de significados, o aquellas palabras que emite quien
ni siquiera las entiende. Eso de que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu
derecha (“…cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda
lo que hace tu derecha”), como que empiezo a no entenderlo y hay que actualizar
su significado y contexto, porque huele mal, con eso de que todo lo
desvirtuamos pero a nuestro favor e intereses particulares.
Hace unos días un taxista, realmente
encabronado, me dijo que “todo este desmadre que hacen los políticos, diputados,
gobernadores y presidente, todos, todo eso se resuelve con el desafuero y que
en serio se apliquen las leyes”. Comparto su enojo.
“De acuerdo a cifras estimadas por el
INEGI, el costo de la corrupción en México está en constante aumento. Una
estimación del costo anual de la corrupción, desde el año 2000 en adelante,
muestra que en diecisiete años esta cifra pasó de los 672 mil millones de pesos
en el año 2000 a 2.1 billones en 2016”. (parametría.com). Ahí nomás. Y la
corrupción va…
Los días y los temas
La diputada Dulce
María García López recibió el respaldo de compañeros homólogos del Congreso
estatal, al presentar la Iniciativa de reforma a la Ley de Pensiones del Estado
para abatir el problema de vivienda de
los trabajadores de base y de confianza de la Entidad.
Expuso: “Estipular en la Ley los
préstamos hipotecarios como una prestación obligatoria, es un primer pasó, es
trazar el objetivo sobre el cual el Ejecutivo, el Legislativo, el Instituto de
Pensiones y demás autoridades de los tres órdenes de gobierno, deberemos
trabajar para garantizar efectivamente los derechos humanos de todos los
trabajadores al servicio del Estado, especialmente, el de tener una vivienda
digna y decorosa”. Esperamos pronto sea dictaminada, aprobada y, desde luego,
fluya la lana.
En tanto, interesante, necesaria y
urgente la Iniciativa ante el Congreso de la Unión para adicionar a la Ley
Federal del Trabajo un Capítulo Especial denominado “Trabajador periodista”, a
fin de reforzar y materializar las aspiraciones de trabajo “digno” y “decente”
que ampara las leyes respectivas. Bien por la diputada Mariana Dunyaska García
Roja y el grupo legislativo del PAN.