TIERRA DE BABEL
Por Jorge Arturo Rodríguez
Tiempos de corrupción
Aperitivo 1: “Las redes sociales nos están llevando a un lugar malvado”. (Mark Frost, cocreador de ‘Twin Peaks’). ¿Cuál es ese lugar?
Aperitivo 2: “La Madre Tierra está herida; necesita niños reflexivos, cuidadosos y activos para protegerla del futuro”. (Leonardo DiCaprio). Ahí nos hablan.
Nunca tirar la toalla. Salvo en la playa, la albera, el baño o el charco; vaya, donde nos haya tocado nacer y sobrevivir, porque se diga lo que se diga, se dizque haga lo que se haga -no nos engañemos-, las desigualdades siguen. Repito: no tirar la toalla. Seguir y seguir la senda. Luchar. ¿Cómo? Thomas Jefferson dijo: “Aboga, mi estimado compañero, por una cruzada contra la ignorancia; establece y mejora la ley de educar a la gente común.” Ahí está el detalle, Chato, sobre todo ahora que la IA se nos viene encima; más bien, ya vive en cada rincón de nuestras vidas y ni cuenta nos hemos dado.
Sí, el mundo anda loco, patas pa’ arriba o al menos no sabemos en dónde hemos caído y, en consecuencia, no sabemos cómo salir o sobrellevar tal situación. Alguna vez escuché: “Después de pedírselo a mi psiquiatra, pedí una segunda opinión: luego de que dijera que estaba loco, también me dijo que era feo.” Al jodido, acabarlo de joder, decía mi madre.
Carajos, pos no me voy solo. Acuérdense: “Un sacerdote pregunta al asesino en la silla eléctrica: ‘¿Tiene alguna última petición?’ ‘Sí’, responde el asesino. ‘¿Puede cogerme la mano, por favor?’”.
La exdirectora de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), Mar España acaba de publicar el libro Así se somete a una sociedad, en el que escribe: “Conocemos ya los efectos del alcohol y del tabaco y tenemos leyes para evitar que los menores de edad los consuman. Sin embargo, con el consumo de pantallas, de apps, de videojuegos, etc., todavía no hay conciencia social de que un uso desmedido, y especialmente a edades tempranas, puede afectar gravemente al bienestar, desarrollo, valores éticos y comportamiento de la persona, dejando una huella que puede durar toda la vida”. ¿Conciencia social? Pero si apenas balbuceamos un “Hola, ¿cómo estás?” en presencia real y concreta, vaya, en persona personal.
Ya saben, dice la abuela: “La mayoría de las personas de tu edad ya están casadas, ¿por qué tú no?”. Yo: “La mayoría de las personas de tu edad ya están muertas, ¿por qué tú no?”. Cada quien a la suyo, ahí está ya la IA. Pero, la verdad, a medida que me hago mayor, me acuerdo de toda la gente que he perdido por el camino. Quizá mi carrera de guía turístico no fue la elección correcta.
Mar España, en entrevista, apunta: “El modelo de negocio de la industria de internet se basa en ganar dinero por la publicidad, y para eso se necesita que todos pasemos conectados el mayor número posible de horas. Y que les aportemos gratis no solo nuestros datos personales, sino nuestra red de contactos. Para captar y retener nuestra atención se están utilizando, en la mayoría de los casos, patrones adictivos y oscuros diseñados para volvernos consumidores compulsivos. Por tanto, creo que realmente estamos sometidos, en el sentido de que, cuanto más tiempo pasamos conectados, más lejos dejamos nuestra libertad, además de la salud física y mental y, en muchos casos, de la privacidad. Pero estamos a tiempo de cambiar esta dinámica. Soy optimista.” Estamos a tiempo, espero.
Cuando le preguntaron: “¿Cree que hay concienciación sobre este asunto?”. Mar contestó: “Ya hay presión social, las familias en nuestro país se están moviendo. El proyecto de ley de protección al menor en el mundo digital está compuesto en un 80% por medidas que se tomaron por unanimidad en un grupo de trabajo de la AEPD. Necesitamos un pacto de Estado en torno a este asunto. Aquí no caben partidismos, nos estamos jugando la salud física y mental de la población. Pido conciencia social a las familias. Si no les damos alcohol, tabaco o drogas con 14 años, ¿por qué les damos un smartphone con barra libre digital y dejamos que duerma con él cuando a lo mejor estamos controlando quiénes son sus compañeros del equipo baloncesto? Está ya demostrado que un chaval construye su personalidad y sus valores hasta los 16 años.” (elpais.com, 12/06/2025). Ajá.
¿Y cómo estamos en México? Ahí se las dejo. ¿Protección de datos? Ahí estarán los datos, ¿otros datos?, pa’ quienes lo requieran, no importa el destino ni la gravedad de su utilización. Total, en nuestro país el pueblo sabio aguanta eso y mucho más. ¿Cuál sufrir?
No hay de otra. Dice el chiste: “Mi marido y yo hemos tomado la difícil decisión de no querer tener hijos. Si alguien los quiere, por favor, que me envíe sus datos y se los mandamos mañana.”
El periodista Jonathan Ruiz Torre, en su columna titulada “Mi mamá dice que sí me va a sustituir la IA”, señaló que “la adopción de IA generativa avanza en México, con herramientas como ChatGPT, cambiando industrias, hábitos y empleos. Quien no desarrolle habilidades digitales corre el riesgo de ser reemplazado”. Remata: “Al tiempo serán herramientas de uso tan común como el Facebook. Por eso van a sustituir… a quien no se haga más hábil.” O a quien sea “pignorante”… Digo, ¿me explico?
Y ¿dónde están las leyes? ¿Alguien tiene algún dato? S. J. Lec afirmaba que todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla. Y Étienne Bonnot de Condillac decía en tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan. ¿A poco?
Es más, Napoleón Bonaparte, “ese loco bajito”, sostuvo que hay tantas leyes que nadie está seguro de no ser colgado. Y ya pa’ no dejarlos picados, Leon Tolstoi mencionaba que es más fácil hacer leyes que gobernar.
Ahí se las dejo.
Los días y los temas
La diputada Indira de Jesús Rosales San Román lo escribió claro, preciso y firme, en su cuenta de Facebook el pasado jueves 14 de agosto: “Hoy se votó una reforma a la Ley en Materia de Desaparición de Personas para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, donde el objetivo no es realmente apoyar a los colectivos de madres buscadoras, esa es solo la fachada, la realidad: el Gobierno quiere tener acceso a la información privada y confidencial de todos los veracruzanos.”
En Tribuna del Plano Legislativo sostuvo que no hay que lucrar con el dolor de las madres buscadoras, usándolas como pretexto; más bien al gobierno le urge información de cada uno de nosotros, información a detalle, pues. Añadió que eso es ruin, lastimoso y, sí, miserable. Cierto, Veracruz “es el primer lugar nacional en número de fosas clandestinas encontradas” y “quién va a cuidar toda esa información”.
Claro, diputada Indira Rosales, hay que crear leyes que sirvan, crear leyes que funcionen. Pero, sobre todo, no engañar a la gente.
Antes recordó unas palabras de la canción de Rubén Blades, “Desapariciones”. Aquí les comparto la última estrofa:
“¿Adónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales.
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales.
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento.
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro.”
De cinismo y anexas
No es el fin, aún. ¿Dónde fue José Luis después de perderse en un campo minado? A todas partes.
Hasta la próxima.