Semana Santa y mitos
Por Brenda Caballero
Cuentan que hace muchos años,
pero muchos años, estos días eran muy especiales en las casas porque con el
inicio de Semana Santa, los niños y hasta los adultos tenían algunas
prohibiciones: No se podía sintonizar la radio, no se podía escuchar música,
cantar, o hacer alharaca. Eran días de guardar luto total, de silencio, de
reflexión y oración.
También estaba muy penalizado ir
a nadar en Viernes Santo, a pesar de los tremendos calores que son propios de estos
días de primavera... pues se tenía la creencia que se podría convertir uno en
pez o Sirena.
Algunas creencias o mitos eran
verdaderamente extremos, como el evitar vestir de rojo, pues era el color de la
bestia; o no usar clavos, objetos del sufrimiento de Cristo.
Aunque el mayor y más doloroso de
los mitos en los adultos, creo yo, era no tener relaciones sexuales, pues lo
primero que contaban es que se podían quedar pegados ¡hasta la Pascua!
El abuelo decía que por esa razón
no había celebraciones matrimoniales en esas fechas.
Aún en estos días, está
prohibidísimo comer carne roja, que ya al paso de los años entendimos que más
que evitar echarse un buen bistec, era no tener relaciones sexuales.
El único día permisible para
romper la tensión era el sábado de Gloria, donde salías a la calle bajo el
riesgo de regresar empapado tras haber sucumbido a los cubetazos...
Hoy, muchas de estas cosas se han
perdido. En muchas familias, el concepto de Semana Santa es muy preciso: ¡son
vacaciones! ¡hay más música! ¡escuchamos la radio, vemos tele y nos ponemos al
corriente con nuestras series favoritas!, y lo nuevo: ¡estamos al pendiente de
las redes sociales y hasta de los memes de la semana mayor!
Y del sábado de Gloria
permisible, acabó todo en una semana de pachanga, donde lo que más buscamos son
los cubetazos ¡pero de chelas! Y ustedes ¿guardan los días santos?
@NumerosRojos_BC