En pie de lucha…
MI ACTA DE NACIMIENTO
Por Inocencio Martínez Cortés
El acta de nacimiento nos da
identidad, es el documento donde queda plasmado quienes son nuestros padres, el
lugar, fecha y hora de nacimiento, y lo mejor el nombre que tuvieron a bien ponernos
nuestros padres.
Por ley todo individuo tiene
derecho a la identidad, es por ello que la primer acta donde quedamos asentados
es gratuita, basta con acudir a la oficialía para que el encargado del registro
civil de inmediato levante el acta para ingresar a las estadísticas y así
seamos parte del grueso de la población como nación.
En el acervo registral del
archivo estatal de la Dirección General del Registro Civil y de las oficialías
encontramos verdaderas joyas sobre la identidad de los veracruzanos, existen
actas de todos los actos registrales, de
actores, cantantes, bailarinas, deportistas, poetas, escritores, en fin es
basta la información que contiene.
Hay un pequeño detalle,
existen un sinnúmero de errores e inconsistencias, ajenas a la voluntad de los
usuarios, hechos que por falta de revisión nos damos cuenta cuando somos
adultos y requerimos el acta para trámites personales, es ahí cuando entramos
en pánico buscando culpables para responsabilizarlos de tan grave error.
El problema se resuelve por
la vía judicial cuando se trata del
nombre o no existe la inscripción del acta en los libros que lleva el registro
civil o por la vía administrativa por errores ortográficos o gramaticales en
los demás rubros, el usuario debe promover las acciones ante el juzgado
correspondiente y registro civil del lugar donde fue asentado.
Usted puede conocer las
raíces de su existencia solicitando los actos registrales de sus antepasados,
ya sea con información requerida o mediante una búsqueda y localización del
acto registral.
Hago la sugerencia de
conservar nuestros documentos, debido a que en cualquier momento podemos sufrir
acontecimientos sobrenaturales o provocados, donde los archivos sufren la
perdida de la información que nos sirve en cualquier momento de nuestras vidas,
así que conservando la evidencia podremos recuperarla para la reposición del
acervo registral.
Existen oficialías que no
cuentan con archivo completo debido a que en su época sufrieron
incineraciones e inundaciones, tal y
como sucedió en el año 2016 en el archivo del municipio de Catemaco Veracruz
donde más de trescientos libros se convirtieron en cenizas, provocado por el
vandalismo de unos cuantos inconformes con su autoridad.