martes, 6 de marzo de 2018



Línea Caliente

Pepe Yunes y Cuitláhuac García, listo
el tamal
Por Edgar Hernández

Muy aventajados se observan los azules en sus empeños electorales de cara a una inminente elección de estado.
La acción panista pasó del compromiso de la despensa –son 700 mil las que se reparten mensualmente- y la presión a ex ediles para inclinar el sufragio, a la preparación de la “Operación Carrusel”.
Por las calles de Xalapa ya desde este lunes se observó la entrega de urnas –café cartón con el emblema en rojo de OPLE- a casas de seguridad del C4 del exclusivo fraccionamiento de Las Animas para presuntamente redistribuirse a las guaridas próximas a los 20 distritos electorales.
Son urnas que no necesariamente serán destinadas para el kilo o sucedáneos de basura, sino eventualmente para el embarazo de urnas.
Tal vez la imaginación perversa de los vecinos que reportan el hecho, tal vez la realidad que nos embarga o quizás el ser mal pensados, obliga a pensar que la que viene pretende ser una elección de estado.
Ya por lo pronto los observadores de Morena y del PRI han puesto en la mesa de sus cuartos de guerra para su análisis y acción la ilegal estrategia del PAN para alcanzar el voto que lleve a la gubernatura al hijo del gobernador.
Amén de los cuantiosos recursos financieros disponibles y la operación electoral de los traidores del PRI –los redomados expriistas- se ha percibido y así lo indican las filtraciones de los propios cuerpos policiacos, la utilización de todos los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública para el día de la elección.
Ahí estará la clave de la elección.
Serán quienes acompañen a los representantes electorales a los centros de acopio de los distritos correspondientes, sea en taxi o en vehículos particulares, para que en el inter realicen la operación carrusel.
Por la vía del arrebato, intimidación o compra de la urna o la sustitución misma del ánfora de sufragios antes de que entre a resguardo militar o dentro de los mismos cuartos que se destinen para tal propósito, es como se consumará el cochupo.
Ello descontando que en el recuento final, a pie de urna, el primero de julio se desate la violencia para inhibir el voto de parte de mercenarios contratados para ese propósito.
O el mismo traslado de familias completas de pueblos apartados cuyos votos ya fueron comprometidos previo adelanto de una parte del dinero… o el robo mismo de las urnas antes del cierre para entregar las embarazadas en favor de su abanderado.
Los azueles ya tienen previsto asimismo la contratación de decenas de calígrafos para, desde las casas de seguridad, preparar y dejar sin huella las urnas embarazadas durante la tarde noche y madrugada del primero de julio.
Ello a fin de que una vez en acción el OPLE comprueben la legalidad del arrollador triunfo panista.
Eso ya lo saben Cuitláhuac García y Pepe Yunes quienes ya desde ahora están tomando sus providencias para que por la vía de sus representantes a pie de casilla electoral vigilen el buen destino de las urnas a los sitios de acopio y fotografíen y peguen las sábanas con los resultados y lo reporten al OPLE para el conteo rápido.
El punto de quiebre habrá de estar en el PREP al igual que en el número de ciudadanos que acudan a votar.
A diferencia del pasado priista en donde lo que importaba era el abstencionismo para que el voto duro, el corporativo, entrara en acción, hoy la intención va en favor de que el ciudadano acuda a las urnas para manifestar su voluntad en conciencia que no en molestia.
De cara a un gobierno fallido que de última hora se ha dedicado a inaugurar obras federales y obritas estatales, a terminar hospitales para el relumbrón y maquillar cifras de inseguridad, se impone la realidad que tiene de rodillas al pueblo veracruzano.
Difícil que a estas alturas se le engañe a pesar de pretendidas acciones ya muy vistas. El PAN busca clonar lo que en el pasado hizo el PRI.
Sin embargo, de cara al despertar de la sociedad civil resulta punto más que imposible se le convenza por la vía del cambio del oro por espejitos. Hoy el voto cuenta, no los cuentos de que estamos a toda madre y que con el heredero del gobernador nos va a ir mejor.
Son tiempos de génesis y a estas alturas luego de observar el derrumbe del PAN a nivel nacional tras descubrirse las raterías del presidenciable Ricardo Anaya, de entrada la voz y el voto ya están en la cancha de la ciudadanía.
Es la realidad maldita la que no se distrae con despensas ni un puño de billetes, menos con la entrega de paquetes de obra que guardan afanes electoreros.
Aquí el punto es cuidar el robo de la elección y que sea verdaderamente el pueblo que decida en favor del continuismo o del cambio.
Tiempo al tiempo.
 
*Premio Nacional de Periodismo