AUTONOMÍA DE LA UNAM. (V)
“Jorge
Carpizo.”
Por Mtro.
José Miguel Naranjo Ramírez.
Jorge
Carpizo es considerado uno de los juristas más influyentes en el México del
siglo XX, dentro de su larga y reconocida trayectoria se le recuerda como
Rector de la UNAM, fue fundador y primer Presidente de la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos, Procurador General de la República, Embajador, Catedrático,
un gran estudioso del Derecho Constitucional, dentro de su amplia obra se
recuerdan títulos como: “Estudios
constitucionales, Derechos humanos, aborto y eutanasia, Federalismo en
Latinoamérica”, y el que aprecio que es su libro más leído y ya considerado
un clásico: “El presidencialismo mexicano”.
La
obra fue publicada en 1978, si bien Jorge Carpizo ocupó importantes cargos
públicos, es indudable que siempre mantuvo una postura crítica, y, sobre todo,
en sus libros describió claramente el funcionamiento de las instituciones
democráticas, esto por supuesto incluía una férrea critica al sistema
autoritario y hegemónico que gobernaba en México, e incluso el Maestro acuñó
términos que con el paso de los años se convirtieron en expresiones referentes
de la politología y política mexicana, verbigracia, facultades metaconstitucionales que han ejercido los presidentes y
sigue ejerciendo el Presidente Mexicano. Vayamos
a la obra.
El libro está centrado en estudiar de manera profunda el Sistema Presidencial en México, puntualizando que el Maestro Carpizo previo a la experiencia mexicana, nos enseña el origen del presidencialismo como forma de gobierno, afirmando que este sistema nació en los Estados Unidos de América: “El primer sistema presidencial que existió lo encontramos en la constitución norteamericana de 1787. Esta ley fundamental configuró un nuevo tipo de relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo, que dio por resultado el régimen presidencial; por esta razón, se ha c
Una
vez conocido de manera clara el sistema presidencial y ubicadas las diferencias
entre el presidencialismo y el parlamentarismo,
Jorge Carpizo afirma que todos los países latinoamericanos al momento de
alcanzar su independencia adoptaron para su forma de gobierno el Sistema Presidencial,
ahora bien, la realidad nos ha enseñado que este sistema que parece tan práctico,
sencillo, claro, con una división de poderes contundente, sólo en los Estados
Unidos ha funcionado de manera correcta, duradera, firme, porque en
Latinoamérica lo que se desarrolló fue un sistema con un Poder Ejecutivo
predominante sobre los demás poderes, en algunos casos, un Ejecutivo
autoritario, hegemónico, dictatorial, ilimitado, un Presidente que en la praxis
posee facultades metaconstitucionales,
es decir, por encima de la Constitución.
Para
el Maestro Carpizo, las causas del predominio del Presidente mexicano son:
“a) Es el jefe del Partido predominante. b)
El debilitamiento del poder legislativo, ya que la gran mayoría de los
legisladores son miembros del partido predominante y saben que si se oponen al
presidente las posibilidades de éxito que se tienen son casi nulas y que
seguramente están así frustrando su carrera política. c) La integración, en
buena, parte de la suprema corte de justicia por elementos políticos que no se
oponen a los asuntos en los cuales el presidente está interesado. d) La
concentración de recursos económicos en la federación, específicamente en el
ejecutivo. E) El gobierno directo de la región más importante, con mucho, del
país, como lo es el distrito federal (hoy Ciudad de México).”
Lo
antes transcrito sólo son algunas causas de todas las que aparecen en el texto,
es importante señalar que esto fue escrito hace 41 años, la descripción
correspondía a una realidad incuestionable, vivíamos en un sistema
antidemocrático, cerrado, de partido único, con los poderes Legislativo y Judicial
subordinados al Presidente. Este ambiente antidemocrático fue criticado y se
luchó mucho para erradicarlo, con el paso de los años se lograron algunos
cambios significativos, el país vivió una transición democrática pacifica,
institucional, sabemos que en el terreno de justicia social poco se logró
avanzar, el crimen organizado se ha incrementado, la corrupción siguió
imperando, sin embargo, a pesar de este difícil panorama que incluye la
desconfianza en los políticos, debemos seguir buscando la democratización del
país, ninguna sociedad ha logrado resolver sus problemas otorgándole un poder
absoluto a un hombre, no obstante, por lo que seguimos viviendo, parece que no
hemos aprendido la lección de la historia. Vayamos
a la realidad.
Si
analizamos los puntos planteados por Jorge Carpizo en su libro: “El presidencialismo mexicano”,
notoriamente se percibe que nuestra realidad en la práctica no ha cambiado, el
actual Presidente es el jefe máximo del Partido que lo llevó al poder, tiene
mayoría en el Congreso, por lo tanto, no tendrá una oposición seria que lo
limite, con sus acciones y declaraciones ha intentado debilitar al Poder Judicial,
(poco a poco intentará tener mayor control en ese poder), dispone de los
recursos públicos a su antojo y cuando existe alguna duda, algún conflicto de
interés jurídico, comercial, etc. Se inventa las encuestas (inconstitucionales
en la forma de realizarlas) y al final se hace lo que su voluntad dicte, y si
le seguimos buscando le seguimos encontrando, pero en el fondo las estructuras
y las formas de ejercer el poder no han cambiado, porque culturalmente no somos
una sociedad democrática sino paternalista, por ello el Maestro Carpizo sobre
el predominio del Ejecutivo escribió:
“Un elemento psicológico: que en lo general
se acepta el papel predominante del ejecutivo sin que mayormente se le
cuestione.” Vayamos por un cambio de
mentalidad.
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Jose Miguel Naranjo Ramirez.