TIERRA
DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez
Hipocondriacos
Me gusta
desearle a la gente buena suerte y salud (lo de Dios te bendiga, a veces). Es
lo mínimo que se debería ofrecer en estos tiempos de inseguridad –debo decir de
agresividad y demencia- y de un deterioro ambiental que nos arroja a la cloaca
sin remedio. A diario me esfuerzo por levantarme con el pie derecho, enderezar
mis ánimos con suspiros de esperanzas y buenaventura, y encomendarme a Dios
(por si las dudas). Incluso cuando me levanto con el pie izquierdo, pienso que en
realidad he dormido con la cobija en el suelo. Son descuidos nocturnos: los
sueños (más las pesadillas) a veces son muy traicioneros. Pero de que la vida
se va, se va, ni quien lo niegue, se va quién sabe adónde, pero de que se va,
se va. (¿Por qué digo esto?).
Vivimos
tiempos paradójicos, y con tanta información ya no sabemos de qué color es el
viento, y el resultado es que de todo nos enfermamos. Como aquel chiste: “Llega
un enfermo a ver al médico y le dice: -Doctor, cuando me toco aquí me duele y
aquí también y aquí y aquí... A lo que el médico le contesta: -Amigo, usted lo
que tiene es el dedo lastimado…”
Hace
unos días leí lo siguiente: “Me duele mucho el estómago, creo que es una
infección”, expresó Claudia. La solución fue tomarse un antibiótico que su
madre le recomendó por la experiencia: “Tómalo, a mí me funcionó, y con las
pastillas que me sobraron seguro te alivias”, aseguró la señora Isabel.
“A
casi tres años de aquel suceso, todos los integrantes de la familia Álvarez
Cruz han presentado resistencia bacteriana, es decir, que cuando han padecido
una infección, los antibióticos no sirven para curarlos.
“Carlos
Eduardo Pérez Díaz, jefe del Servicio de Infectología en el Hospital
Universitario de La Samaritana, en Bogotá, Colombia, y Rafael Ricardo Valdez
Vázquez, infectólogo del Hospital Ángeles en México, advirtieron en entrevista
que si no se trabaja en la educación y buenas prácticas sobre la ingesta de
antibióticos, para el año 2050 morirán más personas a causa de bacterias que
por enfermedades crónicas como cáncer, diabetes o alguna otra como VIH, “es más
probable que mueran millones de personas por bacterias extremadamente resistentes,
que por estas afecciones”. (eluniversal.com.mx,10-07-17). Tons, ¿qué hacemos? De
antemano sabemos que hay una deficiencia médica hospitalaria que se recrudece,
pública o privada.
El
caso es que cualquier cosa nos enferma. Vaya, hasta “Trump se ‘vacuna’ contra
la corrupción mexicana” (revista Proceso 9-07-17): “El presidente estadunidense
Donald Trump dio la siguiente orden a ejecutivos de su gobierno: redactar un informe
de cada encuentro, sea oficial o casual, con cualquier funcionario mexicano,
para evitar alguna conexión ante eventuales acusaciones de corrupción”.
Yo,
la verdad, padezco alergia a la pendejez. ¿Cuál es el remedio?
Los días y los temas
Comparecerá
el titular de la Secretaría de Seguridad Publica del Veracruz ante diputados de
la LXIV Legislatura estatal. La pregunta es: ¿mejorará con ello la seguridad de
los veracruzanos?
De cinismo y anexas
Un amigo me
preguntó: “¿Qué es lo mejor de la enfermedad de Alzheimer?” Como últimamente se
me empieza a olvidar todo, no supe contestarle (no es que sea pendejo, eh). Me
dijo: “a) Que haces nuevas amistades con las enfermeras todos los días; b) Si
estás casado, todos los días vas a conocer a una mujer nueva, te la vas a
llevar a la cama ese mismo día, y nunca más vas a volver a saber nada de ella”.
Super
entendí.