domingo, 5 de enero de 2025


SABERES Y SABORES

El PROPÓSITO DEL AÑO

POR RUAN ÁNGEL BADILLO LAGOS

Al iniciar el año 2025 es siempre una nueva oportunidad por ello creo conveniente hablar y reflexionar sobre la conciencia, ya que esta es fundamental, no se trata del conocimiento intimo que uno tiene de sí mismo, aunque conocerse a sí mismo es esencial me ocupare en otro momento de delinear algo al respecto; la conciencia no es el sentimiento que se experimenta de ciertos valores, sino más bien, es la facultad intuitiva por la que uno juzga un acto. Quiero exponer que la vida de cada uno obedece a cómo se tomen las decisiones, ya que repercute en la forma de vivir; tú decides en este año amar o juzgar, actuar en conciencia o de forma inconsciente, servir o exigir ser servido, dejar de pedir, no temer al sufrimiento y proponerse mejorar cada día, siempre consiente de lo que hago.

La conciencia tampoco es una ciencia teórica del bien y el mal, de esto se ocupa la moral perteneciente a lo relativo a las acciones de las personas, en efecto, la conciencia se debe de considerar como “el sagrario del hombre” o “el vicario de Dios”. Estar en paz y vivir en armonía es cuando mi corazón no me reprocha nada, ya que pongo de manifiesto que la conciencia se le puede atribuir al corazón, pongamos un ejemplo, cuando sientes latir tu corazón con fuerza cuando piensas la he “regado” gravemente al hacer esto o aquello o igualmente después de hacer un acto te encuentras inquieto, a lo que puedo decir, la conciencia son los ojos y los oídos de Dios que aprecia todos los actos del hombre, Él escudriña los corazones.

El propósito de este año debe ser, tener conciencia de amar, amar con toda la extensión, anchura y largueza que la palabra implica, el amor procede de una mente limpia, de una conciencia recta y de un proceder sincero, lo mismo de un corazón bien intencionado sin dobleces, porque el corazón, la mente y la fe son la fuente de las acciones es decir la voluntad de los actos pensados y ejecutados, por todo lo anterior, un propósito firme para este año sería formar en mí una conciencia recta, pero ¿cómo formar mi conciencia? Primero, es importante estar dispuesto a cambiar el chip se tiene integrado desde hace mucho tiempo, esto es tener la apertura de ver las cosas y acontecimientos con otra óptica, segundo, purificar la conciencia, quitar criterios viejos y remplazarlos por unos criterios nuevos, para que “la conciencia sea cada vez más pura” sin prejuicios, y tercero, dejar a la conciencia  ser iluminada por la luz, cuando se acerca uno a la luz, se desvanece la obscuridad, se busca lo justo, lo bueno, y se piensa cuál es la voluntad de Dios, para lograr alcanzar en hechos esta iluminación te recomiendo la regla de oro, nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien, regla que tiene que distinguirse en nuestro actuar en este año y siempre y por si fuera poco, otra recomendación más “todo cuanto quieras que hagan los demás, hacerlo también nosotros” y quieres trascender, ponte al servicio de los demás y ganaras un lugar en tú conciencia, porque la conciencia pura es iluminada por la fe verdadera, no obstante, no digas quien eres tu hechos lo dirán.