viernes, 11 de agosto de 2017

Esfera Política
Ricardo Vázquez Salazar
¡Es la impunidad! No el maquillaje partidista
Por el contenido de la expresión pareciera como si estuviera uno viendo la escena de una película de ciencia ficción, en la que un alienígena se introduce en el cuerpo de una persona y sorprende a todos al soltar una auténtica incoherencia: ‘‘¡La militancia está hasta la madre de las imposiciones! De que no se respete y ahora quieren quitar los requisitos. ¿Abrir el partido a quién? Si tenemos militantes que pueden representarnos en la candidatura presidencial’’. Es lo que se escuchó del ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruíz Ortiz.
Recordado como represor, el ex mandatario oaxaqueño se inconformó porque retiraron los candados partidistas, con dedicatoria rumbo a la sucesión presidencial; de haber puesto “piso parejo” por parte  del Consejo Político del partido que lo hizo gobernador, el PRI, para quienes aspiren a contender para relevar a Enrique Peña Nieto, cuando todo mundo sabe que el mismo Ulises Ruíz llegó a la gubernatura por la artimaña que hoy critica, por el dedazo, la tradicional imposición de candidatos que desde siempre ha imperado en el Revolucionario Institucional y en cualquier otro partido.
“El tricolor no puede ser un taxi para llevar a Los Pinos a cualquiera sin compromiso’’, se quejó el ex mandatario oaxaqueño.
Habrá que ver si el sábado en la Asamblea Nacional, Ulises Ruíz, por no estar de acuerdo con las modificaciones, a manera de protesta se desnuda o mínimo se rompe la vestimenta.       
Lo que a muchos delegados del tricolor no cayó bien y tuvieron que tragar sapos, fue cuando se propuso que ya no podrán eternizarse pegados a la ubre presupuestal como diputados y senadores plurinominales de manera consecutiva. Si quieren ir nuevamente al Congreso tendrán que ir a pedir el voto a las calles.
Los delegados priIstas se mostraron de acuerdo en que los escándalos de corrupción de ex gobernadores son una herida abierta que lacera la imagen de su partido, por lo que se propuso reformar su Código de Ética Partidaria, con el cual pretenden hacer expedita la investigación cuando se acusen actos de corrupción por parte de sus militantes y funcionarios a nivel federal, estatal o municipal. Se pronunciaron porque el PRI sancione severamente las conductas de corrupción de sus funcionarios de gobierno.
Sobre esta última modificación la población se cuestiona: ¿De qué sirve que a los corruptos los sancione su partido?
A Javier Duarte de Ochoa lo expulsaron del PRI. ¿Acaso esa medida representó algún beneficio o remedió en algo todo el daño que provocó?
¡Por supuesto que no!
No sirvió absolutamente de nada.
Los veracruzanos y los mexicanos en general tienen pleno conocimiento que la corrupción no se combate con maquillajes partidistas. Lo que se requiere es que la clase política de todos los partidos hagan conciencia de que lo que este país necesita es terminar con la impunidad.
Está más que visto que cuando se ventila un acto de corrupción, lo primero que hacen las corrientes partidistas es salir en defensa o justificar a su correligionario, no importa si haya sido captado in fraganti cometiendo una fechoría. Trátese del partido que se trate.   
Veracruz es un claro ejemplo de esto, no obstante todo lo ocurrido y que el Revolucionario Institucional ha sido devastado por el electorado; partido sin pies ni cabeza, fracturado, empecinado en continuar defendiendo a los partícipes del atraco a las arcas estatales, responsables de todo el desastre ocasionado, bajo el repetido argumento vuelto un clásico: “No le han comprobado nada”, al salir en defensa de cualquier acusado con fuero o sin fuero, actitud con que la demuestran total falta de sensibilidad y voluntad, y que a la vez alientan la indignación de la población.  
Este fenómeno se puede volver a presentar con las Reinis y las Barbies que tienen el fierro marcador bien puesto en la frente, identificadas como parte del desastroso pasado, contagiadas de indolencia. No se puede esperar otra cosa que no sea una derrota contundente en las urnas, en caso de que sean vestidas de tricolor o de tucán.     
Por consiguiente, aferrarse a sostener la impunidad les puede seguir acarreando más derrotas en las urnas.  
rvazquez002@yahoo.com.mx