martes, 4 de agosto de 2015


Contraesquina Política

Por: Lic. Fernando Martínez Plascencia


El fantasma de la sospecha………que se avecina.

 

Para Héctor Yunes Landa falta mucho……y muchas cosas pueden suceder. Javier Duarte de Ochoa lo induce y seduce, cual ramera melosa, con el ánimo de vaciarle los bolsillos, y una vez sin poder ofertar nada, sentarse con “otro”. Si, dejarlo sin nada, y una vez perdido los sentidos de la ubicuidad, buscar quien le siga pagando la cuenta. Mañoso don Prospero-Javier. Ambos, embriagados en el elixir del poder, ese estimulante que no mide riesgos, ingerido por los mismos dioses omnipotentes del olimpo, han emprendido una lucha de la simulación. El primero lo incita, desde un acuerdo pactado desde meses atrás, a acelerar los tiempos de campaña rumbo al relevo de gobernador, el otro, se deja, es tanta la embriaguez que no se da cuenta que lo que quiere el primero es llevarlo al terreno del litigio electoral.

Es cierto, no hay ninguna ley que le prohíba a Héctor Yunes Landa gastar su dinero como mejor le plazca, pero llegado el momento, esa situación puede ser un impedimento de su candidatura si la llevan al terreno electoral, ahí se puede haber problemas serios. Está visto que, al final de cuentas eso es lo que quiere don Prospero, sacárselo de encima, llegado el momento argumentarle que no puede arriesgar la campaña ni al candidato a una derrota. Tiene sentido. Y entonces sí, despejado el camino meter al candidato del clan de la corrupción, llámese Erick Lagos o Alberto Silva Ramos, ellos se ven muy tranquilos, todo puede ser una estrategia política, y detrás de ella, la rata negra de Fidel Herrera Beltrán, digo, no puede ser que nada le haya aprendido Javier Duarte de Ochoa al negro, sería el colmo de la ineptitud de este mal gobernante.

A veces sucede que en una carrera de resistencia, quienes salen primero, normalmente se desfondan pronto. El número y la camiseta se la pueden poner a otro. OJO.

Si las reglas no han cambiado, algo puede suceder en el último tramo, el dedazo puede venir de otro lado, don Prospero ya tiene a sus corredores en la línea, y HYL no está en la lista de los que competirán, al menos en la lista de JDO. Eso parece. Veremos si Héctor Yunes Landa ha mordido el anzuelo.

No hay que olvidar a José Francisco Yunes Zorrilla, que nuevamente anda recorriendo el territorio, sobre todo la zona sur, esa que representa la diferencia en una elección. La quiere y dice que no lo descarten, alguien le volvió a dar cuerda para terminar de enredar el relajo que existe en Veracruz, ya no tan solo en lo que se refiere al desorden financiero, sino al desorden político. Anda en campaña aunque lo niegue, no en la misma similitud que HYL, pero anda en campaña.

Detrás de su ambición están las ansias de querer ser el candidato. Sí quiere ser gobernador, y la quiere para el 2016. El tiempo y las alianzas se frustran cuando se interponen los intereses personales. La tregua esta por agotarse. Allá aquellos que piensan que seguirán juntos.

“Lo que yo veo es un proyecto de reconstrucción en el manejo financiero y hay que empezar ya”: JFYZ. Al respecto de su proyecto con HYL. Así o más claro. Del acuerdo de la Alianza, nada.

Amar a tus enemigos está bien para los poetas y eclesiásticos, pero no para los políticos.

Sin embargo, las aspiraciones de ambos son legítimas.

La llegada del Doctor Flavino Ríos Alvarado no es casualidad ni fortuita, puede cambiar el escenario político, llega para que este gobierno termine bien, lo que ha estado mal desde el principio. Ingrata tarea, pero quien desprecia las mieles del poder. Representa al alemanismo. Y en sus tareas ha sabido dar resultados. No por algo llega a ese lugar, justo cuando el Estado tiene piquetes por todos lados. No hay que perder de vista a Alejandro Montano Guzmán, que dentro de poco dejara la diputación federal. Algo está por suceder. Volver a tener la medida y el peso en las manos. Que dicha.

 

La diputación local en Minatitlán se pone al rojo vivo desde ahora.

El próximo año se renovara la cámara local de diputados, y muchos quisieran ser representantes populares. En Minatitlán sobran aspirantes y suspirantes. Pero no todos tienen las cualidades, ni la formación política.

Se requiere un cambio generacional, una oxigenación o relevo generacional. Llámele como usted quiera, pero es necesario. La vieja guardia política está llegando a su ocaso. Son necesarios por su experiencia, pero es tiempo de cederle el espacio a una nueva generación política.

En este cambio muchos hacen sus apuestas por diferentes actores políticos jóvenes, no todos llenan las expectativas. Entender los nuevos tiempos políticos, en eso consiste este cambio de actitud mental.

 Quienes proponen con el único objetivo de querer quedar bien, lo único que consiguen es distorsionar la verdad. Ahí tiene usted el caso del hijo del “líder moral” de la sección 10, el Junior, su rumbo se define en octubre con la renovación de la dirigencia sindical, nada tiene que hacer acá “afuera”. Quienes lo apuntan no analizan el juego de la sucesión de la próxima diputación local. Incluso, mal se vería el sindicato petrolero ante la cúpula nacional, queriéndose comer todo el pastel. Exponerlo, por decirlo de alguna manera, sería terminar con su carrera político sindical, y ahí le falta mucho, mucho todavía. No, su lugar está en la sección 10, por ahora.

Otro; Nicolás Ruiz Rosete. Es un tipo bien intencionado, pero que no ha sabido hacer los amarres necesarios ante su dirigencia política, ni ante su sector, el obrero. Carece de una estructura de trabajo político que le permita siquiera hacer un round de sombra para ser tomado en cuenta, quizá obtenga algún beneficio posterior y obtener algún cargo público, pero lo cierto es que para la diputación local, no le da. Esa es la realidad. Hay dinero, pero a veces eso no lo es todo.

Por otro lado tenemos a Ricardo Orozco Alor, es otro personaje de la política de este municipio, es cierto, está ligado al grupo del doctor Flavino Ríos, pero eso no le quita méritos, ha sabido construir acuerdos hacia una posible candidatura a la diputación local, además, parece ser que las circunstancias políticas se le vienen acomodando, el PRI, en estos momentos críticos, necesita de alguien que le garantice el triunfo electoral, el horno no está para bollos. Su candidatura no sería mal vista, tiene un trabajo político, no de ahora, sino desde hace varios años.

A Ricardo Orozco Alor, varios factores le favorecen. Su jefe político,  ha tenido que esperar a sus justas y legítimas aspiraciones, dos veces ha estado a punto de ser diputado federal, y ha tenido que ceder a sus pretensiones en aras de fortalecer la unidad de su partido, eso lo sabe la sección 10.

Fortalecer y entremezclar el vínculo con las nuevas generaciones, es una tarea que debe darse lo más pronto posible, desde ahora. El 2016 parece ser el propicio para culminarlos.