Por: Zaira Rosas
zairosas.22@gmail.com
El futbol es el deporte más
visto en México, quizás lo es también de manera general en el mundo, pese a que
no todos somos expertos en el mismo, todos hemos visto al menos una vez un
partido de futbol, yo carezco de suficientes conocimientos en la materia para
atreverme a ser comentarista, pero sí puedo hablar desde mi experiencia como
espectadora. En los partidos presenciados siempre he visto algunos puntos en
común: la afición de ambos equipos está llena de pasión, la cual en ocasiones
se torna en agresión hacia los jugadores contrarios, los otros aficionados o
los árbitros.
¡Ay los árbitros!, sin
importar el partido o el lugar donde lo veamos, los árbitros siempre son los
más atacados, a veces incluso físicamente y hasta por los jugadores. Quizás
cansados de tantos embates decidieron darnos una lección: ¡URGE RESPETO EN EL
FUTBOL!, me atrevo a decir que por falta de respeto hay tantos problemas en
otros campos, no solo en el deporte, pero en este fin de semana que se perderán
600 millones de dólares por un paro en la liga, vale la pena considerar
educarnos un poquito al respecto.
En días pasados Fernando
Hernández y Miguel Ángel Flores fueron agredidos por dos jugadores, ante esto
los futbolistas fueron sancionados de manera insuficiente para La Asociación
Mexicana de Árbitros, por lo cual decidieron ponerse en huelga y no asistir al
partido de Veracruz vs. Puebla. Esto por ende terminó en la suspensión del
partido que verían aproximadamente 60 millones de espectadores, y lo cual
deriva en una falta de ingresos por este rubro durante el fin de semana.
La decisión de los árbitros
fue aplaudida por diversos personajes, incluida Margarita Zavala, en redes
sociales hasta apareció el hashtag: #QueNoGaneLaViolencia y en efecto creo que
ahí está la principal lección, el futbol es un deporte, donde deberíamos
aprender de competencia sana, de esforzarte por alcanzar las metas y el trabajo
en equipo, mas últimamente parece que las lecciones son otras, gritos que a
nivel mundial se han considerado homofóbicos, agresiones y pleitos desmedidos
entre los aficionados, y sin duda siempre hemos visto insultos a quienes
supervisan el partido.
Esta no es la primera
ocasión que los árbitros deciden hacer un alto para hacerse escuchar, en el
2012 ocurrió en la NFL y en diciembre pasado en Argentina luego de que un
silbante fuera golpeado por aficionados y jugadores. Si bien el futbol es un
derroche de pasión ha llegado el momento de aprender a respetarnos no solo en
este rubro sino en muchos otros. Considero que no estamos siendo tolerantes con
las creencias y gustos de los demás, que la lección más grande de este fin de
semana no estriba en la falta de derrama económica que tendrán las televisoras
y empresas, sino en el papel que tenemos como sociedad.
Margarita Zavala decía que
personas como los árbitros son necesarias en los partidos políticos, yo me
atrevería a decir que personas así hacen falta en todo el mundo, seres que
luchen por el respeto, por condiciones justas para todos y que busquen
erradicar la impunidad y corrupción de altas esferas.
Aprovechemos la falta de
futbol para ocupar el tiempo en nuevos pasatiempos que de igual forma nos
construyan o quizás para jugar un rato en familia y aprender que el trabajo en
equipo nos lleva a alcanzar las metas siempre y cuando exista entrega por parte
de todos, sepamos ubicar las posiciones más adecuadas para cada uno y que nunca
dejemos de alentarnos unos a otros, aprendamos de una competencia sana, en la
que a veces se gana y otras se pierde pero nunca perdamos el respeto.