domingo, 16 de julio de 2017



Se fractura la alianza
 gubernamental.

 Por Helí Herrera Hernández.

¡Poco duro el romance! A escasos siete meses de iniciado el nuevo gobierno empiezan aflorar las fracturas de la alianza política formada entre el partido (de) Acción Nacional y el de la Revolución Democrática que les hizo ganar la mayoría del Poder Legislativo, el Ejecutivo y, hace apenas un mes las elecciones municipales.

         Lo que se veía fuerte y sólido hoy presenta no solo divisionismo, sino una serie de escaramuzas de los integrantes del PAN y del PRD en los dos poderes, donde se amenazan con sacar a relucir “información privilegiada que perjudica a Veracruz y los veracruzanos”, mostrando con ello la “ética” de estos actores que mientras tuvieron privilegios guardaban como el mejor secreto del mundo esa información.

         Ya ha sido denunciado de manera valiente por la diputada Cinthya Lobato Calderón todas las tropelías que comete, por ejemplo, el coordinador de la Junta de Coordinación Política el diputado Sergio Hernández Hernández, a grado tal que ha llegado a declarar la semana pasada “es urgente recuperar la dignidad del Poder Legislativo y la confianza de los ciudadanos hacia sus representantes populares”, ratificando de esa forma un sano distanciamiento con su grupo parlamentario, pero que muestra, además, la confronta y división que ya permea entre los y las legisladoras del PAN.

         Y por si eso fuera poco ahora, otro de los preclaros aliados del gobernador, el que lleva años defendiendo las alianzas electorales del PRD y el PAN Sergio Rodríguez, el mismo que hizo defensas a ultranza primero del candidato y hoy ya del titular del Poder Ejecutivo, a raíz que por una orden divina le quitan la presidencia de la Comisión de Hacienda del Estado ha enloquecido y amenaza, solo eso, para ver si lo restituyen, de tener “noticias financieras que cimbrarán a Veracruz”, como si dicho acto hubiera generado magia en el legislador y le hiciera  recordar cuál es su verdadero papel de representante del pueblo, y no del abogado oficioso del gobernador del estado, como lo fue hasta la semana pasada.

         Otra muestra más del resquebrajamiento del poder público en Veracruz son los cambios ordenados por Miguel Ángel Yunes Linares el sábado, a escasos siete meses de iniciado su mandato, donde sustituye a su secretaria de finanzas Clementina Guerrero García por el que era el contralor general del Estado Guillermo Moreno Chazzarini, y en su lugar nombra a Ramón Tomas Alfonso Figuerola Piñera. Si todo estuviera perfecto dentro del gobierno nada de esto ocurriría.

         Lo que muchos no observan es que estas grietas que se forman en la estructura gubernamental, tanto en el Poder Legislativo como en el Ejecutivo, dejan ver lo difícil que será sostener la alianza PRD-PAN para las elecciones de 2018, por lo menos, en lo que respecta al proceso electoral local (diputados y gobernador), dado que los que ayer eran los principales impulsores y defensores de ésta, hoy son los que están amenazando con sacar a la opinión publica información privilegiada que podría “cimbrar al estado”.


         Que conste que no estoy afirmando que se esta levantando el acta de defunción del amasiato PAN-PRD, pero si afirmo que los prolegómenos del divorcio empiezan a discutirse, a menos de un año de la próxima elección.

twitter: HELÍHERRERA.es