Punto de Vista
* Yunes Linares, lejos del Presidente
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Lo que denunció Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización “Alto al Secuestro”, en el sentido de que el sector empresarial de Veracruz –y en especial el turístico-, no denuncia la grave situación de inseguridad que vive el estado, porque teme a las represalias del gobierno, no es nuevo. *** El gobernador no sólo amenaza a los empresarios para que no cuestionen su gestión, lo hace también con servidores públicos emanados de partidos de oposición. *** Miguel Ángel Yunes Linares aplica aquella máxima que reza: “O estás conmigo, o estás contra mí”, y todo aquel que se atreve a cuestionarlo es acosado por los instrumentos de presión que posee, como la Fiscalía, Seguridad Pública, el Poder Judicial, el Orfis, y hasta algunas bandas de la delincuencia organizada. *** El presidente de la asociación de Hoteles y Moteles de Veracruz, Sergio Lois Heredia, lo niega, pero tampoco se esperaba que dijera “sí, nos callamos porque le tenemos miedo al gobernador”. *** Los empresarios (especialmente los de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, el bastión de los Yunes) tienen la instrucción de callar y agachar la cabeza. *** Si no lo hacen, saben que les irá mal, pero si acatan la instrucción, hasta les puede ir bien a sus negocios.
* * *
“Es instrucción directa del señor Presidente. No quiere cerca al gobernador de Veracruz. Hagan lo necesario para que por lo menos esté a cuatro lugares de distancia”.
Era el lunes 12 de marzo, la víspera del evento en Totalco, en el que el Presidente Enrique Peña Nieto inauguraría un almacén granelero de Diconsa. Las palabras fueron de un representante de “la avanzada”, en presencia de personal del Estado Mayor Presidencial y de algunos de los delegados federales que tuvieron que ver con la organización del evento.
Estaban definiendo la distribución del presídium y antes de empezar a escuchar las propuestas, el representante de Presidencia marcó la pauta:
“Pónganse de acuerdo, repartan como gusten los lugares, sólo les reitero esta instrucción especial del Presidente: Pongan a ese pendejo (así se refirió a Miguel Ángel Yunes Linares) lo más lejos que sea posible de él”.
Como se imaginarán, si el propio Presidente evitaba el contacto con el mandatario estatal, es ilógico suponer que hubiera concertado un encuentro “en lo oscurito”, una audiencia “privada” en el sitio que fue acondicionado como helipuerto.
Nunca hubo esa intención.
Todo fue un “borrego” más de Miguel Ángel Yunes Linares para abonar al mito de los supuestos acuerdos con el gobierno federal.
Así como no hubo tal reunión, tampoco hay tal acuerdo, por una sencilla razón: Enrique Peña Nieto no confía en Miguel Ángel Yunes Linares.
Quienes han trabajado en áreas de comunicación social del gobierno de Veracruz saben que en cada visita presidencial, sin importar quién sea el gobernador, la prioridad es captar imágenes en las que se perciba al Presidente y al mandatario estatal en una amena charla, en un efusivo saludo, o hasta compartiendo alguna broma.
Esas fotografías son “oro molido” (dixit Manzur) pues envían el mensaje de que Federación y Estado están “en los mejores términos” y que, por lo tanto, a Veracruz le irá bien.
Esta vez no fue el caso. Hay fotografías, sí, en las que intercambian saludos Peña Nieto y Yunes Linares, pero son las de rigor, las obligadas entre el visitante y el anfitrión. No más.
Otra instrucción de “la avanzada”:
“Nadie que sea o vaya a ser candidato en la contienda electoral de este año, puede estar en el presídium”.
Miguel Ángel Yunes Linares llegó solo al evento. Del Poder Ejecutivo estatal él era el único invitado. Para no lucir tan desamparado, se hizo acompañar de los representantes de los otros dos Poderes, Edel Álvarez por el Judicial, y María Elisa Manterola Sainz, Presidenta de la Mesa Directiva de la Legislatura local.
Ahí se dio el problema. La diputada, impulsada por la alianza PAN-PRD, es aspirante a reelegirse y, por lo tanto, no debería estar en el estrado. Llevaba, sin embargo, la representación del Poder Legislativo. Pronto le dieron solución: “Mándenla a la última fila, que no utilice el acto para promoverse”.
El evento estaba enmarcado en las acciones que el Gobierno Federal realiza en materia social. El Presidente mostró un gesto de disgusto cuando escuchó que el discurso del gobernador de Veracruz estaba dedicado, de forma central, al ámbito electoral, y se lo hizo saber:
“Ya que el Gobernador se atrevió a tocar la parte electoral, la voy a tocar yo de manera ‘muy de ladito’; de ladito para que no me acusen de que estoy teniendo participación en este proceso”.
Y le envió un mensaje duro, lapidario:
“Quien se mete a política -y lo sabe el gobernador y lo sabemos quienes hemos participado en un proceso democrático- somos bien observados. Nos ven todos los días, nos revisan todo nuestro historial y todo nuestro pasado, desde el día en que nacimos; dónde nacimos, cómo nacimos; qué hicimos, qué novias tuvimos, cuáles no, a quiénes dejamos, quiénes se quedaron en el camino. Todo”.
Allá él si no lo entiende.
* * *
Epílogo.
Miguel Ángel Yunes Linares insiste en vender la versión de que existe un acuerdo “de facto” con el gobierno federal, en el que se comprometería él a derrotar en Veracruz a Morena, y a cambio le dejarían el camino libre a su “cachorro”. Falso. Este miércoles lo dejó muy claro Pepe Yunes: “Yo no juego partidas perdidas, juego a ganar y entiendo que las posibilidades están en función del trabajo y de la cercanía que tengamos con quienes deciden una elección, que es la población”. *** Y señaló puntualmente la descarada politización de los programas sociales del Estado: “Hoy nos comentaron que harían entrega, en la ciudad de Xalapa, de un número de despensas inusitado; sobre todo, en algunas congregaciones. Casualmente, a unas semanas de que haya elecciones para elegir a agentes municipales. Yo no acuso nada, lo único que digo es que se me hace coincidente y sólo pido congruencia; lo que tanto les preocupó y les llevó tiempo señalar, que simple y llanamente no lo hagan”. *** Sobre ese tema también el Presidente Enrique Peña Nieto le envió un mensaje al gobernador: “Déjenme decirles algo. ¿Cuál es la mejor política social? No necesariamente es la que lleva los varios apoyos que ya están dedicados hoy a los sectores más vulnerables. La mejor política social es mantener el nivel de desarrollo económico, es mantener la estabilidad económica. Cuando se pierde la estabilidad económica, se corre el riesgo de entrar en crisis económicas que realmente deterioran la economía de las familias mexicanas”. *** El mensaje desde la ciudad de México para Elizabeth Morales, delegada del ISSSTE, fue muy claro: “Sólo hay un lugar preponderante en la lista plurinominales, para una mujer de Veracruz, y ese sitio ya lo tiene Anilú Ingram”. Sólo movió la cabeza. “Me lo hubieran dicho antes”.
filivargas@gmail.com