O P I
N I Ó N
Por:
Mario Javier Sánchez de la Torre.
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La sotana le
quedó grande y de política ni hablar.
Una
de las características que ha tenido nuestra nación, es que desde la Reforma,
su relación con la Iglesia Católica Apostólica Romana quedo definida
claramente. Situación que en su momento no fue del agrado de todos los
mexicanos, pero que a partir de ese momento nadie hizo lo necesario dentro de
las esferas gubernamentales para cambiar la forma de relación, que consistió en
la separación total entre la citada religión y los gobiernos mexicanos,
posición que continúa señalada en nuestra Carta Magna hasta la actualidad, así:
Artículo 24. “Toda persona
tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de
religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad
incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público
como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo,
siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá
utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos,
de proselitismo o de propaganda política”
Hasta aquí dice así el primer párrafo del
citado artículo, el cual en su parte final es bastante claro en cuanto a la
prohibición de hacer uso de cualquier acto religioso, para hacer proselitismo
político en favor de quien sea. Por lo que la opinión que en días pasados hizo
el arzobispo de Xalapa, monseñor Hipólito Reyes Larios, con relación a que el
secretario de gobierno, Erik Lagos Hernández, puede ser un buen legislador,
violenta la citada norma.
Pero esta folklórica declaración de Reyes
Larios, independientemente de la violación al artículo constitucional no debe
de extrañarnos, ni llamar nuestra atención. Pues el prelado desde su llegada al
cargo de inmediato mostró que la sotana que dejaba monseñor Sergio Obeso
Rivera, le quedaba muy grande.
Pues de tener esta ciudad capital a un
hombre no solamente religioso, sino también versado en lo que consistía su
representación, ya que cuando la situación lo necesitaba hablaba en forma clara
y directa con los representantes del gobierno del Estado de Veracruz y de la
Federación, cuando estuvo al frente del Episcopado Mexicano, la situación
cambió rotundamente.
Ya que el actual Arzobispo de esta ciudad,
desde su llegada, se notó su entrega a una relación que no era la que debía
ser, con la nefasta administración de la fidelidad. Pues su cercanía al
Gobernador del sexenio anterior, se hizo patente no solamente en la cantidad de
fotografías en que posaba junto con él, sino en las declaraciones en favor de
esa administración, que por demás la población veracruzana sabe se ha
caracterizado por el desordenado y opaco manejo de los recursos del Estado, que
son de todos los veracruzanos.
Entonces no hay porque extrañarse, que
ahora se exprese así del cloncito de la fidelidad. Quien independientemente de
la cantidad de falsedades que pronunció en el show legislativo que aquí le
llaman comparecencias, y que está demostrado no tienen ninguna utilidad social
y política, solamente sirven para que algunos de los servidores públicos de la
administración actual que no tienen vergüenza, traten de aparentar lo que no
han podido ser.
Por su parte el “buen candidato a
legislador” -según Hipólito Reyes
Larios- de inmediato mostró un bajo
nivel y poca madurez política con la
conducta que tuvo y mantuvo durante el tiempo que mancillo con su presencia el
Palacio Legislativo, propiedad de los veracruzanos. Pues hasta donde tenemos entendido este
eminentemente político, evento en el cual se glosó el IV Informe de Gobierno
del actual Gobernador de Veracruz, es algo que se tiene que tomar con seriedad,
con sobriedad y no se puede prestar para la pachanga. O sí?
Como ya lo tratamos en este espacio, en el
proceso electoral que estamos viviendo el principal problema a solucionar de
los partidos políticos que participarán, es sin lugar a dudas, definir cuál será el proceso que utilizarán
para seleccionar a sus candidatos y todo parece indicar, que la pasarela que
está llevándose a cabo en el Palacio Legislativo en estos días, puede servir
para estudiar a los participantes, ya
que algunos de ellos también son aspirantes a cargos de elección popular y
conocer así, en parte, que tan conveniente puede ser el postularlos. Pero por
lo que se vio, al que nos referimos no tiene con qué, para llegar a San Lázaro,
aunque cuente con la bendición del arzobispado. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com