¡DESCARRILAMIENTO!
Por Helí Herrera Hernández.
Seamos
objetivos y sin algún ánimo de inventar escenarios, tan solo para criticar a
MORENA y sus gobiernos, pero esto va de mal en peor, empezando por el discurso
presidencial de encono; de división; de buenos o malos; de conservadores o
liberales patriotas; de retar a la sociedad: no te hagas a un lado, estas
conmigo o contra mi, porque abajo, en la aldea, ha envalentonado por igual a
los seguidores del presidente como a sus adversarios, que tanto en las redes
sociales como en sus casas, trabajo, en la calle y los lugares que concurren
han subido los decibeles del debate, convirtiéndolo en insultos y agresiones
que falta poco, poquitito, para que pase al siguiente nivel: los golpes.
A
eso ha conducido el discurso oficial, a la
polarización, que desde luego no abrazo por no ser partidario de
ella, como tampoco lo soy de los gobiernos excluyentes, pero por México algo
tenemos que hacer ante la escalada de sucesos que lo amenazan con la desestabilización: altos índices de inseguridad; crecimiento exponencial
de crímenes, desempleo, crisis sanitaria, crisis económica, crisis humanitaria,
ufffff.
El
país ha entrado en una vorágine de acontecimientos que son gasolina pura
(secuestro de un general de brigada y la ejecución de un juez de distrito), y
lo menos que necesitamos es que venga un presidente o un gobernador con un
discurso incendiario, provocador, burlón, de incitación a sus seguidores a la
revuelta, en lugar de invitar
a todos los que estamos en la ruta de combatir la desigualdad y la corrupción,
a la suma política de ciudadanos y partidos opositores para
encontrar las soluciones que la nación requiere en estos tiempos aciagos.
Solos
ya mostraron que no pueden; allí están los resultados, las estadísticas. Véanlas
en el rubro que ustedes quieran.
Porque
si siguen apostándole a la pelea, a la descalificación del opositor, al
¡háganle como quieran!, al ¡les guste o no!, no se requerirá ni siquiera de una
BOA para que el domingo 6 de junio la realidad los abrace.
Volteen
hacia atrás y vean los escombros que van dejando: denuncia contra la
exdirigente nacional Yeidckol Polevnsky; varios de sus gobernadores ubicados
como los peor calificados por sus ciudadan@s, a grado tal, que violentan el
apotegma mas valioso de Andrés Manuel López Obrador (la revocación de mandato), para evitar que
sean juzgados por el pueblo votante y los manden de regreso a sus casas, y lo
peor, ahora urgidos de ir aliados con el partido
verde, cuando >siempre
existen los tweets de AMLO< que los calificaba de “mafia de poder”.
¿A
ese grado de necesidad de votos andan, que requieren de los favores del niño
verde a nivel nacional, y de Fidel Herrera Beltrán en Veracruz, para salvar la averiada nave llamada MORENA?
Es
cierto, no se puede ya negar que los índices de aprobación del presidente de
México han descendido y se encuentran
por debajo del 50% (46.4 el viernes 19), pero acaso no se han preguntado
que sea resultado del mal manejo de las políticas publicas nacionales, y las
contradicciones internas respecto a las de salud, donde el subsecretario Hugo
López Gatell nos pide que nos quedemos en casa y el Presidente nos incita a
salir, porque no pasa nada.
El
pasado viernes ya arribamos a las mas de 20 mil muertes por covid, y lo peor,
que México ocupa el
primer lugar en número de personal de la salud infectado y muerto por la
pandemia. De seguir así con este caos, para el 10 de julio nos
convertiremos en el tercer país en el mundo con mas fallecimientos.
Lo
escribo con el mejor ánimo porque además, sigo afirmando que Andrés Manuel es
una persona honesta,
de eso no hay una pizca de duda, lo conozco y trate largos años, pero así como
en una ocasión en el bosque de zoatzingo (Altotonga, Ver), en una comida casi
familiar le comente que íbamos a ganar, porque el mejor termómetro era la
respuesta que el pueblo le daba a su paso, en sus recorridos, ahora espero que
alguien sensato de MORENA le diga que se guarde, que se atrinchere en palacio
nacional porque han sido desastrosas sus ultimas giras que de halagos, han
pasado a ser de reclamos; de incondicionalidad de hombres y mujeres, a insultos;
de apoyo a su causa, al de ocupar su tiempo en defender al gobernador unas tras
otra, todo producto de desaciertos y ayuno de oficio político, insisto, por no apostar por sumas políticas.
Ni
conservadores ni liberales, ni patriotas o neoliberales: estoy con México.