jueves, 6 de julio de 2017

Esfera Política
Ricardo Vázquez Salazar
 
La realidad de los veracruzanos no es infundada, ligera, vaga, imprecisa, menos irrisoria
Pues bien, ya está todo listo para que a Javier Duarte de Ochoa lo traigan de vuelta a nuestro país, para ser procesado y pasar una temporada posiblemente en el Reclusorio Norte, en lo que le dictan sentencia condenatoria. Lo mismo sucede –hasta el día de hoy- a seis ex funcionarios estatales y un empresario constructor, recluidos en el penal de Pacho Viejo. Es cierto que desde gradería se escucha en todo momento y fuerte el grito de ¡Justicia! Pero. ¿Y la devolución de lo que se robaron?
La situación en Veracruz sigue siendo grave, ya nos percatamos que la reparación de los daños no es de un semestre, ni dos; se calcula que tal vez tengan que transcurrir cuando menos cinco años para que nuestra entidad comience a tomar forma de que ya está encaminada hacia el desarrollo, en dirección al crecimiento tan anhelado.
Que los ciudadanos cuenten con hospitales y servicios de salud dignos, con escuelas en condiciones adecuadas; que el analfabetismo se haya reducido en lo mayor posible; que las cifras de población en pobreza extrema y alimentaria sean menores. De la violencia y la inseguridad, el azote más severo que se ha soportado en todos los municipios, a ese respecto, los veracruzanos, por considerarlo un tema de Alta Prioridad, necesitan y exigen que sea erradicado a la mayor brevedad.
Para resolver todos estos problemas serios y cubrir las necesidades inmensas, además de voluntad, se requiere dinero, mucho dinero; el que se robaron de manera descarada, ante los ojos de todos los que debieron fiscalizar, vigilar, controlar y actuar con sentido de responsabilidad para detener la catástrofe que estaban causando año con año con el atraco a las arcas públicas, por medio de la simulación, el engaño y el contubernio de muchos.
Las carencias son graves en estos momentos. En los hospitales las deficiencias son múltiples y preocupantes: el desabasto de medicamentos es del 40 por ciento según se dio a conocer este miércoles. El estudiantado de todos los niveles reclama rehabilitación de infraestructura educativa, en muchos casos la edificación de escuelas donde no existen. El campo requiere de apoyos que lleguen directo a los productores, no a los liderzuelos, muchos convertidos en millonarios exprés, igual que los ex funcionarios. Carreteras, caminos, espacios deportivos, urbanización, etcétera, etcétera. La lista de necesidades apremiantes es bastante extensa.
Es la triste realidad que se vive en territorio veracruzano. Las afectaciones no son imaginarias, tampoco son ocurrencias. Las imputaciones en contra de los responsables de las diferentes áreas en el desgobierno de Duarte de Ochoa, no son “acusaciones infundadas, ligeras, vagas, imprecisas, irrisorias”, como se refirió Javier Duarte la semana pasada durante la segunda audiencia en el Tribunal Tercero de Sentencia Penal de Guatemala.
Es verdaderamente absurdo que los mismos priístas celebran anticipadamente que sus correligionarios recluidos pudieran quedar libres próximamente; como si el hecho de que se encuentren presos fuera una injusticia, cuando la injusticia radica en la catástrofe que provocaron a Veracruz.        
De conseguir liberar a los pocos ex funcionarios estatales presos en la actualidad, lo único que conseguirían sería alimentar el duarthazgo de los veracruzanos; generarían todavía más rechazo del electorado al partido –tricolor- que los cobijó para cometer tantas fechorías, y que en caso de que así fuera, al sacarlos de prisión serían exhibidos como trofeo de impunidad. 
Llegue a ser una docena, o medio centenar de ex funcionarios que pudieran ser aprehendidos por ser responsables de daño patrimonial, lo que más se necesita en Veracruz con urgencia es que se recuperen los recursos económicos que se pueda, de todo lo que sustrajeron indebidamente del erario.  
rvazquez002@yahoo.com.mx