Los Políticos
Castigo a Veracruz
Por Salvador Muñoz
Javier Duarte de Ochoa guarda todos los males
del planeta cual si fuera una moderna caja de Pandora que a veces pareciera
“Caja china”. Desconozco cuáles hayan sido las circunstancias, cualidades,
condiciones, características para ser elegido por encima de un Borge, César
Duarte o incluso, Humberto Moreira, como el villano favorito del país. Conste.
No es una defensa del cordobés, porque ante las condiciones en que se encuentra
Veracruz, a todos queda claro que lo desfondó junto con un equipo de colaboradores
(o cómplices) donde ahora todos, los que de algún modo u otro trabajaron en su
equipo, viven bajo el estigma de “ladrones”, hayan robado o no.
Hace varios meses planteaba ese escenario, en
el que Duarte habría de convertirse en el enemigo público número 1 de México,
por encima de los ya citados, incluso, haciendo olvidar con una gracia
singular, a los favoritos, uno que ya era un clásico (Carlos Salinas de
Gortari) y el otro, que parecía enfilarse a llegar a la altura de su padrino
político (Enrique Peña Nieto).
Pudiéramos decir que el título de Villano, en
un momento dado, es bien ganado por Duarte de Ochoa, salvo por un error de
cálculo que creo, no estaba previsto por sus creadores: la estigmatización de
todo Veracruz.
II
Bajo al estacionamiento del módulo de
departamentos donde vivo y me encuentro un señor, quien me dice que busca
rentar un departamento por la zona… “¿Qué tal es de inseguro por acá?”, me
pregunta. Mi respuesta lo aturde: “Depende”...
–Depende de qué…
–Depende si deja el portón del edificio
abierto… depende si va caminando con el celular en la mano… depende si es
ostentoso… depende si camina por esas áreas que no están iluminadas…
Se ríe y me dice que seguirá buscando.
Sí, creo que las condiciones en las que
vivimos me hace mantener mi día, con un ojo al gato y otro al garabato, claro,
del mismo modo si estuviera en la Ciudad de México, Puebla, Guadalajara o
Tabasco…
III
La detención, extradición y juicio a Javier
Duarte de Ochoa, hasta el momento, en nada resuelve nuestra condición social y
económica; al contrario, pareciera que la agrava porque Veracruz sigue siendo
la referencia de tener a uno de los políticos del país más corruptos y recuerdo
aquella ocasión cuando alguien intentó llevar al cordobés al Récord Guinness
bajo ese título: “el más corrupto del mundo”, sin percatarse en algún momento
en el daño o deterioro que pudo provocar su “pendejada”. Disculpen la
expresión, pero estamos dados los humanos a buscar eso: “récords pendejos”. Por
ahí comentaban que Duarte ya se había convertido en el Rey del Meme por encima
de Carmen Salinas… en fin...
Veracruz tiene un potencial en turismo y lo
mejor, muy diverso, pero no creo que el visitante esté interesado en conocer
Pacho Viejo, cual moderno “Asilo Arkham” donde se encuentran recluidos los
perturbados enemigos de Batman. O conocer la Casa de Tlacotalpan donde vivió
“El Loco”. O conocer las tortas de La Rielera, sus favoritas. Mucho menos la
calle Puebla, donde tiene su domicilio el suegro de Duarte de Ochoa, con número
401, esquina Tamaulipas, de la colonia Petrolera, de Coatzacoalcos.
Creo que todos los veracruzanos, todos,
tenemos algo que hacer… ya nos jodió Javier, es claro, pero tampoco
participemos jodiendo a nuestra entidad. Cada quien sabrá lo que tenga que
hacer desde su trinchera.
Estoy de acuerdo que se castigue a Duarte,
pero quienes llevaron a la escala de Villano Número 1 a Javier, no tienen
porqué castigar a Veracruz.
smcainito@gmail.com