martes, 14 de abril de 2015

ACONTRACORRIENTE

OTRA PRUEBA AL PROCESO ELECTORAL

Manuel del Ángel Rocha

Siempre habrá mucho que decir entorno de todo proceso electoral, porque  los principios rectores del Instituto Nacional Electoral, de certeza, legalidad, imparcialidad, independencia, máxima publicidad y objetividad, quedan en evidencia, al filtrarse que tal o cual    funcionario, político, o partido (que son los responsables de su observación y cumplimiento),  se encargan de violarlos. Que a la vez existe  la Ley en Materia de  Delitos Electorales,  encargada de sancionar a quienes violenten el proceso, pero que en muchos casos,  la ordenanza viene ya   cuando los candidatos  son autoridades, y el correctivo se traduce apenas en un monto económico al partido que postuló al candidato infractor.

 La ley es clara cuando señala que es a través del sufragio universal, libre, secreto y directo,  como  se elige al Poder Legislativo, como también a gobernadores, alcaldes y diputados locales, y por supuesto al Presidente de México, que representa al Poder Ejecutivo. El proceso que se inició el 5 de abril es para renovar una de las Cámaras del Congreso de la Unión; la Cámara Baja,  que cuenta con 500 diputados, 300 electos por la vía uninominal, de los cuales 21 corresponden a la distritación de  Veracruz, y  200 por la vía plurinominal.  La LXII  Legislatura Federal, cuenta con 5 diputados del PAN, 15 del PRI, y uno del PRD, electos por la vía uninominal  en  nuestro estado, que para este proceso, se extraña, por lo menos de  candidaturas competitivas del PAN. Nombres como el de Tito Delfín para Cosamaloapan, o  Jorge Vera por el distrito de Tuxpan, o  Domingo Bahena Corbalá por Cosoleacaque. Algo pasó, o de plano no les interesa ganar. Del PRD, sin comentarios.

Los candidatos ya están en la calle haciendo proselitismo, para que el voto les favorezca el primer domingo de junio. Se supone que los diez  partidos  han presentado a sus  mejores prospectos para cada distrito.  La  expectativa es por ver la aceptación de los tres partidos que   inician su vida política de manera legal. El Partido Humanista, el Encuentro Social y el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuyo líder es Andrés Manuel López Obrador, dos veces candidato a la presidencia de México, que en 2006 perdió por apenas un punto porcentual contra Felipe Calderón Hinojosa, que pasó por la presidencia con mas pena que gloria.

Bajo este panorama,  se  supone que la amplia oferta política contribuye para que la democracia mexicana se consolide; para que se ejerza una política democrática, donde la pluralidad  y la transparencia estén presentes, y la ciudadanía de manera intensa  y participativa acuda a las urnas  el próximo 7 de junio. Lamentablemente no será así,  existen amplias franjas del territorio nacional, pero también estatal, donde la violencia esta presente, y ello inhibe de manera determinante la movilidad del votante.  La violencia focalizada en regiones específicas, promovida por grupos delictivos, en nexos con algún candidato (como se ha mostrado en Michoacán y Guerrero), hace que los ciudadanos prefieran permanecer seguros en sus casas. Aunado a ello,  la   economía domestica  de  millones de ciudadanos esta en picada, cuya información  por  la falta de crecimiento en estos últimos tres años, inunda no solo las planas de los diarios, sino también las mesas de  las familias. Con esto,  es muy probable que  el partido en el poder sea castigado.

Amen de  información sobre la corrupción, que alcanzó al mismísimo presidente Enrique Peña Nieto, con la famosa “Casa Blanca”, de su esposa Angélica Rivera,   y sus nexos de favoritismo  con  empresas de sus amigos, como  Roberto Alcántara del grupo Toluca, y Juan Armando Hinojosa del grupo  HIGA. Las casas de su Secretario de Hacienda Luis Videgray, en Ixtapan de la Sal, y  Malinalco; ahora la casa en Paseo de las Palmas, de su Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.  Los departamentos de lujo en el Central Park de Nueva York, de José Murad Casab, asesor del gobierno del estado,  y su hijo Alejandro Murat, Director General del INFONAVIT; de Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador Fidel Herrera, y casi seguro diputado plurinominal por el Partido Verde; del gobernador Cesar Duarte de Chihuahua, que tiene una denuncia por peculado y desviación de recursos. Pero tampoco el PAN esta limpio,  la trascendencia de los “moches” en el Congreso, alcanzó a su Coordinador, Luis Alberto Villarreal; mientras que al PRD se le vino el mundo encima, con el matrimonio Abraca-Pineda, de Iguala Guerrero, encarcelados por su autoría intelectual en la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, “Isidro Burgos”.  Desgraciadamente, para donde  vea la ciudadanía, encontrará, o un “prietote” en el arroz, o una inmutable carga en su espalda y conciencia, que le debatirá,  sobre la emisión de su voto por alguno de los partidos tradicionales.