Sobresalir
contra la corriente
Por:
Zaira Rosas
Creo en el valor de las
ideas, sobre todo cuando son compartidas, en el aprendizaje colectivo, el apoyo
constante en conjunto para llegar mejor a una meta, quizás no siempre más rápido,
pero sí de forma segura. Creo en los proyectos interdisciplinarios, porque
mentes con bases o conocimientos diversos dan pie a propuestas más originales,
que abarcan distintos puntos que una sola persona no podría ver, creo en
aprender de los errores, con la certeza de que para llegar al éxito uno se
equivoca, no una, sino cientos de veces y son todas estas veces las que hacen
posible saber cómo funcionan distintos escenarios y alcanzar la experiencia
necesaria para triunfar. Y porque creo en el valor de compartir, hoy quiero
compartir con los lectores un poco de mi filosofía, que es la suma de muchas
otras formas de pensar, de otros autores, de otras ideas y que quizás al
compartirla, entiendan por qué mi necesidad de cambiar al mundo.
Pocas personas en la vida
tenemos la suerte de que alguien nos motive e impulse a verdaderamente ser
diferentes, si estás leyendo esto es muy probable que hayas sido educado en un
sistema donde la inteligencia se medía por tu capacidad para sumar y restar, la
memorización y el aprendizaje es más bien el conocimiento de determinados
conceptos, con suerte tuviste algún profesor en la universidad que te impulsó a
crear nuevas ideas, pero lo realmente nuevo no siempre se comprende y a veces
por miedo a salirnos del molde seguimos con los mismos procesos establecidos
por alguien más, en ocasiones al finalizar una carrera somos impulsados a
conseguir de inmediato un trabajo, comprar un seguro, una casa y velar por
nuestro bienestar, y es así como gran parte de la sociedad de encasilla en
trabajos bajo determinadas normas y con ciertos parámetros que preferimos no
desafiar por miedo a fracasar.
Aunque me identifico con
puntos de la historia anterior me considero una persona afortunada porque si
bien he recibido consejos a lo largo de mi desarrollo, jamás me han obligado a
seguir un camino determinado, he tenido la libertad de aventurarme en errores,
aprender de ellos y en ocasiones transformar mis ocurrencias en grandes
experiencias, soy de esas personas que dejan muchos proyectos para la última
hora, por ejemplo mis artículos los escribo un día antes de enviarlos o a veces
el mismo día, pero en realidad vivo una semana pensando de qué escribir, por
eso en esta ocasión mientras leía “Originales” el libro del psicólogo Adam
Grant, supe con certeza que quería compartir un poco de sus ideas, que sin
saberlo también eran mis ideas porque no hay nada mejor que toparte a alguien
que piensa diferente al común de la gente pero en cierta forma también piensa
similar a ti.
El exitoso psicólogo
organizacional que ha trabajado con grandes empresas como Facebook, Google, la
NFL y Johnson &Johnson señala en su libro y en múltiples conferencias que
ha brindado (En internet pueden buscar una de las de TED) la importancia de ser
un inconforme, para realmente ser original y lograr un cambio en el mundo.
Como mencioné antes por
ejemplo, yo hago los artículos casi al último minuto, lo mismo con muchas otras
actividades, lo cual no es un consejo de vida, porque no es apto para todos,
sin embargo al escuchar una de las conferencia de Adam Grant entendí por qué lo
hago, en realidad yo escribo al último momento, pero trabajo en mis ideas desde
que estoy enviando el artículo anterior, en ocasiones creo que estoy
procrastinando mientras veo una serie, pero mis amigos hasta se han burlado de
mí en el cine por sacar mi celular para tomar apuntes de frases, diálogos e
ideas que siempre retomo al escribir, la semana pasada creí irme a descansar y
disfrutar de una exposición, pero no dejaba de pensar en la nueva forma de ver
el mundo que Andy Warhol me estaba dando.
Esa es una de tantas maneras
de innovar, ¿Qué sentido tendría pasar días antes frente a una computadora si
soy incapaz de procesar ideas?, Grant nos dice que “procrastinar es un vicio
para la productividad, pero puede ser una virtud para la productividad”. Claro,
siempre que exista un equilibrio. Los grandes líderes no tienen ideas
increíbles a la primera, lo que pasa es que una vez alcanzado el éxito nadie
más habla de los fracasos, tiempo atrás lo mencionaba con la película “La La
Land”, para muchos fue la película del año, pero pocos desconocían cuantas
productoras la rechazaron antes de volverla el éxito que fue, lo mismo pasó con
la serie de “Stranger Things” o los spinners que ahora se venden hasta en los
cruceros, muchas de estas ideas no fueron pioneras, ni las primeras de sus
pensadores, pero se atrevieron a intentar cuántas veces fuera necesario para
alcanzar su meta y no se conformaron con un no, aprendieron de estos y
mejoraron para llegar hasta donde están.
Abro internet y veo vídeos
de muchos otros países haciendo cosas increíbles, desde estilistas hasta
músicos y científicos, siempre que los veo me pregunto ¿y México? ¿Cuándo
difundiremos la grandeza de nuestra nación?, conozco a gente con grandes ideas,
pero muchos se detienen ante la opinión de otros, y llegados a este punto sólo
quiero alentarlos a seguir, a atreverse a pensar distinto, a retomar ideas de
otros y darles forma con las nuestras para crecer, quizás si aprendemos de los
demás sobre honestidad, creatividad, seguridad y de los errores en las primeras
potencias comenzaremos a crear el México con el que todos soñamos, sabemos que
estamos inconformes, pero basta de vociferar y seamos capaces de realmente
hacer algo. No esperemos a que otros nos digan que es el momento de crecer,
basta con demostrar que hemos crecido.