Punto de Vista

* Las razones de Yunes

Por Filiberto Vargas Rodríguez

Prefacio.

El PAN no expulsó de sus filas a Miguel Ángel Yunes Linares y a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez. Lo que en realidad hizo fue sacarlo del grupo parlamentario en el Senado e “iniciar el proceso de expulsión” del partido. *** En la Comisión Permanente del PAN celebrada el miércoles, se acordó la expulsión de los Yunes del grupo parlamentario, lo mismo que a Natividad Díaz, diputada local en Oaxaca que votó a favor de la reforma judicial. *** El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, había advertido que todo panista que votara a favor de la reforma judicial sería expulsado del partido y tachado de “traidor”, pero el procedimiento que marcan los estatutos de esa fuerza política impide que tal decisión se tome en tan breve plazo. *** Por lo pronto, en las próximas sesiones de la Cámara de Senadores, Miguel Ángel Yunes Márquez (o su padre, en caso de que se resienta de sus dolencias en la espalda) aparecerá como “senador independiente”, hasta que decida sumarse a algún otro grupo político, lo que fortalecería los argumentos para su expulsión. *** “En la decisión más difícil de mi vida, he determinado dar mi voto a favor del dictamen para crear un nuevo modelo de impartición de justicia... México no se va a destruir si se aprueba ni va a cambiar en automático el sistema de justicia... Yo no estoy de acuerdo en restringir mi libertad por amenazas”, argumentó Yunes Márquez desde la tribuna al dar a conocer el sentido de su voto. *** Aunque los Yunes argumenten que “el PAN no es Marko Cortés”, lo cierto es que están dadas las condiciones para que se concrete en un corto plazo su expulsión con el señalamiento de haber cometido “traición”. *** En las entrevistas que ha concedido el jefe de ese Clan, no ha sabido explicar cómo es que su hijo dijo ante cámaras y micrófonos que votaría en contra de la reforma, para días después hacer lo contrario. *** Él jura que no se dobla. Entonces, ¿cuándo mintió y por qué?

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Si hay algo que a Miguel Ángel Yunes Linares saca de quicio -como a la gran mayoría de los padres- es que alguien pretenda lastimar a su familia. Él no se detiene a razonar que la decisión de sus hijos de incursionar en la política tiene un costo (que él mismo ha pagado) y asume como propios los agravios en contra de ellos.

Fue por eso por lo que decidió subir a la tribuna -previa solicitud de licencia de su primogénito- en el Senado de la República y lanzar su metralla contra la cabeza visible de sus detractores en el PAN, el dirigente nacional Marko Cortés.

Y también por eso decidió salir el mismo miércoles (horas después de que, con el voto de su hijo, fue aprobada la reforma al Poder Judicial) a defenderlo en los medios.

En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Yunes Linares, defendió la postura de su hijo y volvió a negar que hubieran sido objeto de extorsiones o presiones.

El hecho de admitir que cedieron (padre e hijo) a presiones sería lo mismo que aceptar que tienen “algunos cadáveres en el clóset”, y esa posibilidad está descartada.

Miguel Ángel Yunes Linares trató de defender la decisión de su hijo (que, ya se ve, fue de los dos) de respaldar la reforma propuesta por el presidente López Obrador. Y aunque reconoció que la reforma “no es perfecta”, también descartó que sea tan mala como la han pintado: “No digo que sea la mejor iniciativa, hay problemas, pero (…) ¿Qué tiene que ver la existencia de México con una reforma? ¿Qué tiene que ver la independencia con una reforma?”.

Esa reforma que, según Yunes Linares “a la larga mostrará sus beneficios”, lleva a una concentración de poder en el Ejecutivo, lo que afectará la imparcialidad y autonomía de los jueces y magistrados.

Las modificaciones propuestas a la Constitución socavan la independencia del Poder Judicial al permitir una mayor injerencia del Ejecutivo o del Legislativo en la elección y designación de jueces y magistrados, lo que podría llevar a una mayor politización de la justicia.

Las reformas incluyen mecanismos para evaluar y, en su caso, remover jueces, lo que ha generado inquietud. Estos mecanismos podrían ser utilizados de manera arbitraria o con fines políticos para presionar o remover jueces que tomen decisiones que no sean del agrado del gobierno.

La reforma también afectará la carrera y el desarrollo profesional de los jueces. Desaparecen los incentivos de hacer una carrera judicial y genera incertidumbre en su estabilidad laboral.

Los cambios llevan a una mayor inseguridad jurídica, especialmente cuando afectan la forma en que se manejan los procesos judiciales o la estabilidad en la administración de justicia.

El proceso de implementación de la reforma y los criterios para la selección de jueces carecen de transparencia, lo que pone en riesgo la confianza pública en el sistema judicial.

Pero, además de todo eso, la reforma afectará la justicia a nivel local y en tribunales inferiores, centralizarán o uniformarán la administración de justicia en detrimento de las particularidades regionales.

No hay argumentos sólidos para explicar que alguien que se dice “opositor” al actual gobierno federal, decida respaldarlo en su más relevante -y más dañina- decisión de toda su gestión en la presidencia, si no es porque fue objeto de presiones y amenazas que terminaron por doblarlo.

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Epílogo.

El mismo miércoles se cubrió el último requisito que necesitaba la reforma al Poder Judicial. Ese mismo día fue aprobada por 18 Congresos estatales: Oaxaca, Tlaxcala, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Nayarit, Yucatán, Baja California, Baja California Sur, Colima, Morelos, Durango, Puebla, Campeche, Sinaloa, Guerrero, Zacatecas y Tamaulipas. *** De esta manera, la minuta logró las 17 aprobaciones necesarias para poder emitir la declaratoria de constitucionalidad. Una vez aprobada en la mitad de los congresos estatales más uno, las cámaras del Congreso de la Unión emitirán las respectivas declaratorias de reforma constitucional y enviarán la minuta al Ejecutivo para la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación, donde se fijará su entrada en vigor. *** El presidente Andrés Manuel López Obrador, tan dado a los simbolismos, ya anticipó que la publicación del Decreto la hará el 15 de septiembre, justo en la celeración de la Independencia de México.

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