Se fractura la alianza
gubernamental.
Por Helí Herrera Hernández.
¡Poco duro el romance! A escasos
siete meses de iniciado el nuevo gobierno empiezan aflorar las fracturas de la
alianza política formada entre el partido (de) Acción Nacional y el de la Revolución Democrática que les hizo
ganar la mayoría del Poder Legislativo, el Ejecutivo y, hace apenas un mes las
elecciones municipales.
Lo
que se veía fuerte y sólido hoy presenta no solo divisionismo, sino una serie
de escaramuzas de los integrantes del PAN y del PRD en los dos poderes, donde
se amenazan con sacar a relucir “información
privilegiada que perjudica a Veracruz y los veracruzanos”, mostrando con
ello la “ética” de estos actores
que mientras tuvieron privilegios guardaban como el mejor secreto del mundo
esa información.
Ya
ha sido denunciado de manera valiente por la diputada Cinthya Lobato Calderón todas
las tropelías que comete, por ejemplo, el coordinador de la Junta de
Coordinación Política el diputado Sergio Hernández Hernández, a grado tal que
ha llegado a declarar la semana pasada “es
urgente recuperar la dignidad del Poder Legislativo y la confianza de los
ciudadanos hacia sus representantes populares”, ratificando de esa forma un
sano distanciamiento con su grupo parlamentario, pero que muestra, además, la
confronta y división que ya permea entre los y las legisladoras del PAN.
Y
por si eso fuera poco ahora, otro de los preclaros aliados del gobernador, el
que lleva años defendiendo las alianzas electorales del PRD y el PAN Sergio Rodríguez, el mismo que hizo
defensas a ultranza primero del candidato y hoy ya del titular del Poder
Ejecutivo, a raíz que por una orden divina le quitan la presidencia de la
Comisión de Hacienda del Estado ha enloquecido y amenaza, solo eso, para ver si lo restituyen, de tener “noticias financieras que cimbrarán a Veracruz”, como si dicho
acto hubiera generado magia en el legislador y le hiciera recordar cuál es su verdadero papel de
representante del pueblo, y no del abogado oficioso del gobernador del estado,
como lo fue hasta la semana pasada.
Otra
muestra más del resquebrajamiento del poder público en Veracruz son los cambios
ordenados por Miguel Ángel Yunes Linares el sábado, a escasos siete meses de
iniciado su mandato, donde sustituye a su secretaria de finanzas Clementina
Guerrero García por el que era el contralor general del Estado Guillermo Moreno
Chazzarini, y en su lugar nombra a Ramón Tomas Alfonso Figuerola Piñera. Si
todo estuviera perfecto dentro del gobierno nada de esto ocurriría.
Lo
que muchos no observan es que estas grietas que se forman en la estructura
gubernamental, tanto en el Poder Legislativo como en el Ejecutivo, dejan ver lo
difícil que será sostener la alianza PRD-PAN para las elecciones de 2018, por
lo menos, en lo que respecta al proceso electoral local (diputados y
gobernador), dado que los que ayer eran los principales impulsores y defensores
de ésta, hoy son los que están amenazando con sacar a la opinión publica
información privilegiada que podría “cimbrar
al estado”.
Que
conste que no estoy afirmando que se esta levantando el acta de defunción del
amasiato PAN-PRD, pero si afirmo que los prolegómenos del divorcio empiezan a
discutirse, a menos de un año de la próxima elección.
twitter: HELÍHERRERA.es