SABERES Y SABORES
LA AUTORIDAD COMO SERVICIO
POR RUAN ÁNGEL BADILLO LAGOS
Los grupos humanos son conjuntos de personas que comparten objetivos, valores y creencias; puede tratarse de un grupo que se reúne por diferentes razones, por lo que los miembros de este han asumido no actuar de forma aislada, sino que buscan acercarse unos a otros para formar comunidad, sin embargo, cuando las relaciones se deterioran hay que restaurarlas y apoyar a las personas a satisfacer sus necesidades físicas, emocionales e incluso las espirituales y sociales.
Suele ocurrir que las personas se agrupen de manera voluntaria o espontánea por tener un objetivo en común. Antiguamente, en el contexto rural y en la ciudad existían los barrios, todos nos conocíamos, éramos amigos, parientes o hermanos de sangre, hoy las ciudades cubren territorios con decenas de millares y millones de habitantes de los que solo algunos pocos nos conocemos, dando lugar al aislamiento y al individualismo que provocan indiferencia y falta de interés de unos por otros, no obstante, quiero reconocer que no es fácil ser parte de una comunidad o grupo de cualquier índole; el ser humano es un ente social y está llamado a vivir en comunidad.
La sociedad evoluciona constantemente y los grupos se hacen cada vez más necesarios para la supervivencia, los grupos y las comunidades se han sentido afectados por el aislamiento y muchas personas se han replegado en su ser, prefiriendo vivir solos e indiferentes ante las necesidades de los demás. En todas partes se impone el desafío de caminar juntos, lo cual afecta a la vida en común porque uno piensa “soy libre me puedo ir cuando quiera”.
Por lo tanto, es necesario cultivar la identidad y pertenencia para evitar una creciente indiferencia dentro de los grupos o comunidades, aunque el deseo de una comunidad siempre será caminar, crecer juntos y el desarrollo de sus integrantes. Cabe destacar que debe existir una autoridad al servicio de la organización, por ello, hay que pasar de una vida en común demasiado estricta y basada en la observancia, a una vida más atenta a las necesidades de cada uno y a nivel humano, en donde se pueda compartir y vivir menos rígidos y autoritarios, más humanos y fraternos.
El clima democrático, hoy tan difundido, favorece el sentido de responsabilidad y de participación de todos en la toma de decisiones, sin olvidar que toda autoridad viene de Dios, pero esta debe ponerse al servicio del grupo. La comunidad le debe a la autoridad el respeto y gratitud por el esfuerzo al trabajo que se convierte en servicio. Existen diversos tipos de agrupaciones y comunidades, por lo tanto, hay diversas maneras de ejercer la autoridad, sin olvidar que es siempre un servicio.
Una autoridad creadora de unidad es la que se preocupa en crear un clima favorable para la comunicación y la corresponsabilidad; también anima y respeta a todos los integrantes, es ejemplo de virtud en su desempeño, sabe pensar y tomar decisiones para el bien común, respeta los acuerdos y se encamina al logro de los objetivos, sabe escuchar de buen grado, y evita trabajar de forma individual, pone orden, jerarquiza, prioriza las necesidades y da resultados, por ell,o todo grupo humano o comunidad debe tener un responsable honorable.