Se amarran el dedo en la 4T
Por Helí Herrera Hernández
La mañana del viernes 4, todos los medios de comunicación recogían la declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: >”Estados Unidos esta obligado a presentar pruebas, si Ovidio (Guzmán, el ratón, el hijo del chapo), inculpa a alguien en México<”.
Todo esto relacionado con el acuerdo que -el chapito. alcanzo con la justicia norteamericana para declararse culpable el próximo 9 de julio en Chicago, ante la juez Sharon Johnson Coleman, y así la fiscalía de Nueva York quitarle cargos de conspiración en empresa criminal, narcotráfico, lavado de dinero, uso de armas de fuego, distribución de cocaína, heroína, metanfetamina, marihuana y fentanilo, siempre y cuando se convierta en INFORMANTE, y les cuente todo lo que vio e hizo, para que el emporio de su padre y el de él y sus hermanos floreciera, gracias a la cercana relación entre muchos políticos mexicanos y los cárteles del narcotráfico
Sera un soplón a partir del 10 de julio y “cantará”, “incriminará”, desde luego, a todas las autoridades de Sinaloa y de México que los solapaban en sus actos criminales, a cambio de dinero, fiestas, regalos ostentosos, y eso, eso ya inquieto a los líderes cuatroteros que empiezan amarrarse el dedo antes de cortárselo.
De allí la declaración de la presidenta que ahora si, exige pruebas al gobierno estadounidense sobre las delaciones que vaya hacer el chapito, cuando festejaban, que sin ellas, la misma fiscalía norteamericana logro la condena del enemigo publico numero uno de Andrés Manuel López Obrador: Genaro García Luna, y desde el atril de la mañanera, el expresidente festejaba tres días a la semana -durante el tiempo que duro el juicio-, que la fiscalía le enterrara el diente al exfuncionario estrella de Felipe Calderón Hinojosa, y todos sus funcionarios, incluyendo en ese tiempo a la jefa de gobierno de la ciudad de México, le aplaudieran a rabiar tales gozos al que dice vivir en Palenque.
Solo que, como desde hace tiempo se viene afirmando, por expertos mexicanos dedicados a la investigación de este flagelo, que el cartel de Sinaloa financio las campañas de AMLO, pues ahora si sienten que la lumbre les llego ya a los aparejos, y empiezan a exigir pruebas-pruebas-pruebas, como nunca antes lo hicieron con otros informantes que la DEA llevaba a los juicios que le seguían a personajes que estuvieron en la función publica, y se aliaron con narcotraficantes para facilitarles la prosperidad de sus negocios.
De allí la enérgica y contundente declaración de la presidenta Claudia que radicalmente cambio su postura de un juicio a otro, procurando curare en salud: “A Genaro García Luna júzguenlo sin pruebas, pero a los que delate Ovidio Guzmán, que Estados Unidos presente pruebas
¿Por qué? Cuando ella sabe como son los juicios sui-genris allá, cuando se trata de que los delincuentes se conviertan en soplones.