A CUARENTA AÑOS DE
UN: SEGUNDO SUEÑO.
“Sergio Fernández, un genio vivo.”
Mtro. José
Miguel Naranjo Ramírez.
Las
estadísticas oficiales señalan que en México se lee muy poco, pareciera que la
falta de lectura es un mal genético en la mayoría de los mexicanos, sin
embargo, existen algunos lectores convertidos es grandes escritores, que a lo
largo de su vida han leído un universo de libros, estos lectores son
verdaderamente considerados sabios, y lo peor es que a veces esos sabios
mexicanos son pocos conocidos y consecuentemente pocos leídos, tal es el caso
del erudito escritor y académico mexicano Sergio Fernández, quien se encuentra
cumpliendo 90 años de vida.
Sergio
Fernández es Doctor en letras españolas y Catedrático emérito en la UNAM, además, ha impartido clases en una gran
cantidad de países latinoamericanos y europeos, su obras es bastante amplia,
pero desde el primer acercamiento claramente se percibe que estamos ante un sapiente
escritor especialista en temas de literatura española desde el renacimiento a
la fecha, lo antes comentado se puede comprobar al momento de leer una de sus
grandes novelas titulada: Segundo Sueño,
publicada en 1976.
Por
honradez intelectual debo confesar que es mi primer acercamiento a esta difícil
y complicada novela, en la lectura no tuve ningún problema de comprensión en
cuanta a la estructura de la historia, los personajes, lugares, crítica
política, social, no obstante, la interpretación y análisis de la obra va mucho
más allá de la historia desarrollada y los temas planteados, en Segundo Sueño se encuentra como base
el Primer Sueño de Sor Juana Inés de
la Cruz, tanto en la novela como en el poema existe como escenario central el
viaje místico, onírico, el viaje por el saber, sólo que en Segundo Sueño, Sergio Fernández está transgrediendo principios que
han sido rectores, aquí nos encontraremos con la fatalidad, el rechazo, la
soledad, y sobre todo el vacío.
Novela
compleja, filosófica, en su momento no sabes si lo que estás leyendo son
imaginaciones, reflexiones, soliloquios o hechos reales que están sucediendo
con el personaje, casi todo sucederá en la ciudad de Colonia, Alemania, el
personaje central es un mexicano que se va a vivir una temporada a Colonia con
tres objetivos muy bien planteados, por una parte impartirá un curso de arte
mexicano, al mismo tiempo aprovechará su estancia para conocer e investigar
sobre las pinturas de un destacado pintor renacentista llamado Lucius Altner y basado
en las interpretaciones de sus cuadros escribirá la biografía del pintor,
finalmente el investigador mexicano escribirá
sus memorias.
Como
cortesía para el lector, puntualizaré que Lucius Altner es un personaje imaginado,
partiendo de éste genio ficticio renacentista, Sergio Fernández disertará,
reflexionará, y realizará una fuerte crítica sobre gran cantidad de temas, habrá
que tener cuidado en el manejo de los tiempos, porque en momentos estaremos situados
en el siglo XVI discutiendo en Alemania sobre el luteranismo, y de pronto el
personaje se sentirá incomodo en Colonia, y viajará a Venecia ya en pleno siglo
XX a discutir temas modernos, Venecia es claramente la ciudad preferida del
personaje.
En
la historia conoceremos que la mayoría de los cuadros pintados por Lucius
Altner se perdieron en un incendio, sólo se salvaron los siguientes: “El Tríptico de la Virgen, conformado por: La
Revelación de la Virgen, La Agonía de la
Virgen, María en el limbo, más, el Matrimonio del duque de Álava y Venus en el
cementerio de Lovaina.” Es importante aclarar que sobre Lucius nunca se ha
escrito nada y tampoco se posee una foto donde podamos conocerlo, por lo tanto,
el trabajo que realizará el investigador mexicano es de enorme relevancia.
Todos
los cuadros están en el museo de Colonia, cuando el investigador mexicano los
conoce y empieza a interpretarlos para escribir la biografía, inmediatamente
descubre porque se incendió la obra de Lucius, se percibe que el pintor era de
tendencia luterana, además, las interpretaciones de los dibujos eran un
escándalo para la época, ejemplo es que María la Virgen cuando murió no se fue
al cielo al lado de su hijo, la pobre María se fue al limbo, por si fuera poco,
Lucius en su cuadro enseña que Jesucristo
fue el que se le arrodilló a María Magdalena y no ella a él, tal vez, porque
Lucius está viendo a Jesús como humano y no como divinidad, eso implica deseos
carnales e incluso hasta una posible duda de Jesús de morir para salvarnos.
Conforme
se avanza en la lectura, se descubre que Lucius Altner es alter ego del narrador, hay muchos temas y pasajes de sus vidas que
los unen, un tema muy recurrente será la bisexualidad, el narrador en México
tuvo amoríos con Hugo y Piedad, en Alemania tendrá dos amores, Elizabeth y
Karl, Lucius Altner está casado con Alana Melk y al mismo tiempo siente una fuerte
pasión por Alexander Voss Notker, las madres de Lucius y del narrador serán
dominadoras y posesivas, con la característica especial que la madre del
narrador lo guía, manipula y maneja a través del Tarot, de hecho en toda la
novela el personaje va conduciendo su vida por los consejos que le da su madre
resultado de las cartas místicas, el narrador es “arcano mayor XII.”
En
toda la lectura sin importar el tema que se esté planteando, existirá la duda,
el vacío que provoca la inmediatez de todo es brutal, ese vacío existencial es
un tema inherente al hombre, porque nuestras vidas día a día se van diluyendo,
y lo que en este momento sentimos esencial, importante, mañana mismo es
historia, es recuerdo, es sólo un acto o una imagen, entre más caminamos, más
nos acercamos al final, entonces surgirán gran cantidad de preguntas desde las
más profundas hasta las más simples, pero todas representan una duda ante el vacío
que nos provoca la rapidez del tiempo que nos lleva a la nada, en el mismo momento
que leía Segundo Sueño, me surgieron
las siguientes preguntas: ¿Valdrá la pena esforzarse tanto para poder leer esta
brillante pero complicada novela? ¿En qué me servirá su lectura? ¿Resolverá
algo en mi vida? o ¿Sólo es la vanidad de seguir conociendo autores y libros?
Cuando
me acercaba al final de la lectura, la propia novela me dio la respuesta,
sucedió en el momento que el narrador reflexionaba sobre la relación que tenía
con Elizabeth, él sabía que sus encuentros íntimos que tanto disfrutaba tendrían
un próximo final, porque al regresar a México nunca más la volvería a ver, eso
le provocaba enorme crisis existencial, pero por otra parte pensaba que esos
momentos reales que se vuelven esenciales, donde dos cuerpos se hacen uno, son los
momentos que le dan esencia, sentido y sustancia a nuestras vidas, luego
entonces, la moraleja es que en algunos años es muy probable que no me acuerde
a la perfección de la lectura de esta compleja novela, pero lo que ella provocó
en mí cuando la leí, es un acto que ahí queda, y ha logrado despertarme un
segundo sueño, para vida y el amor.