BANQUILLO POLÍTICO
Por Francisco Mar Morales
La Política y el Político de Hoy
“PARA TODOS LOS VERDADEROS POLÍTICOS DE VERACRUZ Y DE MÉXICO”
En
el transcurso de la vida se nace, se crece, se reproduce e indudablemente por
ley de vida, el ser humano fenece. A lo largo de la historia, el hombre perdura
en el pensamiento por las obras que realiza durante las diversas etapas de su
vida.
Pero
para trascender y ser recordado, un político debe realizar algo más que eso, es
menester la realización de obras con las cuales la sociedad lo recuerde con
aprecio y estima verdadera.
El
político de hoy debe mantener siempre una gran sonrisa, la cual sea franca y
sincera, que seduzca e inspire confianza. Asimismo, el político debe obedecer el
imperativo de ayudar a toda costa, y sobre todo a quien menos tiene.
Un
político excepcional, debe tener nobles sentimientos, preocuparse por la
familia, la esposa, los hijos y tener una gran vocación de servicio para con la
sociedad; tener bien cimentados estos valores, le redituará frutos y buenos
dividendos en el futuro.
Un
buen político, debe indudablemente prepararse día con día, para con ello
labrarse un gran porvenir y un futuro promisorio, ello lo podrá alcanzar
teniendo como arma política la educación permanente.
Para
que un político realmente se consolide, y se conserve en el ánimo de la
ciudadanía, no debe perder nunca el sentido del equilibrio en el arte de
gobernar.
El
político, cuando quiera trascender, deberá dominar una de las artes más
difíciles como lo es saber escuchar. Es difícil hablar bien en el ambiente de
la política, pero es mucho más difícil saber escuchar.
El
político, no debe ver en el poder una llave para solucionar sus problemas
financieros, ni utilizar el dinero como catapulta para alcanzar el poder, ni
mucho menos para retenerlo. Un político miope no alcanza a ver en el dinero
sino una divisa. El poder y la riqueza no deben utilizarse jamás para hacer o
rehacer amistades políticas. Un político debe ser fuerte ante la tentación del
dinero y mucho más fuerte a la política para conseguir riqueza.
Un
político debe tener como característica también el saber cumplir lo que
promete. Jamás crear falsas expectativas ni ilusiones vanas. Es más prudente
realizar lo que no fue prometido, que dejar de realizar una pequeña parte de lo
que ofreció, pues esa pequeña parte será la que no se le perdone al político imprudente.
Desde el poder, y con el poder, realizar lo prometido no implica menoscabo de
hacienda personal ni sacrificio del político.
Un
político forjado en el crisol y ante los ojos del público y la ciudadanía en
general, deberá ser un hombre entero, de una sola pieza, dueño absoluto de si, sabedor
de que debe vencer todos los obstáculos que se le presenten por difíciles que
ellos sean. El éxito de un político cuando conquiste, tenga el poder, y
gobierne, debe radicar en rodearse de las mejores personas, las más aptas y
virtuosas. Todo ello para consolidar sus ideales a seguir.
Finalmente,
condición de un buen político, lo debe ser, después de haber obtenido el poder
y ayudar a la ciudadanía, el saber retirarse a tiempo. Por regla general, los
políticos llegan a tiempo, pero no saben o no desean retirarse a tiempo del
poder. Para el político, tener el poder y estar en el poder, tiene atractivos,
quizá mayores que los de la riqueza en sí. Si un político sabe retirarse a
tiempo, no obstante, de estar en plenitud de facultades, ello engrandecerá su
figura, la cual perdurará por siempre al haber servido con honestidad en una
apasionante actividad como lo es… LA POLÍTICA.