Crónicas urgentes
En Veracruz ya no hay jefe político: Javier Duarte
Por Claudia Constantino
Narran
algunos presidentes municipales de los invitados a la mesa del gobernador en
días pasados que ya les dieron luz verde para comenzar a escoger a sus gallos y
que tendrán manga ancha para la operación política en sus municipios de cara a
las elecciones del próximo año. La frase con que la mayoría salió tratando de
interpretar fue: “en Veracruz ya no ha jefe político”.
Evidentemente, Héctor y Pepe Yunes
parecen tener una opinión diferente. El senador José Francisco Yunes Zorrilla
se distinguió del resto de los legisladores federales al no acudir, “por
razones de la agenda legislativa”, a la invitación que le hizo el aún
mandatario veracruzano, por lo menos de membrete.
Los ojos están puestos desde el 6 de
junio, un día después de la pasada elección, en el 2018; ante tantos cambios en
el escenario político nacional y estatal, tal parece que los principales
actores políticos no tendrán descanso. Se preparan, desde ya, para lo que viene
el año próximo y perfilan las estrategias para el siguiente.
Se habla de acuerdos, nuevos y
viejos. También de un intento de borrón y cuenta nueva, como si a Javier Duarte
le fuera a salir muy bien la jugada para evadir la mano justiciera del
gobernador electo, cuya principal promesa a los veracruzanos fue encarcelar a su
antecesor. Parece que no les va a poder cumplir el punto toral de su agenda.
Muchos liderazgos políticos han
bajado el perfil; nombres de actores políticos muy importantes ya no se
mencionan. El PRI, que nunca ha sido oposición en Veracruz, tendrá que aprender
a serlo, al tiempo que corrige lo necesario para lograr de nueva cuenta la
simpatía del electorado, si es que esto es posible en sólo unos meses.
El PAN, por su parte, verá el costo
político de no poder cumplir la promesa principal de su candidato ganador y también
en qué se traduce insistir en conservar a su rémora electoral: el PRD. Los partidos que conservarán el registro sólo
por la suerte de tener representación nacional verán de nuevo la ocasión de
medir sus minúsculas aportaciones política al proceso democrático llamado
campañas.
Se habla mucho por estos días de balances,
recuentos, nuevas estrategias y cambios de juego; de lo que se habla poco es de
en qué beneficia a los veracruzanos la multiaplaudida alternancia. ¿Qué problemas resolverá a Veracruz esta
nueva correlación de fuerzas? ¿Dejarán de gastar tanto en campañas y comicios?
¿Las participaciones ya llegarán a tiempo, se aplicarán donde se debe y se traducirán
en progreso?
Aparentemente, que “ya no haya jefe
político en Veracruz”, basados en la historia reciente, tuvo que
ser la mejor noticia que el gobernador del estado le ha dado a los presidentes
municipales en mucho tiempo. Que haya elecciones tan pronto en Veracruz es otra
buena noticia para un electorado ávido de darle a los políticos lo que merecen.
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