OTRA PRUEBA AL PROCESO ELECTORAL
Manuel del Ángel Rocha
Siempre
habrá mucho que decir entorno de todo proceso electoral, porque los principios rectores del Instituto Nacional
Electoral, de certeza, legalidad, imparcialidad, independencia, máxima
publicidad y objetividad, quedan en evidencia, al filtrarse que tal o cual funcionario, político, o partido (que son
los responsables de su observación y cumplimiento), se encargan de violarlos. Que a la vez
existe la Ley en Materia de Delitos Electorales, encargada de sancionar a quienes violenten el
proceso, pero que en muchos casos, la
ordenanza viene ya cuando los
candidatos son autoridades, y el
correctivo se traduce apenas en un monto económico al partido que postuló al
candidato infractor.
La ley es clara cuando señala que es a través
del sufragio universal, libre, secreto y directo, como
se elige al Poder Legislativo, como también a gobernadores, alcaldes y diputados
locales, y por supuesto al Presidente de México, que representa al Poder
Ejecutivo. El proceso que se inició el 5 de abril es para renovar una de las
Cámaras del Congreso de la Unión; la Cámara Baja, que cuenta con 500 diputados, 300 electos por
la vía uninominal, de los cuales 21 corresponden a la distritación de Veracruz, y
200 por la vía plurinominal. La
LXII Legislatura Federal, cuenta con 5
diputados del PAN, 15 del PRI, y uno del PRD, electos por la vía
uninominal en nuestro estado, que para este proceso, se
extraña, por lo menos de candidaturas
competitivas del PAN. Nombres como el de Tito Delfín para Cosamaloapan, o Jorge Vera por el distrito de Tuxpan, o Domingo Bahena Corbalá por Cosoleacaque. Algo
pasó, o de plano no les interesa ganar. Del PRD, sin comentarios.
Los
candidatos ya están en la calle haciendo proselitismo, para que el voto les
favorezca el primer domingo de junio. Se supone que los diez partidos
han presentado a sus mejores
prospectos para cada distrito. La expectativa es por ver la aceptación de los
tres partidos que inician su vida
política de manera legal. El Partido Humanista, el Encuentro Social y el
Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuyo líder es Andrés
Manuel López Obrador, dos veces candidato a la presidencia de México, que en
2006 perdió por apenas un punto porcentual contra Felipe Calderón Hinojosa, que
pasó por la presidencia con mas pena que gloria.
Bajo
este panorama, se supone que la amplia oferta política
contribuye para que la democracia mexicana se consolide; para que se ejerza una
política democrática, donde la pluralidad
y la transparencia estén presentes, y la ciudadanía de manera
intensa y participativa acuda a las
urnas el próximo 7 de junio.
Lamentablemente no será así, existen
amplias franjas del territorio nacional, pero también estatal, donde la
violencia esta presente, y ello inhibe de manera determinante la movilidad del
votante. La violencia focalizada en
regiones específicas, promovida por grupos delictivos, en nexos con algún
candidato (como se ha mostrado en Michoacán y Guerrero), hace que los
ciudadanos prefieran permanecer seguros en sus casas. Aunado a ello, la
economía domestica de millones de ciudadanos esta en picada, cuya
información por la falta de crecimiento en estos últimos tres
años, inunda no solo las planas de los diarios, sino también las mesas de las familias. Con esto, es muy probable que el partido en el poder sea castigado.
Amen
de información sobre la corrupción, que
alcanzó al mismísimo presidente Enrique Peña Nieto, con la famosa “Casa
Blanca”, de su esposa Angélica Rivera,
y sus nexos de favoritismo
con empresas de sus amigos,
como Roberto Alcántara del grupo Toluca,
y Juan Armando Hinojosa del grupo HIGA.
Las casas de su Secretario de Hacienda Luis Videgray, en Ixtapan de la Sal,
y Malinalco; ahora la casa en Paseo de
las Palmas, de su Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Los departamentos de lujo en el Central Park
de Nueva York, de José Murad Casab, asesor del gobierno del estado, y su hijo Alejandro Murat, Director General
del INFONAVIT; de Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador Fidel Herrera,
y casi seguro diputado plurinominal por el Partido Verde; del gobernador Cesar
Duarte de Chihuahua, que tiene una denuncia por peculado y desviación de
recursos. Pero tampoco el PAN esta limpio,
la trascendencia de los “moches” en el Congreso, alcanzó a su
Coordinador, Luis Alberto Villarreal; mientras que al PRD se le vino el mundo
encima, con el matrimonio Abraca-Pineda, de Iguala Guerrero, encarcelados por
su autoría intelectual en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal
Rural de Ayotzinapa, “Isidro Burgos”.
Desgraciadamente, para donde vea
la ciudadanía, encontrará, o un “prietote” en el arroz, o una inmutable carga
en su espalda y conciencia, que le debatirá,
sobre la emisión de su voto por alguno de los partidos
tradicionales.