miércoles, 19 de abril de 2017



Esfera Política
Silencio, el mejor aliado que tuvo Duarte
Por Ricardo Vázquez Salazar
Si la decisión de cancelar el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, TLCAN, va a depender de Ivanka Trump, como sucedió con el fallo final de bombardear  Siria, que la hija del presidente norteamericano influyó para que así fuera, nuestro país se encuentra ante un trance de posible inhabilitación del TLC, ya que Ivanka también está a favor de que se construya el muro fronterizo, aunque la persona que le arma su mejor “look” cada mañana muy temprano, su maquillista-estilista,  Alexa Rodulfo, sea mexicana. Qué ironía.     
La catástrofe en Veracruz no se ocasionó únicamente en la putrefacta administración del presidiario Javier Duarte de Ochoa. El boquete financiero y desastre se fue taladrando durante 12 largos años en que el silencio absoluto de muchos fue el mejor aliado para dejar hacer y dejar pasar todo lo que se les viniera en gana a la élite gubernamental estatal.
Lo que se cometió en contra de los veracruzanos fue una verdadera infamia. Atrocidad tras atrocidad se fueron perpetrando sin importar todas las desgracias y el dolor que dejaron a su paso.
¿Por qué decimos esto que efectivamente puede sonar repetitivo?
Por la razón de que una vez capturado Javier Duarte se escuchan todo tipo de comentarios, desde los adjetivos descalificativos más ofensivos, que hasta antes del 14 de octubre pasado en que Duarte emprendió la fuga, era imposible llegar a escuchar de algunos.    
Javier Duarte tendrá que dar la cara y defenderse de las acusaciones en su contra, aunque, hasta el momento, “no le han podido comprobar nada”, dijo en septiembre pasado el senador Emilio Gamboa.
Lo mismo dijo el pastor de la pasada legislatura veracruzana,  Juan Nicolás Callejas Arroyo poco antes de que se escapara y se girara orden de aprehensión a Javier Duarte: “No le han comprobado nada”.
Eduardo Robles Castellanos, en su momento diputado local y líder estatal del Partido Verde “Ecologista de México”, satélite del tricolor aseguró: “Que no se arrepiente de haber ido en coalición con el PRI y respaldar la candidatura de Javier Duarte de Ochoa. El PRI expulsó a Duarte de Ochoa, por presuntos actos de corrupción y delincuencia organizada, sin embargo, el PVEM se mantiene en la decisión que se tomó en el 2010”.
Este martes el senador Gamboa repite otra vez: ¡Duarte tiene derecho a defenderse!
Por supuesto que Duarte tiene derecho a defenderse.
A los que no les concedieron el derecho a defenderse fueron a los veracruzanos, porque no hubo una instancia que fuera capaz de ponerles un alto a Fidel Herrera y a Javier Duarte y evitar que ocasionaran demasiadas tribulaciones y fatalidades.
Parece que a nadie le importó todo lo que hacían durante todo ese tiempo, a una sociedad menospreciada, maltratada, ultrajada y humillada por la clase gobernante estatal de las dos últimas administraciones.
A partir de diciembre de 2004 en que tomó posesión Fidel Herrera y hasta el ocaso del desgobierno de Javier Duarte, todo fue simulación, farsa, engaño, podredumbre,  traición a los veracruzanos.      
Así, en muchos casos, funcionarios y legisladores; órganos de Control y Fiscalización fueron los mejores aliados de Duarte, con su silencio.  
rvazquez002@yahoo.com.mx