domingo, 21 de septiembre de 2014

Interpone denuncia periodista golpeado
por policías estatales
 
Melina Zurita
 
Xalapa, Ver.- El periodista Ernesto Granados Hernández, reportero de la fuente policiaca del Diario de Acayucan –con circulación en el sur de Veracruz- puso una denuncia penal en contra de los policías de la Secretaría de Seguridad Pública por los probables delitos de lesiones, amenazas y robo de insumos de sus cámara fotográfica.
Granados Hernández viajo hasta la capital del estado para interponer la querella en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales y Contra Periodistas.
Hernández viajo acompañado de personal jurídico de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas.
El reportero del Diario de Acayucan asentó en su denuncia que solo trataba de cubrir la detención de unas personas, cuyos policías llevaban tapadas del rostro y en la batea de una patrulla, en el barrio Tamarindo entre la avenida Miguel Alemán e Hidalgo, de ese municipio sureño.
Sin embargo, tras la toma de algunas fotografías, fue increpado por policías estatales que viajaban en la patrulla 12-1579 quienes le arrebataron su cámara fotográfica y le robaron su tarjeta SD donde almacenó las imágenes.
Ernesto Granados decidió ir por su cuenta a la delegación de la SSP en Acayucan para recuperar su “tarjeta de memoria”, pues ahí guardaba su material fotográfico de todo el día.
“Antes de llegar, uno de los policías me abrió la puerta (de su vehículo), mientras otro me golpeaba por otro lado. Me amenazaron y me dijeron que no me metiera con ellos, que me fuera, sino me iba pesar. Yo solo quería recuperar mi tarjeta, uno de ellos, al llegar a la comandancia, me dijo que quieres hijo de la chingada, no te busques problemas… Lárgate”.
Los hechos ocurrieron la noche del viernes, esté sábado el Diario de Acayucan en una editorial sin firma condenó los hechos y anunció que tomarán acciones legales.
Cecilio Pérez, director de dicho rotativo lamentó que en el sur de la entidad, no es la primera vez que policías estatales o ministeriales cometen abusos en contra de la prensa, pues las fuerzas del orden se escudan dentro de una capucha y sin proporcionar sus datos generales.