O P I N I Ó N
Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
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El panorama para el 2018
2018 es sin lugar a dudas uno de los años
más difíciles para la desprestigiada partidocracia que tiene el monopolio para
ingresar a la función pública en nuestro país.
Pues en los diferentes procesos electorales
que se han realizado durante los últimos tres o cuatro años, se ha tenido la
experiencia de lo efectivas que han sido las coaliciones, desde el punto de
vista del número de votos que han logrado y que las ha hecho lograr ganar
algunas gubernaturas y presidencias municipales a lo largo y ancho del
territorio nacional.
Lo anterior independientemente de la
desaparición de la ética política que tiene y debe practicar cada partido, pero
que de algunos años a la fecha han demostrado que la ética es lo que menos les
importa, así como la ideología que es la base de sus principios o sea el
principal motivo de su existencia y de lucha para participar en la vida pública
de esta nación.
Teniendo también como consecuencia negativa
para la mayor parte de los institutos políticos que tienen registro ante el
Instituto Nacional Electoral (INE), el que al participar en alguna coalición
tienen la obligación de compartir los cargos por los que compiten, en otras
palabras el poder. Situación que para los que representan una mayor fuerza
electoral no le es de todo agradable y por el momento está siendo la causa que
algunas de estas coaliciones que se tienen en proyecto para el 2018, estén en
riesgo de no consolidarse.
Como un claro ejemplo podemos citar la
situación que está enfrentando la señora Barrales, presidente nacional del
Partido de la Revolución Democrática (PRD), al haber hecho la interesante y
peligrosa invitación a los otros partidos contendientes para formar un frente
amplio para las elecciones del año próximo y así enfrentar al Partido
Revolucionario Institucional (PRI) y sacarlo de la residencia presidencial de
Los Pinos definitivamente. Pero por las respuestas obtenidas hasta el momento,
todo parece indicar que tanto el PRD y los aliados que logre convencer también
tendrán que enfrentar al también por el momento precandidato más duro de vencer
y convencer que es André Manel López Obrador, dirigente y creador del
Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Así pues, tenemos que las principales
fuerzas políticas contendientes para la renovación de la Presidencia de la
República, del Congreso de la Unión, de algunas gubernatura, congresos
estatales y presidencias municipales, solamente están: MORENA, PAN, PRD y PRI.
(citados en orden alfabético, para que no se especule con otra cosa). Pues lo
demás, la llamada chiquillada, todos participaran en coalición con algunos de
estos cuatro.
Hasta el momento el pronóstico de cual
ganará, todavía es muy incierto, aunque en la opinión pública nacional, Andrés
Manuel López Obrador es el personaje que cuenta con una gran simpatía. Más no
por eso podemos decir que será el ganador. Hay que esperar. Hasta el miércoles.
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