Los Políticos
Osiel Castro y la palabra de Duarte
Salvador Muñoz
El gobernador Javier Duarte de Ochoa dijo en su conferencia
de prensa del lunes que los empresarios veracruzanos “se deberán de preocupar
cuando no se les deba nada, pues significa que ya no se les está contratando
nada a los proveedores locales” y agregó que han venido pagando puntualmente a
la vez que reconoció que hay algunos retrasos. Sin embargo, el asunto se
complica cuando en esos “retrasos” van de por medio personas que se queden sin
sustento para llevar a su familia, sin empleo, y aún peor, hasta posibles actos
de intimidación por andar cobrando.
II
Un documento llegó a la Oficina del Gobernador. No es nada
extraordinario pues tooodos los días, hay infinidad de papeles que reciben con
atención al mandatario estatal, pero entre éstos, destacó uno en especial donde
expone un fraude que ha hecho Osiel Castro de la Rosa, director del Instituto
Veracruzano de Bioenergía, donde involucra al Gobierno estatal. ¿Le sorprende?
¡Claro que no! ¿por qué? Porque no es la primera vez que este funcionario del
Gobierno de Javier Duarte se ve envuelto en escándalos diversos, tanto cuando
era “panista” como hoy, que es “priista”.
Sí, legendarias sus fotos “en pelotas” con algunas damas en
paradisiacas playas. O qué decir de su fallido intento de “charolazo” con una
placa de Diputado federal cuando era realmente funcionario estatal, al ser
intervenido por autoridades del DF por conducir ebrio… ¿cuáles fueron las
palabras del Gobernador de este lunes, cuáles eran…? ¡Ah! ¡Ya! “El Estado está
obligado en hacer cumplir la Ley y cumplirla”... quizás como aquí no hubo
muerto, “se la perdonaron”...
III
Pero éstos anteriores, son escándalos propios de la vida
disipada que lleva este funcionario público donde ha hecho buen uso del sueldo
producto de nuestros impuestos (un cliché que me gusta) y ganado con su
esfuerzo que ha de ser mucho. Hay otros, donde su actuación, pone por los
suelos la palabra del Gobernador. Baste recordar el caso de la empresa Mercados
& Negocios, que hace poco demandó por defraudación e incumplimiento de contrato
a Inverbio junto con su titular Osiel Castro de la Rosa y otros, debido a la
falta de pago por los servicios profesionales prestados por un monto total de
tres millones de pesos.
Pero si no fuera suficiente esto para dejar mal parado al
Gobernador y su pago puntual que refería el pasado lunes en su conferencia de
prensa, ¡aparece este documento por la Oficina del Gobernador ayer por el
mediodía!
IV
El diez de abril de
2013, Osiel Castro de la Rosa se apersonó ante René Zacahula Domínguez,
director general de Grupo Báltico, en Orizaba. Bajo el argumento de que
“representaba” al Gobierno de Veracruz a través de Inverbio, llegó promoviendo
un programa piloto llamado “Introducción de Etanol al Parque Vehicular de Taxis
del Transporte Público de la zona Conurbada Veracruz-Boca del Río” a iniciar en
diciembre de 2013; por supuesto, nomás fue pura calentura porque los taxis
siguen con gasolina.
Su táctica, simple: Un pedido de etanol, con el pago
correspondiente; después, otro con el pago correspondiente y una vez que lo
tenía como cliente, le solicitó un pedido extraordinario por 350 mil litros de
etanol para pruebas carburantes, indicando que facturara toda esa cantidad, ya
no a Inverbio, sino a Química Astatine SA de CV, con RFC QAS090911IC1 (empresa
se supone de Osiel Castro) bajo el argumento de que sería parte del proyecto de
Gobierno citado donde Grupo Báltico sería uno de los proveedores asignados para
ello.
Fue entonces que obrando de buena fe, Grupo Báltico entregó
en especie tres y medio millones de pesos y todavía Osiel Castro de la Rosa
esgrimía que no se preocupara René Zacahula, porque Javier Duarte de Ochoa
estaba enterado de ello. A catorce meses de ese “atraco”, porque no se puede
llamar de otra forma, el directivo de Grupo Báltico urgió a Osiel Castro de la
Rosa el pago, por lo que el funcionario de Gobierno citó el 19 de junio, en un
hotel de Boca del Río, al orizabeño. Allí, éste le reclamó la cantidad que le
debía.
V
A los pocos días de esa reunión, ya en la Pluviosilla, una
noche, al salir de su trabajo, René Zacahula se dirigió a la calle donde
estaciona su vehículo, justo atrás donde estaba el Romanchus, y fue sorprendido
por unas personas que lo atacaron y golpearon. No hubo palabras, no hubo robo…
sólo golpes…
A la golpiza, iniciaron llamadas al domicilio de sus padres
y al propio, con palabras altisonantes y amenazas.
¿Coincidencia? Puede ser, pero René Zacahula teme por la
vida de su familia y la propia y pide por ello, además del pago, la protección
del Gobierno del Estado ante cualquier peligro que se cierna sobre de ellos.
El documento que, esperamos, llegue a manos del Gobernador y
no lo haga perdedizo Juan Manuel “El Flaco” del Castillo, remata con este
párrafo: “Pido su superior intervención para que el Ing. Osiel Castro me pague
el adeudo, ya que mi patrimonio fue ultrajado comercialmente, fui engañado,
tengo adeudos y mi fallo fue confiar en la honorabilidad del Ing. Osiel Castro
en su rol de servidor público y promotor del desarrollo de la agroindustria y
del campo veracruzano, por favor, le suplico su ayuda interviniendo a que me
pague”.
La palabra de Duarte de Ochoa queda en entredicho por sus
funcionarios que lejos de actuar como tal, se comportan como delincuentes, de
cuello blanco, sí, pero delincuentes al fin y al cabo. Esperamos la respuesta
del Gobernador.
smcainito @gmail.com