El
discurso de Enrique Peña Nieto sobre el populismo, no lo tiene ni Obama.
Por Helí Herrera Hernández.
Vaya que tienen razón los católicos en
afirmar que uno pone y dios dispone. ¿Por qué lo anoto? Sencillo, porque la
madrugada del 30 de junio (2 de la mañana), escribí en mi cuenta de Twitter “Y cayo en la provocación”!!!, Allí sello su
suerte. En unas horas Javier Duarte vera como se le desmorona su imperio desde
el Congreso”. Esto relacionado con el sainete que el movimiento de los 400 pueblos le armo
la tarde del miércoles 29, frente al Palacio Legislativo a Miguel Ángel Yunes
Linares y Ricardo Anaya , gobernador electo de Veracruz y líder nacional del
PAN respectivamente, en un acto que supo aprovechar perfectamente el choleño
que de tonto no tiene ni un pelo, y que al enterarse al interior del Congreso,
cuando daba una conferencia de prensa sobre el fiscal anticorrupción de la presencia
de las huestes de Cesar del Ángel, aprovecho para salir por el frente y
provocarlos para lograr lo que ocurrió, e irse convirtiendo en el mártir que
necesitan los dolidos veracruzanos con el gobierno duartista-fidelista.
Esa
madrugada decidí escribir sobre ese tema mi artículo para este medio de
comunicación, porque hay mucha tela de donde cortar por las diversas aristas
que este representa, que van desde arroparse Yunes Linares con apoyo popular
para entrar con mas fuerza el primero de diciembre, hasta apropiarse del PAN y del PRD en Veracruz, como ya lo esta
haciendo, y ser el gran elector no solo en las elecciones municipales del año
próximo, sino las que a él le interesan realmente, que son las de 2018,
especialmente porque desea, quiere, pretende y ya lo esta logrando colocar, en
dicha elección, a un hijo como candidato al mismo cargo que desempeñará, y a
otro como candidato a Senador de la República, no me cabe la menor duda porque
lo conozco y más, cuando el priismo veracruzano esta haciendo todo lo posible
para empoderarlo. Habrá tiempo para profundizar en estos temas que decidí no
ampliarlos en éste, porque déjeme decirle que si Duarte anda mal, Peña Nieto
dice quítate que hay te voy, en un duelo donde cada uno de ellos quiere ser
campeón en tarugadas.
Y
es que el día anterior don Enrique quiso volver a dar clases de estadista a los
mandatarios de Canadá y los Estados Unidos en populismo
afirmando: “actores políticos, liderazgos
políticos que asumen posiciones populistas y demagógicas pretendiendo eliminar
o destruir lo que se ha construido, lo que ha tomado décadas construir, para
revertir problemas del pasado” en clara referencia al enemigo público
número uno del PRI y del PAN: AMLO. “Los
líderes que recurren al populismo y la demagogia”, continúo “venden soluciones fáciles a los problemas
del mundo, pero no es tan sencillo”. “La
solución que algunos proponen no es destruyendo lo construido, no es optar por
otra vía y por una ruta de aislamiento y de destrucción, sino es acelerar el
paso a favor del desarrollo….”. Y es allí donde Barack Obama decide
interrumpirlo pidiendo “tener cuidado al usar esa definición” y
explicando como el entiende ese concepto.
Obama
menciono que el busco ser presidente y
ha trabajado como mandatario “para procurar el bien de los ciudadanos”, y
que “todos los niños de su país tengan las mismas
oportunidades que el tuvo”, “Me preocupo por la gente pobre, que esta
trabajando muy fuerte y no tiene la oportunidad de avanzar. Y me preocupo por
los trabajadores que sean capaces de tener una voz colectiva en su lugar de
trabajo…quiero estar seguro de que los niños estén recibiendo una educación
decente…..y creo que tenemos que tener un sistema de impuestos que sea justo”
(que pague más el que mas tiene, menos el que menos tiene y nada el que nada
tenga).
“Supongo que eso me hace un populista”
agrego el mandatario estadounidense. “La etiqueta de populista”, apunto Obama “no le queda
alguien que no ha luchado por la justicia social, que no se ha preocupado por
los trabajadores, ni en alguien que dice algo controversial solo para ganar
votos, o que establece un discurso de ellos contra nosotros”. “Ese tipo de
personajes” >a las que no han luchado por la justicia social< “están mas cerca
de la xenofobia o el cinismo”.
Durante
todo el sermón que le recetaba Barack Obama a Peña Nieto, éste tenía el rostro
endurecido, lo miraba azorado, con recelo. Quizás por su mente pasaba la misma
escena vivida en Las Naciones Unidas cuando volvió a recitar lo que los neoliberales se han aprendido de
memoria, donde descalifican la aparición de “actores políticos, liderazgos políticos que asumen
posiciones populistas y demagógicas, pretendiendo eliminar o destruir todo lo
que se ha construido, lo que ha tomado décadas construir para revertir problemas
del pasado”. “Venden soluciones fáciles a los problemas que tenemos”.
No es lo mismo, diría yo, populismo que
demagogia, pero esa definición difícilmente la logran entender y/o
comprender los teóricos de la escuela de Chicago, que han hecho de la palabro
populismo un adjetivo y no un sustantivo. La
utilizan para acusar, para señalar a sus adversarios (son un peligro para México),
buscando el desprestigio de todo aquel político o académico que difiera del
modelo económico que ellos abrazan de la concentración de la riqueza y
masificación de la pobreza. La demagogia, en cambio, es el manejo mentiroso de
paraísos terrenales sin sustento alguno, sin bases para poder accesar a él, del
compromiso del político demagogo cuando afirma que con sus políticas públicas
sacará de la pobreza a sus pueblos. Así las cosas Lázaro Cárdenas fue un populista y
Carlos
Salinas un demagogo, así como todo el resto de los presidentes
subsecuentes que plantearon el bienestar como puerto en sus gobiernos, y
terminaron conduciendo al naufragio a sus gobernados.
He
visto varias veces el video de la conferencia de prensa de los tres mandatarios
y he llegado a la conclusión que Obama decidió, por <motu proprio> poner fin a sus
explicaciones al notar que no tenía un interlocutor de nivel. Analíticamente el
presidente norteamericano le comentaba lo que es el populismo paso a paso,
desde la base de aquel mandatario que lucha desde el poder publico para elevar
el nivel de vida de sus representados en salud, libertad, economía y educación.
Pero entro en razón cuando alguien le debió haber –soplado- que Peña Nieto no
lee, no estudia, y decidió concluir con un nocaut técnico.
La
duda que me asalta ahora es descifrar si don Enrique Peña, después de la
zarandeada que le dio Obama, volverá hablar del populismo, si seguirá
utilizándolo como herramienta junto a sus partidos aliados del Pacto por México
para denostar, a los que nos preocupamos por la pobreza como Barack Obama. De
lo que si estoy seguro es que este episodio
le va a generar pesadillas por el resto de sus días.
Se
me queda en el tintero el otro coscorrón que allí mismo le dio Justin Trudeau,
ministro canadiense a Peña, donde lo conminó a dialogar personalmente con los
maestros para encontrar una solución al conflicto que padece México,
advirtiéndole que el los entiende porque es maestro.
PD.-
Mi reconocimiento y felicitación a mi camarada Gustavo Melgarejo Pineda por ese
primer lugar nacional de Men´s Physique.
Justo reconocimiento a su trabajo de esfuerzo, disciplina y dedicación a lo que
ha entregado su vida.