Los Políticos
De taxis y cocheras
Por Salvador Muñoz
Hoy me di cuenta de una cosa… mi hija nunca me
da el número de taxi que aborda al salir de su lugar de trabajo… aunque tiene
como sistema, hablarme cada vez que se dirige a su casa como también hacerlo
cuando entra a ella.
También me di cuenta de otra cosa: es a su
“momio” a quien le da el número del taxi que aborda y a su madre le manda un
mensaje con dicha información.
No generalizamos, pero lamentablemente se ha
generado un especie de desconfianza hacia este gremio ya sea por lo que se
cuenta o por la experiencia propia de mi hija o la mía… recuerdo que en una
ocasión, dos cuadras después de haber abordado un taxi, pedí que detuviera la
unidad, le pagué y descendí: conducía como loco. Aunque debo suponer que las
damas tienen más historias terribles que contar a bordo de un taxi…
II
Entiendo la necesidad de mucha gente por una
fuente de empleo como suele ser chofer de taxi, pero creo que cuando se dio de
manera indiscriminada la repartición de placas, el oficio perdió calidad y pues
lamentablemente para el usuario es un asunto azaroso aunque hemos de ser
justos… hay taxistas que tienen un mal día cuando un cliente resulta ser un
“higadito”, pero al final, el prestador del servicio es el chafirete, el
ruletero, el macalacachimba…
Por eso, ahora que se dice que Seguridad
Pública checará que haya orden en vehículos de transporte público en cualquiera
de sus modalidades, se espera que en verdad haya orden tanto en la unidad como
en el chofer.
Al menos tengo fresca en la memoria ese taxi
7510 que una tarde encajueló a un perro y de vez en cuando llega por el barrio
a saludar al supuesto “dueño” del can…
III
Al ordenamiento del transporte público debiera
seguirse también al del particular. ¿Ha tenido un percance con un vehículo y
resulta que éste carece de seguro? Entiendo que la situación económica no está
para invertirle a un seguro, incluso, que una moto o un carro es para muchas
familias casi como un miembro más en el hogar, porque es el que lleva a los
chavos a la escuela, a la señora a su trabajo y al señor igual; el fin de
semana, los acompaña a la Murillo Vidal para pasar un rato en la Vía Recreativa
XL de Américo Zúñiga (Gol) o mínimo, para ir a placear… en serio, entiendo eso
y a veces igual entiendo que anden sin placas, sin luces, con placas viejas (ya
no hay pretexto, se supone que ya las suministraron)...
Ahora, no sé de quién sea competencia, si de
Tránsito o autoridades municipales, o de ambos… por una u otra razón, tengo que
tomar la avenida del Café hasta la calle Aquiles Serdán y doblar a la derecha.
A pocos metros de hacerlo, de repente se cierra la calle porque alguien tiene
la ocurrencia de estacionar cinco o más taxis sobre la calle transformando la
rúa en un solo carril. Esto, casi esquina Circuito Morelos. ¿Les ha pasado?
IV
Pero eso no es todo… hace casi siete años, se
abrió un conjunto habitacional pequeño, pero agradable… el Circuito Jacarandas.
Igual entiendo la necesidad de las familias por expandirse pero en lugar de
hacerlo hacia arriba ¡lo hacen hacia el frente! mandando a la goma el estacionamiento
que por Ley, establece que toda construcción o casa, debe tener. Entonces, la
entrada de esta unidad que tenía espacio para dos carros de basura grandes, al
ocupar la calle de ambos lados como estacionamiento, deja lugar sólo para que
pase una camioneta de regular tamaño.
En la colonia Peñascal, calle Orizaba, me
encontré una perla del valemadrismo, alcahueteado por los mismos vecinos, como
en Jacarandas: un vecino sacó su estacionamiento abarcando parte de la
banqueta, agregue que son unas miserias las dimensiones de la banqueta,
entonces literalmente se apropió de ella con la cochera.
V
Dirá usted: ¿Qué chingaos le importa a este
buey si el taxista es gandalla, si se apropian de las calles, si desaparecen
cocheras o se apropian de las banquetas? Bueno, quizás porque siempre está uno
que si el gobierno municipal, que si el estatal, que si Peña Nieto… pero muchos
de nosotros, como prestadores de servicios, como ciudadanos, somos igual o peor
de quienes nos quejamos… y me incluyo, porque cuando le pregunto a mi hija el
porqué a mí no me dice el número del taxi pero sí a su novio y a su madre, me
responde de una manera muy simple:
–Es que eres cortante…
–¿Cómo?
–Sí, te digo “ya salí” y la primera respuesta
que me das es “manda mensaje cuando llegues” y cortas…
Por supuesto, cambié la táctica. Ya no le pido
que me diga si salió del trabajo… conque me diga el número del taxi me doy por
bien servido para responderle: “manda mensaje cuando llegues”.
smcainito@gmail.com