martes, 16 de junio de 2020

BANQUILLO POLÍTICO

Por Francisco Mar Morales

La Política y el Político de Hoy 

“PARA TODOS LOS VERDADEROS POLÍTICOS DE VERACRUZ Y DE MÉXICO”


En el transcurso de la vida se nace, se crece, se reproduce e indudablemente por ley de vida, el ser humano fenece. A lo largo de la historia, el hombre perdura en el pensamiento por las obras que realiza durante las diversas etapas de su vida.

Pero para trascender y ser recordado, un político debe realizar algo más que eso, es menester la realización de obras con las cuales la sociedad lo recuerde con aprecio y estima verdadera.

El político de hoy debe mantener siempre una gran sonrisa, la cual sea franca y sincera, que seduzca e inspire confianza. Asimismo, el político debe obedecer el imperativo de ayudar a toda costa, y sobre todo a quien menos tiene.

Un político excepcional, debe tener nobles sentimientos, preocuparse por la familia, la esposa, los hijos y tener una gran vocación de servicio para con la sociedad; tener bien cimentados estos valores, le redituará frutos y buenos dividendos en el futuro.

Un buen político, debe indudablemente prepararse día con día, para con ello labrarse un gran porvenir y un futuro promisorio, ello lo podrá alcanzar teniendo como arma política la educación permanente.

Para que un político realmente se consolide, y se conserve en el ánimo de la ciudadanía, no debe perder nunca el sentido del equilibrio en el arte de gobernar.

El político, cuando quiera trascender, deberá dominar una de las artes más difíciles como lo es saber escuchar. Es difícil hablar bien en el ambiente de la política, pero es mucho más difícil saber escuchar.

El político, no debe ver en el poder una llave para solucionar sus problemas financieros, ni utilizar el dinero como catapulta para alcanzar el poder, ni mucho menos para retenerlo. Un político miope no alcanza a ver en el dinero sino una divisa. El poder y la riqueza no deben utilizarse jamás para hacer o rehacer amistades políticas. Un político debe ser fuerte ante la tentación del dinero y mucho más fuerte a la política para conseguir riqueza.

Un político debe tener como característica también el saber cumplir lo que promete. Jamás crear falsas expectativas ni ilusiones vanas. Es más prudente realizar lo que no fue prometido, que dejar de realizar una pequeña parte de lo que ofreció, pues esa pequeña parte será la que no se le perdone al político imprudente. Desde el poder, y con el poder, realizar lo prometido no implica menoscabo de hacienda personal ni sacrificio del político.

Un político forjado en el crisol y ante los ojos del público y la ciudadanía en general, deberá ser un hombre entero, de una sola pieza, dueño absoluto de si, sabedor de que debe vencer todos los obstáculos que se le presenten por difíciles que ellos sean. El éxito de un político cuando conquiste, tenga el poder, y gobierne, debe radicar en rodearse de las mejores personas, las más aptas y virtuosas. Todo ello para consolidar sus ideales a seguir.

Finalmente, condición de un buen político, lo debe ser, después de haber obtenido el poder y ayudar a la ciudadanía, el saber retirarse a tiempo. Por regla general, los políticos llegan a tiempo, pero no saben o no desean retirarse a tiempo del poder. Para el político, tener el poder y estar en el poder, tiene atractivos, quizá mayores que los de la riqueza en sí. Si un político sabe retirarse a tiempo, no obstante, de estar en plenitud de facultades, ello engrandecerá su figura, la cual perdurará por siempre al haber servido con honestidad en una apasionante actividad como lo es… LA POLÍTICA.